jueves, 4 de febrero de 2021

 


El tribunal de Jesucristo (2ª Parte) y las bodas del Cordero 


Introducción

En la entrega anterior, vimos quiénes van a estar participando en el tribunal de Jesucristo, también estudiamos lo que será evaluado en este tribunal. Estudiamos las recompensas, galardones y coronas que serán entregados en este tribunal de Jesucristo. En el presente estudio, vamos a analizar cuándo y dónde, se estará llevando a cabo este tribunal. También estaremos analizando el tema sobre las bodas del Cordero, el desposamiento de la Iglesia con Jesucristo.

¿Cuándo y dónde se llevará a cabo el tribunal de Jesucristo?

Antes de entrar a estudiar el cuándo y el dónde se efectuará el tribunal de Jesucristo, debo reiterar que en este tribunal, solamente participan los creyentes en Jesucristo nacidos de nuevo. Todos los creyentes en Jesucristo que fueron bautizados, y forman parte de su iglesia, serán los que participen de este tribunal. No participan del mismo, los salvos del Antiguo Testamento, ni los salvos de la gran tribulación. Sin embargo, desde el día en que el Espíritu Santo vino al mundo para habitar en los corazones de los creyentes, lo que se conoce como el Día del Pentecostés, cuando en esta celebración fue derramado sobre la iglesia, el poder del Espíritu Santo, para capacitar a los creyentes en la obra que Jesús les encomendó. Y hasta nuestros días, han habido muchos que han partido y están en la presencia del Señor. Pero ninguno de ellos ha sido evaluado ni ha recibido ningún galardón, ya que ellos están esperando que se lleve a cabo el tribunal de Jesucristo para ese efecto.

El Apóstol Pablo le escribió a Timoteo en su segunda carta lo siguiente:
"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2 Timoteo 4:7-8

En el texto anterior, Pablo dice que le está guardada la corona de justicia, la cual el Señor, juez justo,  le dará en aquel día. Aquí "aquel día" hace referencia al día en que el tribunal de Cristo tendrá lugar. Pablo estaba seguro, que no recibiría su corona cuando muriera, sino hasta "aquel día" cuando Jesús evaluará a todos los creyentes en su tribunal.


¿Cuándo tendrá lugar este acontecimiento?

El tribunal de Jesucristo tendrá lugar entre el arrebatamiento de la iglesia y la segunda venida de Jesucristo. De acuerdo con el Apóstol Pablo, en su primera carta a la Iglesia de Tesalónica, la iglesia será arrebatada:
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" 1 Tesalonicenses 4:13-17

¿Cómo sabemos que Pablo se refiere al arrebatamiento de la iglesia? Primero debemos considerar que el Apóstol le está escribiendo a la iglesia de Tesalónica, y el tema que toca es en relación con los creyentes que ya han partido, los cuales van a resucitar, según la esperanza que tenemos en Cristo. Los creyentes que estemos vivos al momento en que Jesús venga por su iglesia, seremos transformados  y arrebatados, aquí debo mencionar que, la palabra usada en el original griego para arrebatados es "harpazo", la cual literalmente significa "tomar a la fuerza". La otra consideración que debemos tener es que, en el texto Pablo dice que recibiremos al Señor en el aire. Esto no se refiere a la segunda venida de Cristo, pues este acontecimiento será en un abrir y cerrar de ojos. En la segunda venida de Cristo todo ojo lo verá.

Segunda venida de Cristo

"He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén." Apocalipsis 1:7

Arrebatamiento de la iglesia 

"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad." 1 Corintios 15:51-53

De acuerdo con el orden escatológico, al final de la dispensación de la gracia, vendrá el arrebatamiento, para algunos, este evento desatará la manifestación del anticristo, pues reinará el caos por los millones de personas desaparecidas alrededor del mundo y las catástrofes que esto ocasionará. Entonces como un mesías salvador, se manifestará el anticristo para restablecer el orden mundial. Esto dará inicio al periodo de siete años conocido como la gran tribulación. En Apocalipsis, Juan nos describe la apertura de los siete sellos, el primero de esos sellos, manifiesta la aparición del anticristo, como el primer acontecimiento:

"Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer." Apocalipsis 6:1-2

Si desea conocer más sobre el tema de Apocalipsis y los siete sellos, y la semana setenta de Daniel; le invito a leer los estudios sobre el tema en el siguiente enlace: Apocalipsis 6 - Los siete sellos  y Daniel 9 - La semana setenta.

Mientras que en la tierra, los juicios de Dios vienen sobre el pueblo de Israel y el resto de la humanidad, en lo que se conoce como la semana setenta de Daniel; en el cielo se llevará a cabo el tribunal de Cristo. Esto lo podemos confirmar por lo escrito por el Apóstol Juan en Apocalipsis 19, pues Juan menciona la cena de las Bodas del Cordero, y antes de pasar por este acontecimiento, se debe dar el tribunal de Cristo.


Las bodas del Cordero

El misterio de la Iglesia de Jesucristo

Uno de los siete misterios del Antiguo Testamento, que fueron revelados en el Nuevo Testamento, es la figura de la iglesia como la novia del Cordero. La principal institución establecida por Dios, es el matrimonio; y de esta institución la Biblia nos enseña la analogía de la iglesia en su relación con Jesucristo. De aquí que en el Nuevo Testamento encontramos este misterio revelado y aclarado en la Iglesia como novia del Cordero. El Apóstol Juan es quién nos hace referencia a este evento en su libro del Apocalípsis:
"Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios." Apocalipsis 19:7-9

En las bodas terrenales, la figura principal, sobre quién se posan las miradas, es la novia. En la boda del Cordero, la figura principal es Jesucristo, pues Él es el único merecedor de honra, culto y adoración. Para entender mejor esta analogía de la relación de Jesucristo con su Iglesia, como la relación de un esposo y su esposa; debemos comenzar en el Antiguo Testamento. Aquí se nos da una analogía similar entre Dios el Padre e Israel. El profeta Isaías en su libro escribió lo siguiente:

"Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor." Isaías 54:5-8

La forma en que Jehová trata a su pueblo Israel, es como a una esposa. La idolatría de Israel, es comparada con la infidelidad conyugal y Dios la trata como adulterio espiritual, por lo tanto se aleja de Israel por su infidelidad; pero promete la reconciliación futura.

El profeta Jeremías escribió en su libro, las palabras que recibió de parte de Jehová, en relación con la infidelidad de Israel y Judá (recordemos que Israel se dividió en dos reinos, Israel al norte con 10 tribus y Judá al sur con 2 tribus):

"Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño." Jeremías 3:6-9

En el texto anterior, el profeta escribe lo que Dios le dijo sobre la idolatría de Israel y Judá. La expresión "Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, allí fornica", es una alusión a los altares levantados en los montes altos y debajo de los árboles frondosos, para sacrificios a dioses paganos. La idolatría de Israel, fue imitada por Judá y ambos reinos cometieron adulterio espiritual contra Jehová su Dios y esposo espiritual. Vemos en el texto que Dios se divorcia de Israel y Judá (esto es lo que significa que Dios despidió y dio carta de repudio, este principio es confirmado en el Nuevo Testamento, cuando Jesús habla sobre el divorcio. Por lo tanto, el adulterio es la única causa válida para el divorcio, pero sin embargo el perdón es importante y de ser posible, la restauración del matrimonio.)

"Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová." Jeremías 3:20

Ahora, con este divorcio de Dios e Israel y Judá, se levanta un nuevo pueblo, ya no de una sola raza y nacionalidad, sino de todas las razas y naciones del mundo. Este nuevo pueblo es la Iglesia de Jesucristo. Pero a diferencia de Israel como pueblo, la iglesia no se ha casado, está comprometida con Jesucristo y su unión conyugal tendrá lugar en las Bodas del Cordero.

Jehová dio carta de divorcio a Israel, pero no tomó otra esposa, sino que llegará el día en que Jehová se reconciliara con su pueblo Israel. El profeta Oseas escribió en su libro lo siguiente:

"Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová." Oseas 2:14-20

Esta reconciliación de Dios con su pueblo Israel, tendrá lugar en la segunda venida de Cristo, cuando se establezca el Reino Milenial de Cristo en la tierra.


¿Cómo será la Boda del Cordero? y ¿quiénes entrarán en ella?

Jesús mismo nos hace una reseña de cómo será su boda con la iglesia, en el evangelio de Mateo, podemos leer lo siguiente:
"Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos." Mateo 22:1-14

En esta parábola, el rey que hace la fiesta de bodas para su hijo, es Dios. Los convidados a la boda que no quisieron ir, son el pueblo de Israel. Luego Dios les envía a su hijo y ellos lo mataron. Como consecuencia vino la destrucción de Jerusalén, la cual se dio en el año 70 d. de J.C. por el general romano Tito. Debido al rechazo de Israel, Dios participa de las bodas de su hijo a la Iglesia, tomando personas de todas las razas, pueblos y naciones. El hombre que no estaba vestido para la boda, son aquellos que se hacen llamar cristianos, pero sus obras no son dignas. Estos son aquellos que menciona Mateo:

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." Mateo 7:21-23

Por este motivo debemos recordar lo que escribió el Apóstol Juan en su primera carta:

"Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro." 1 Juan 3:3

Y el escritor de la carta a los hebreos escribió que sin santidad, nadie verá al Señor: 

"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." Hebreos 12:14

Como la novia de Cristo, debemos prepararnos para la boda. Debemos andar en santidad y amor, sin mancha ni arruga.

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." Efesios 5:25-27

 

Conclusión

Las bodas del Cordero tendrán lugar después del Tribunal de Cristo. En el Antiguo Testamento, las bodas duraban siete días o más. Mientras en la tierra se desatan los juicios de Dios en la Gran Tribulación, los cristianos que conformamos la iglesia de Jesucristo, estaremos disfrutando de la fiesta de bodas con Jesús. Una semana de siete años, donde seremos recompensados en el Tribunal de Cristo y desposados con el Cordero, participaremos de la Cena de Bodas.
"Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios." Apocalipsis 19:7-9
Si este estudio ha sido de bendición para su vida, hágamelo saber dejando su comentario. ¡Bendiciones!

martes, 2 de febrero de 2021


El tribunal de Jesucristo


Introducción

Cuando se menciona el tribunal de Jesucristo, no se hace referencia al pseudo juicio practicado a nuestro Señor por el sanedrín, en el cual, los judíos condenaron a nuestro Señor y lo llevaron ante Poncio Pilato. 

El tribunal de Jesucristo no se trata de un juicio para condenación, ni para salvación; ya que los que participarán de él, serán personas ya salvas. El tribunal de Jesucristo se trata de un podium para la evaluación de los creyentes, para premiar su fidelidad y servicio. Estaremos estudiando los pormenores de esta evaluación, con base en lo que la Biblia nos enseña en relación con este tribunal.


¿Quienes participan en este tribunal?

Como ya lo mencioné en la introducción, el tribunal de Jesucristo no se trata de un juicio para determinar si somos salvos o no. Se le llama tribunal de Jesucristo, porque compareceremos delante de Él para ser evaluados. Solamente los creyentes en Cristo, personas regeneradas por el nuevo nacimiento, participarán de este evento. El mismo Jesús le habló a Nicodemo sobre el nuevo nacimiento:
"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios." Juan 3:1-3

Nicodemo era parte del Sanedrín de los judíos, un maestro de la ley, conocedor de las profecías sobre el Mesías. Éste vino de noche a Jesús, por temor de los judíos compañeros suyos en el Sanedrín. Jesús, conociendo esto, no perdió tiempo y fue directo al grano con Nicodemo. Le dijo, que era necesario nacer de nuevo. Este nuevo nacimiento no es físico, sino espiritual. Todos aquellos que hemos nacido de nuevo, lo hemos hecho del Espíritu.

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." Juan 3:5-6

El ser humano en su nacimiento natural, nace del agua, expresión que recuerda la ruptura de la fuente de la mujer antes del parto. Este es el nacimiento en la carne, el segundo nacimiento, es en el espíritu, por lo tanto es espiritual. Antes de este segundo nacimiento, el espíritu del hombre está muerto, debido a su naturaleza pecaminosa, heredada de Adán. Con el nuevo nacimiento, el cual se da cuando el humano acepta la obra expiatoria de Jesús en la cruz, le acepta como su Señor y Salvador, por medio de la fe y depositando en Él su confianza y esperanza; recibe por medio de la fe, al Espíritu Santo, el cual le sella como propiedad de Dios. Esta es la enseñanza que el Apóstol Pablo dejó en su carta a la iglesia de Éfeso:

"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." Efesios 1:13-14

Entonces, todos los nacidos de nuevo, creyentes en Jesús como el Mesías, Salvador y Señor de nuestras almas, somos los que participaremos del Tribunal de Jesucristo.

Pablo en su segunda carta a la iglesia de Corinto les dijo

"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo." 2 Corintios 5:10

Pablo le está escribiendo a la iglesia en Corinto, por lo tanto, se trata de creyentes, cuando dice: Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo. 



¿Qué será evaluado en el tribunal de Jesucristo?

Ya estamos claros sobre quiénes participan del tribunal de Jesucristo, ahora veremos qué será evaluado en este tribunal. Para analizar los aspectos que serán evaluados, debemos recurrir a la enseñanza del Apóstol Pablo en su carta a la iglesia de Corinto:
"Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará." 1 Corintios 3:9-13

Lo primero que debemos tener claro, es que todos los creyentes tenemos responsabilidades espirituales que debemos cumplir. Pablo enseña que somos colaboradores de Dios, labranza de Dios y edificio de Dios. Lo que esto significa es que Dios nos ha dado la oportunidad de entrar en sus labores como colaboradores suyos, Él es el que puso en nosotros la buena semilla del evangelio, la hizo germinar y crecer en nosotros; además, somos como un edificio que está fundamentado en Jesucristo, sobre quién debemos sobreedificar. Sobre esto es que seremos evaluados, como hemos sobreedificado en el fundamento ya puesto, el cual es Jesucristo. Pablo dice que podemos edificar con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno y hojarasca. Pero esta edificación será probada con fuego. Creo que no debo explicar mucho sobre lo que le pasa a la madera, al heno y a la hojarasca, cuando se les aplica el fuego. Contrario a lo que sucede cuando el oro, la plata y las piedras preciosas son sometidas al mismo fuego. En el primer caso, todo se quema; pero en el segundo, son purificados, pues sus imperfecciones se queman y el oro, la plata y las piedras preciosas quedan más puras y limpias.


Nuestras obras serán probadas por el fuego

Pablo nos enseña que si nuestra sobreedificación pasa la prueba del fuego, recibiremos recompensa, pero si el fuego quema nuestro edificación, sufriremos pérdida, seremos salvos, pero no recibiremos galardón alguno:
"Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego." 1 Corintios 3:14-15

La forma en que vivamos nuestra vida cristiana, las obras que hagamos o dejemos de hacer, y la motivación por la cual hicimos las cosas, serán la forma en que sobreedifiquemos. Pablo mismo nos enseña que todo lo que hagamos debe ser por amor, de lo contrario, no sirve para nada:

"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve." I Corintios 13:1-3

Jesús nos enseñó que debemos vivir para servir. Un refrán popular dice: El que no vive para servir, no sirve para vivir. La enseñanza de Jesús declara que el que sirve será el mayor en el reino celestial:

"Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos." Marcos 9:35
"Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." Marcos 10:45

El Apóstol Pablo también nos enseña que todo lo que hagamos, debemos hacerlo para el Señor y no poniendo la mirada en el reconocimiento de los hombres:

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas." Colosenses 3:23-25

Las obras que hagamos en la carne, por sobresalir, por conveniencia, por figurar, motivados por la soberbia, el egoísmo, por necesidad o para buscar el favor de Dios; esto serán obras que se quemarán. Dios busca nuestra obediencia y el servicio por agradecimiento, en amor.


¿Qué recompensa recibiremos en el tribunal de Jesucristo?

A pesar de que somos indignos de la Salvación tan grande que Dios nos da, mediante la fe en su hijo Jesucristo, y que todo lo que hagamos en vida, es insuficiente para agradecer esa gracia de Dios para con nosotros; aún así, Dios nos va a premiar, en la figura de Jesucristo. Él nos dará su galardón o corona, según sean nuestras obras. Porque nuestras obras, no son para salvación, sino por motivación de ella, como lo explica el Apóstol Santiago:
"Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras." Santiago 2:18
"Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta." Santiago 2:26

Jesús prometió que tendremos un galardón en los cielos si amamos a nuestros enemigos y hacemos el bien sin esperar nada a cambio:

"Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos." Lucas 6:35

 El Apóstol Juan en su segunda carta, nos exhorta a no perder nuestro galardón:

"Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo." 2 Juan 1:8

 El mismo Juan en su libro de Apocalipsis, nos dice que hay un galardón para nosotros:

"Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra." Apocalipsis 11:18
"He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra." Apocalipsis 22:12

La Biblia también nos habla de siete coronas para los creyentes en Cristo Jesús, las cuales serán entregadas también durante el tribunal de Jesucristo, esas siete coronas son las siguientes:

  1. La corona de gozo.
  2. La corona de justicia.
  3. La corona de vida.
  4. La corona de gloria.
  5. La corona incorruptible.
  6. La corona de sabiduría.
  7. La corona de victoria.

La corona de gozo

Esta corona será entregada a aquellos que ganan almas para Cristo, esto es, a los que llevan el evangelio y testifican a otros de Cristo y su evangelio. 
"Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados." Filipenses 4:1

Pablo reconoce que sus hijos espirituales son su gozo y corona.


La corona de justicia

Esta corona es para aquellos que guardan la fe y aman la venida del Señor:

"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2 Timoteo 4:7-8

 

La corona de vida

Esta corona es para los que soportan las pruebas y tribulaciones:
"No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." Apocalipsis 2:10

 

La corona de gloria

 La corona de gloria es para los que apacientan la grey (ancianos y pastores):

"Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria." 1 Pedro 5:2-4

 

La corona incorruptible

Por correr la carrera de la fe, luchar y resistir:
"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible." 1 Corintios 9:25

La corona de sabiduría

La corona de sabiduría será otorgada a los prudentes:
"Los simples heredarán necedad; mas los prudentes se coronarán de sabiduría." Proverbios 14:18

 

La corona de victoria

La corona de victoria es dada a los que confían en el Señor:
"Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza." Salmos 21:3


Conclusión

El tribunal de Jesucristo, es un pódium de premiación, no se trata de un juicio sobre lo bueno o lo malo que hayamos hecho como personas, no es un juicio para condenar o salvar. Todos los participantes serán salvos, allí será evaluada las obras del cristiano, sean buena o malas; levantadas sobre el fundamento que es Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Sobre el fundamento de Cristo, se podrá edificar con oro, plata y piedras preciosas, estas son obras espirituales, realizadas en amor; ellas permanecerán y serán purificadas por el fuego y obtendremos grande galardón por ellas. Si hemos edificado con madera, heno y hojarasca; tendremos pérdida, pues esas obras son carnales, hechas sin amor, buscando el beneficio propio y sin buscar la gloria de Señor. Serán quemadas al ser probadas por el fuego, no perdemos la salvación, pero si el galardón y la corona que pudimos haber ganado.

Por lo tanto, examinemos a la luz de la Biblia, lo que estamos edificando con nuestras obras. No sea que seamos avergonzados en su presencia, por no haber hecho lo correcto, de la manera correcta y por la motivación correcta.

Gracias por visitar este blog y leer nuestros artículos. Dios les bendiga!!