domingo, 30 de abril de 2023

Ezequiel capítulo 11


Juicio contra los gobernantes.


Introducción.

Entramos en esta oportunidad, a estudiar el último capítulo de la sección B, del bosquejo presentado al inicio de estos estudios. Esta sección corresponde al título segundo "Los mensajes proféticos relativos a Judá y Jerusalén", y la sección B que vamos a finalizar, se llama: "Las profecías de juicio por la contaminación del templo". En el estudio anterior, vimos que la Gloria Shekinah estaba preparándose para abandonar el templo. En el presente estudio veremos la profecía contra los gobernantes de Jerusalén. Muchos habían sido ya enviados a Babilonia, por parte de Nabucodonosor, sin embargo, aún Jerusalén no había sido destruida. Sedequías seguía gobernando aún, y los gobernantes del pueblo no solo estaban en rebelión contra Dios, sino también contra Nabucodonosor.


Profecía contra los dirigentes de Jerusalén.

"El Espíritu me elevó, y me llevó por la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente; y he aquí a la entrada de la puerta veinticinco hombres, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo de Benaía, principales del pueblo. 2 Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo; 3 los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; esta será la olla, y nosotros la carne. 4 Por tanto profetiza contra ellos; profetiza, hijo de hombre." Ezequiel 11:1-4

"El mal consejo que recibió el pueblo de Jerusalén fue que la única actitud correcta consistía en prepararse para la guerra. Le dijeron que era totalmente equivocado edificar con fines pacíficos, es decir, casas, cuando la guerra era algo inminente (vv. 7, 11) "Esta ciudad será la olla" se refiere a Jerusalén como centro de la actividad bélica"  Comentario tomado de la Biblia de Estudio Siglo XXI.

Los gobernantes de Israel, desde el rey Sedequías y demás gobernantes, habían influenciado al pueblo a hacer lo malo delante de los ojos de Dios, el segundo libro de los reyes, nos narra lo siguiente:

"De veintiún años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre fue Hamutal hija de Jeremías, de Libna. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho Joacim. Vino, pues, la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia." 2 Reyes 24:18-20


La olla y la carne.

"Y vino sobre mí el Espíritu de Jehová, y me dijo: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido. Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la olla; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella. Espada habéis temido, y espada traeré sobre vosotros, dice Jehová el Señor. Y os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y haré juicios entre vosotros." Ezequiel 11:5-9

El Espíritu de Dios viene sobre el profeta y le revela que Dios conoce los pensamientos de ellos, "las cosas que suben a vuestro espíritu" Dios las ha entendido. Al parecer, los gobernantes de Jerusalén habían dado muerte a los fieles a Dios, éstos serían la carne y Jerusalén sería la olla. 


La muerte de Pelatías

"A espada caeréis; en los límites de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová. La ciudad no os será por olla, ni vosotros seréis en medio de ella la carne; en los límites de Israel os juzgaré. Y sabréis que yo soy Jehová; porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido mis decretos, sino según las costumbres de las naciones que os rodean habéis hecho.
Y aconteció que mientras yo profetizaba, aquel Pelatías hijo de Benaía murió. Entonces me postré rostro a tierra y clamé con gran voz, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Destruirás del todo al remanente de Israel?" Ezequiel 11:10-13

El propósito de Dios era que el pueblo le conociera, por lo tanto, lo que los gobernantes les dijeron, Dios lo cambia. El pueblo no sería la carne, ni la ciudad sería la olla; sino que los sacaría de Jerusalén,  pero en las fronteras vendría el juicio. Dios les reitera que este juicio viene, porque el pueblo no anduvo en sus estatutos, ni obedeció a sus decretos, por el contrario, hizo lo malo al igual que las naciones que los rodeaban, siguiendo sus costumbres paganas.

Mientras Ezequiel está profetizando, Pelatías hijo de Benaía, muere. "Aunque su identidad es incierta, es obvio que Pelatías era muy conocido en Jerusalén. La noticia de su repentina muerte habría producido terror y ansiedad en el pueblo. Además, cuando los exiliados en Babilonia recibieran la noticia de su muerte se confirmaría la validez de la profecía de Ezequiel." Comentario tomado de la Biblia de Estudio Siglo XXI.


Un desafío de esperanza.

La historia del pueblo de Israel, nos demuestra que Dios siempre se reservó un remanente fiel. A pesar de los que fueron muertos en Jerusalén, por mantener su fidelidad al Señor, Dios preservó un remanente, los cuales fueron arrojados por diferentes naciones.

"Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos a quienes dijeron los moradores de Jerusalén: Alejaos de Jehová; a nosotros es dada la tierra en posesión. Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen." Ezequiel 11:14-16

A pesar de ser esparcidos por diferentes naciones, Dios promete a ese remanente que, Él sería por un pequeño santuario en las tierras a las que llegaran. "Un cumplimiento literal, aunque parcial, de esta profecía se dio cuando fue restaurado el templo bajo la dirección de Zorobabel, Esdras y Nehemías. Cristo mismo es el cumplimiento definitivo de esta profecía. El vino a ser el "santuario" de Israel y de la iglesia. Ezequiel aprendió que la presencia de Jehová convierte al edificio en "santuario", aunque el "santuario", o edificio, no asegura su presencia. Comentario tomado de la Biblia de Estudio Siglo XXI


Promesa de restauración y renovación.

"Di, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel. Y volverán allá, y quitarán de ella todas sus idolatrías y todas sus abominaciones. Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor." Ezequiel 11:17-21
La porción anterior es una promesa de restauración y renovación para el pueblo de Israel. Dios promete al remanente fiel, que a pesar de haber sido expulsados de su tierra, Él los va a recoger, los congregará de las tierras a las que fueron esparcidos, y nuevamente retornarán a la tierra que les fue prometida. Israel va a recuperar todo su territorio. Dios promete que les dará un corazón, y un espíritu nuevos. Aquel corazón de piedra que tuvieron los que se apartaron de su camino, será reemplazado por un corazón de carne, y andarán en obediencia, guardando las ordenanzas y decretos que Dios les dio. Sabemos que muy pronto, en los planes de Dios, Israel será el centro del Reino Milenial de Cristo.

"Aun cuando la restauración ha de ser física, es decir, la tierra, también comprenderá la renovación espiritual. La limpieza de los pecados da como resultado un "corazón" (lev. heb.) nuevo, lo cual es una  referencia a la "voluntad" o al "asiento de la elección volitiva". Esta profecía tiene un cumplimiento inicial en los creyentes de la presente dispensación. El cumplimiento pleno se dará en el reino milenial, cuando Israel será restaurado." Comentario tomado de la Biblia de Estudio Siglo XXI.


La gloria de Jehová deja Jerusalén.

"Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos. Y la gloria de Jehová se elevó de en medio de la ciudad, y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad. Luego me levantó el Espíritu y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto. Y hablé a los cautivos todas las cosas que Jehová me había mostrado." Ezequiel 11:22-25

En el capítulo anterior, vimos la gloria Shekinah, salir del templo, ahora en este capítulo, vemos esa gloria abandonar la ciudad, y posicionarse en el monte que está al oriente de la ciudad, o sea, el monte de los Olivos. En este mismo monte, Jesús lloró por Jerusalén, según el relato del evangelio de Lucas.

"Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación." Lucas 19:41-44

Jesús en este mismo monte, como la manifestación de la Shekinah, ascendió al cielo, y al mismo monte a de volver, según la profecía de Zacarías.

"Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur." Zacarías 14:3-4

 

Conclusión.

La misericordia de Dios se extendió por siglos, esperando el arrepentimiento de Israel. Muchos profetas fueron enviados al pueblo con el mensaje de Dios, pero el pueblo no los atendió, por el contrario, trataron con escarnio a los profetas y a su mensaje. La justicia de Dios llegó, y el juicio y castigo con ella. La gracia de Dios, vino a este mundo en la persona de Jesucristo. El ungido de Dios, que trajo la salvación al mundo. No porque lo merecíamos, sino porque su amor fue tan grande, que extendió su gracia sobre un mundo corrupto y maligno. Jesús nos redimió, su sangre lavó nuestros pecados, su muerte nos dio vida. Muy pronto Jesús volverá a esta tierra, establecerá su trono en Jerusalén y reinará con justicia por mil años. Pero antes, su juicio vendrá a esta tierra, la gran tribulación está muy cerca y los que no se hayan arrepentido, sufrirán las consecuencias de su libertinaje y desenfreno. Si usted no se ha puesto a cuentas con Dios, ¡hágalo hoy! después será muy tarde. ¡Dios les bendiga!