miércoles, 26 de julio de 2023

Ezequiel capítulo 15

 

Parábola de la vid inútil.


Introducción:

El capítulo 15 del libro de Ezequiel habla sobre la vid inútil de Jerusalén. El capítulo comienza con una pregunta sobre la madera de la vid y su valor en comparación con la madera de otros árboles.  El capítulo se aplica sobre cómo el hombre es capaz de producir un fruto precioso al vivir para Dios, y si falla en esto, no sirve sino para ser destruido.

15 . 1 - 8 Los moradores de Jerusalén (v. 6): Se comparan con el vino que solamente sirve para alimentar el fuego (v. 4). Se hace énfasis, no en la producción del fruto de la vid (Joh 15:1-17), sino en el poco valor de su madera para la construcción. Tanto Isaías (Isa 5:1-7) como Jeremías (Jer 2:21) hablan del fracaso de Israel a la hora de producir frutos; Ezequiel habla de su completa inutilidad ( Jer 5:5). 15 . 3 ¿ Tomarán de ella una estaca para colgar alguna cosa ? : Véase Isa 22:23-25. La respuesta lógica aquí es ¡No! 15 . 7 Fuego los consumirá : Expresión figurada que alude al ejército invasor. (Comentario tomado de la Biblia Plenitud)


Jerusalén es como una vid inútil.

El estudio de hoy, es muy corto, pues el capítulo 15 de Ezequiel, consta solamente de 8 versículos. Por lo tanto, no será un estudio extenso. ¡Comencemos!

"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, ¿qué es la madera de la vid más que cualquier otra madera? ¿Qué es el sarmiento entre los árboles del bosque? ¿Tomarán de ella madera para hacer alguna obra? ¿Tomarán de ella una estaca para colgar en ella alguna cosa? " Ezequiel 15:1-3
Este capítulo es la parábola de la vid que no produciría fruto. La vid es en la Biblia una de las figuras de la nación de Israel. En Isaías 5, la vid fue presentada ante nosotros como la nación de Israel. No necesitamos especular al respecto porque Isaías dijo en 5:7, Ciertamente la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel. (comentario tomado de https://www.escuelabiblica.com)

Dios hablando con el profeta Ezequiel, le hace varias preguntas, en relación con la madera de la vid. Realmente la vid no produce madera que pueda ser utilizada en construcción, por lo tanto Dios da su conclusión.

"He aquí, es puesta en el fuego para ser consumida; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte de en medio se quemó; ¿servirá para obra alguna? He aquí que cuando estaba entera no servía para obra alguna; ¿cuánto menos después que el fuego la hubiere consumido, y fuere quemada? ¿Servirá más para obra alguna? " Ezequiel 15:4-5

Dios determina que la madera de la vid, solo sirve para ser consumida por el fuego. Además, si la madera entera no servía para obra alguna, menos después de haber sido quemada. El único propósito en la vida de la vid, es llevar fruto. Si una vid no da fruto, no sirve para nada más, solo para alimentar el fuego.


La sentencia de Dios para Jerusalén.


El pueblo de Israel no estaba produciendo fruto, por lo tanto, así como la vid que no produce fruto, es quemada, la sentencia de Dios para Jerusalén seria la misma, destrucción por medio del fuego.

"Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Como la madera de la vid entre los árboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, así haré a los moradores de Jerusalén. Y pondré mi rostro contra ellos; aunque del fuego se escaparon, fuego los consumirá; y sabréis que yo soy Jehová, cuando pusiere mi rostro contra ellos. Y convertiré la tierra en asolamiento, por cuanto cometieron prevaricación, dice Jehová el Señor." Ezequiel 15:6-8
La sentencia de Dios sobre Jerusalén habla de prevaricación (prevaricato (del latín varicar, "renquear, torcerse"​) según la definición de la palabra, se trata de un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley. Entonces podemos entender que la sentencia de Dios sobre la ciudad de Jerusalén y Judá en general, va en relación con la injusticia y violación de la ley.


Conclusión:


Este breve estudio sobre el capítulo 15 de Ezequiel, nos hace reflexionar sobre el aspecto del fruto y la ley de Dios. La Biblia nos habla de llevar fruto, así como Dios le pedía fruto a Israel, pero, ¿Qué entendemos por llevar fruto? Acá, puede que me esté metiendo en un tema polémico, pues he escuchado varias veces a predicadores, que se refieren a este tópico, mencionar que el fruto son las almas que ganamos para Cristo. La base para esta afirmación, la ponen en las palabras de Jesucristo en Mateo 28:18-20

"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
El texto anterior, es conocido como la Gran Comisión, pero, ¿A quién le fue dada esta comisión? ¿A cada creyente o a la iglesia? Los creyentes individuales, no tenemos la autoridad para bautizar, esta autoridad la tiene el pastor, y éste la recibió de la Iglesia; la comisión habla de bautizar, por lo tanto, esta comisión le fue dada a la Iglesia. Las iglesias, obviamente utilizando a las personas que la conforman, están en la obligación de preparar programas de evangelismo, capacitar a sus miembros para ser enviados como misioneros y llevar el evangelio a toda persona. Pero el fruto, que Dios le exigía, a Israel lo encontramos en el libro del profeta Miqueas:

"Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios." Miqueas 6:8

La justicia, misericordia y humildad ante Dios, en todo esto había fallado Israel, por lo tanto, Dios trajo sobre ellos su juicio. En nuestro caso, el fruto que se demanda de nosotros, es el que se encuentra en Gálatas 5:22-23

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."
Llevar fruto en la Biblia se refiere a llevar el fruto del Espíritu, que es importante en la vida cristiana. Jesús afirma que todos los creyentes que no llevan fruto serán quitados de Él y echados en el fuego. Para llevar mucho fruto, es necesario permanecer en Dios, tener paciencia y amor, y no enojarse fácilmente. En Juan 15:5, Jesús compara a los creyentes con los pámpanos y dice que no pueden llevar fruto por sí mismos, sino que deben permanecer en Él.

Debemos estar en constante oración, pidiéndole al Señor, que nos ayude a llevar el fruto del Espíritu Santo en nosotros. Un verdadero cristiano debe buscar llevar este fruto en su vida. No se trata de varios frutos, sino de un fruto en un racimo. Así como la vid, su fruto es un racimo de uvas, así el fruto del Espíritu es un racimo de virtudes, donde el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza, nos conformarán a la imagen de Jesucristo, lo cual es nuestra meta.

Hasta acá el estudio del capítulo 15 de Ezequiel, espero que les haya sido de bendición y que lleven mucho fruto. ¡Dios les bendiga!