domingo, 5 de mayo de 2019

Apocalipsis 2:12-17 - Carta a la Iglesia de Pérgamo

Carta a la Iglesia de Pérgamo





Introducción


Continuando con nuestro estudio sobre el libro de Apocalipsis, y específicamente sobre las siete cartas enviadas a las iglesias de Asia Menor. Nos toca analizar en esta oportunidad, la carta enviada a la Iglesia de Pérgamo. Como mencioné al inicio del estudio de estas cartas, las siete iglesias tipifican siete periodos por los cuales la iglesia de Jesucristo iba a pasar. Siete situaciones que identifican a estas iglesias de Asia con el total del periodo de la iglesia, conocido también como la Dispensación de la Gracia. Siete es el número que bíblicamente representa lo completo. De tal manera que aquí encontramos una pista sobre los tiempos finales de la iglesia.
Estudiamos primeramente la carta a la Iglesia de Éfeso, la iglesia apostólica. La primera etapa de la iglesia, que después de un tiempo, perdió su primer amor. En el estudio pasado, analizamos la carta a la Iglesia de Esmirna. Una de las dos iglesias a las que no se le reprocha nada. La iglesia mártir, la que pasó por un largo periodo de persecución por parte del Imperio Romano. En la lista de las siete cartas, la sétima es dirigida a la Iglesia en Laodicea. Esto nos revela que el último periodo de la iglesia será identificado por una iglesia tibia como la de Laodicea. Para muchos teólogos, la iglesia actual, es la que se identifica con esta última carta. Una iglesia apática, muy “light”, sin compromiso y sin cuidar la sana doctrina de los apóstoles. Si la iglesia de Laodicea, representa la iglesia de nuestros tiempos, esto quiere decir, que estamos en la última etapa de la iglesia. Cuando estemos estudiando a esta última iglesia profundizaremos más sobre este tema.
En esta oportunidad, vamos a estudiar la carta enviada a la Iglesia de Pérgamo, así que vamos a iniciar dando una breve reseña sobre la ciudad de Pérgamo.

La ciudad de Pérgamo

“La antigua ciudad de Pérgamo (griego Πέργαμος) se hallaba situada en el noroeste de Asia Menor (actual Turquía), a 30 km de la costa del mar Egeo y frente a la isla de Lesbos, en la región llamada Eólida. Sus ruinas rodean a la actual ciudad de Bergama, construida sobre los cimientos de lo que fue la parte baja de Pérgamo.” Wikipedia
“Pérgamo (la moderna Bergama), ciudad capital de la provincia de Asia, era también, el sitio del famoso templo de Esculapio, el dios griego de la curación. En los alrededores del templo había siempre miles de inofensivas serpientes. Desde los extremos del imperio, acudía gente a este templo en busca de salud. Fue en Pérgamo donde se usó el pergamino por primera vez como material para escribir, y fue allí donde los reyes atálidas construyeron una magnífica biblioteca con 200.000 volúmenes.” Comentario de la Biblia de Estudio Siglo XXI

Pérgamo, la iglesia que se mezcló con el paganismo

Para los eruditos y teólogos, Pérgamo significa “compromiso matrimonial” y es que el periodo de la iglesia del cuarto y quinto siglo, se caracteriza por una unión de la iglesia con el paganismo. La Iglesia de Pérgamo abarca los años del 313 al 605 d C. durante el periodo del emperador Constantino, éste dijo haber tenido una visión en la que una cruz se le apareció en el cielo. En la visión se le pidió que sustituyera las águilas imperiales de las insignias de los soldados por la cruz cristiana. Debido a esto, Constantino adoptó el lema latino «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Debido a la visión, Constantino le dio a los cristianos muchas libertades que anteriormente no disfrutaban, y legalizó la religión cristiana con el Edicto de Milán en 313.


El decreto de Teodosio

El 27 febrero del año 380, el cristianismo se convirtió en la religión exclusiva del Imperio Romano por un decreto del emperador Teodosio, lo que tuvo trascendentales consecuencias.
El decreto unió las raíces judeo-cristianas del continente europeo con la cultura greco-romana. Hasta el Concilio de Nicea, en el año 325, las iglesias cristianas eran incendiadas, quienes profesaran la religión cristiana eran perseguidos y su patrimonio era confiscado. Particularmente bajo el emperador Diocleciano (245-316) se intensificó la persecución cristiana. Diocleciano quería revivir los viejos cultos paganos y que éstos se convirtieran en la religión del imperio. Pero su política anticristiana fracasó y fue eliminada por su sucesor, el emperador Constantino (285-337).

Consecuencias del edicto de Constantino


Las enseñanzas de Jesús y la doctrina de los Apóstoles, fueron adulteradas. Debido al cambio de religión en todo el imperio romano, se adoptó las festividades paganas anteriores del imperio, a la nueva religión. Como parte de los cambios, se acomodó la imagen pagana de la “diosa” Semidramis y su hijo Tammuz, como a la Vírgen María con Jesús. Esta imagen aparecía también en Egipto con Isis y su hijo Horus. Otro de los cambios se dio con la festividad de los romanos del 25 de diciembre, fecha en que se celebraba la fiesta del “Natalis Solis Invicti” o Nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo.​ El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C.



EL mensaje a Pérgamo

“Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” Apocalipsis 2:12-17


La presentación de Cristo

Para esta iglesia, Cristo es presentado como el que tiene la espada aguda de dos filos. El escritor de Hebreos, hace una referencia donde compara a la palabra de Dios con una espada de dos filos.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12

Podemos inferir entonces que esa espada de dos filos que menciona Apocalipsis, hace referencia a la palabra de Dios.

Yo conozco tus obras


“Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.”


Al igual que las cartas anteriores, Jesús manifiesta conocer las obras que la iglesia de Pérgamo ha realizado. La expresión “dónde moras, donde está el trono de Satanás” hace referencia a la situación de la ciudad de Pérgamo. Una ciudad pagana, llena de templos a dioses paganos. Para la época de esta iglesia (313 – 605 d. C.) ya los apóstoles y primeros creyentes habían fallecido, por lo tanto, de una manera sutil, el paganismo se fue introduciendo en la iglesia. Los cristianos eran perseguidos y muertos, mantenerse firme era un compromiso bastante difícil. Satanás reinaba en la ciudad, con sus ritos de sacrificios paganos. 


La alabanza


“pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.”


A pesar de que la iglesia está rodeada de paganismo, se le reconoce que aún retiene el nombre del Señor, en otras palabras se ha mantenido fiel y no ha negado la fe en Cristo. Se hace referencia a Antipas, algunos piensan que quizá fue un pastor de la iglesia local. No hay mucha referencia sobre él, el historiador Tertuliano cuenta sobre una leyenda según la cual, Antipas murió asado lentamente, encerrado en un toro de bronce. Lo rescatable del verso bíblico, es que Jesús le llama, su fiel testigo. La iglesia de Pérgamo nos demuestra que es posible, pese a la adversidad, mantenerse fiel a Dios, a pesar de estar en un mundo donde el príncipe es Satanás. 


El reclamo de Jesús

“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.”
En el texto anterior encontramos que, Jesús le reclama a la iglesia su tolerancia a los que retienen la doctrina de Balaam. Esto hace referencia a un episodio vergonzoso en toda la historia de Israel, pero además, nos demuestra la unidad de la Biblia, ya que en este pasaje, Jesús hace referencia al pasaje del libro de Números (22-24) en el Antiguo Testamento. Donde el rey de Moab, Balac, recurre a un vidente famoso llamado Balaam, que vivía en Mesopotamia, para que maldijera al pueblo de Israel. Balaam es un ejemplo de un hombre religioso que sucumbe ante la tentación de la avariciaBalaam es un ejemplo también de cómo un pecador puede ser, en contra de su voluntad, un instrumento de Dios para declarar un mensaje. (Diccionario Bíblico Nelson).



La doctrina de Balaam

La doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación, hace referencia al consejo dado por Balaam a Balac, para que empleara a mujeres moabitas para seducir a los hombres de Israel, invitándolos a los sacrificios que ofrecían a sus dioses y comieran de lo sacrificado a ellos y fornicaran con ellas.
“Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.” Números 25:1-2
“He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.” Números 31:16

La doctrina de los nicolaítas

“Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.” Apocalipsis 2:15
Los nicolaítas eran personas que ejercían su mala influencia al tratar de persuadir a los cristianos de que no había nada malo en adaptarse prudentemente al mundo, a no ser tan “radicales, ni tan fanáticos”. Esto ha sido, durante casi todas las épocas de la iglesia, un mal que sutilmente es infiltrado en la iglesia, por su mayor enemigo, Satanás. Por esa razón el Apóstol Pablo escribió:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
No se puede en la vida cristiana, abrir portillos al maligno, pues de manera inadvertida, podemos ser arrastrados hacia el comportamiento mundano que nos aleja de la sana doctrina enseñada por los apóstoles y Jesucristo. Por tal motivo, debemos ser personas íntegras en la medida de lo posible, pues no somos perfectos y vamos a fallar, pero que no sea una costumbre, sino una excepción. 


La exhortación

"Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca."
La exhortación de Jesús a la iglesia de Pérgamo, es que se arrepientan, de lo contrario, Jesús declarará una batalla contra la iglesia. Pero esta batalla no será contra toda la iglesia, pues dice: pelearé contra ellos. El enfrentamiento de Jesús será contra los que retienen las doctrinas de Balaam y de los nicolaítas. El arma a usar será: la espada de mi boca. O sea, con su palabra, con la Biblia. Esta es la que confronta al pecador con su pecado, es la que nos muestra la voluntad del Padre y la que nos guía a la salvación en Cristo Jesús.
Si bien es cierto que la Biblia ha sido manipulada a través de la historia y principalmente a conveniencia de la Iglesia Universal de Roma, también sabemos, que Dios ha protegido su Palabra por los siglos. Muchos han intentado destruirla (incitados por Satanás) y no lo han logrado. La Biblia sigue manteniendo en su tema principal el mensaje revelado de Dios al hombre, aunque no sea literalmente la misma y aunque en sus traducciones se pierda alguna parte del sentido. El mensaje en sí, se mantiene. Una prueba de esto, son las referencias que encontraremos en Apocalipsis, de pasajes del resto de la Biblia, los cuales iremos viendo en el transcurso de este estudio. Ya hemos recorrido algunos de ellos, tanto del Antiguo Testamento, como del Nuevo Testamento, y continuaremos haciéndolo. 


Promesa final

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”
Finalmente, la carta termina con dos promesas para aquel que venza, al cual se le dará a comer del maná escondido. Desde el punto de vista bíblico, el cristiano es ya un vencedor, el Apóstol Pablo escribió: 
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.“ Romanos 8:37
A qué se refiere con la expresión “se le dará a comer del maná escondido”? Si recordamos la historia del Éxodo del pueblo de Israel de Egipto, en el desierto, Dios les dio el maná para que comieran, pan del cielo. Sin embargo, Jesús en referencia a esto dijo: 
“Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:31-35
Por lo tanto, el maná escondido es Jesús mismo, quien se nos dará a todos por la eternidad. Amén!


La segunda promesa

En la segunda promesa, nos dice: le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” La piedrecita blanca, se cree que hace referencia a los juegos olímpicos en Grecia, donde a los ganadores se les entregaba una piedra blanca como entrada a la celebración que se llevaba a cabo después de los juegos en honor de los vencedores. Por lo tanto, esta referencia puede aplicar a que Cristo nos dará la entrada a los cristianos, como vencedores en él, a la vida eterna. En cuanto al nombre, la Biblia nos menciona en varias ocasiones, como Dios y Jesús, les cambiaban el nombre a las personas. Dios le cambia el nombre a Abram por Abraham, a Sarai por Sara, a Jacob por Israel. Jesús le cambia el nombre a Simón por Cefas (Pedro). Así que Jesús tiene un nuevo nombre para nosotros, el cual recibiremos de él en aquel día.

Conclusión

La Iglesia de Pérgamo representa la iglesia que sufrió la mezcla de la sana doctrina de los apóstoles, con la doctrina pagana del imperio romano y sus pueblos conquistados. Además de la infiltración de doctrinas falsas que tergiversaban las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles. Para vencer estas enseñanzas falsas, Jesús nos muestra que tenemos su palabra, la Biblia es la autoridad doctrinal con la cual podemos evaluar si una doctrina es falsa o no. Para ello, la enseñanza tiene que ser congruente con toda la Biblia, no solo con un pasaje aislado y fuera de contexto. Jesús nos deja dos promesas para el cristiano verdadero que guarda la sana doctrina de su palabra. Como verdaderos cristianos, ya somos más que vencedores en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Gracias por su visita y por darle seguimiento a este estudio. Para mí es importante que me deje sus comentarios. No necesita escribir mucho, con solo unas palabras que demuestren su visita y lectura, serán de mucha bendición para mí.
Hasta la próxima entrega.