viernes, 24 de abril de 2020

Daniel capítulo 4

La locura de Nabucodonosor


Introducción

En este capítulo cuatro del libro de Daniel, encontramos al rey de Babilonia narrando un acontecimiento de su vida. Esta narrativa en forma de proclamación, trata de la serie de acontecimientos que tuvieron lugar en la vida de Nabucodonosor, donde sufrió una humillación por intervención divina. Algunos cuestionan que esta proclamación haya venido directamente del rey, ya que consideran que un rey tan arrogante y orgulloso, que se mandó a erigir una estatua de oro de sí mismo; fuera capaz de narrar su propia humillación. Sin embargo, nada es imposible para Dios y perfectamente Él pudo cambiar el corazón de este rey soberbio. El caso es que el libro presenta este capítulo cuarto, como una carta enviada por el rey a todo su imperio, exaltando y alabando al Dios Altísimo.

La proclamación de Nabucodonosor

"Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación." Daniel 4:1-3
En el texto Nabucodonosor se identifica como el rey, y dirige su proclamación a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra. En otras palabra a todo su imperio, deseándoles: Paz os sea multiplicada. Imagino la cara de asombro de todos los que escucharon este saludo, viniendo de Nabucodonosor, pareciera algo increíble.

Nabucodonosor relata su sueño

"Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio. Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación. Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos." Daniel 4:4-18
 Nuevamente encontramos a Nabucodonosor, turbado por un sueño que tuvo, el cual lo espantó. Al igual que con el sueño de la estatua, manda a llamar a todos los sabios de Babilonia, para que interpretaran su sueño. Nuevamente, los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, a pesar de que esta vez si se les dijo el sueño, fallaron a la hora de dar su interpretación. El relato bíblico no lo dice, pero creo que Dios intervino en esto, para que los supuestos magos no dieran al rey una interpretación falsa. Daniel aparece en escena, y el rey reconoce que en Daniel está el espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se le esconde. Le cuenta a Daniel el sueño y éste le da su interpretación.

La interpretación del sueño de Nabucodonosor

"Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren. El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos" Daniel 4:19-23
Notamos en el texto anterior, que el asunto toma a Daniel por sorpresa y lo deja atónito. Por espacio de casi una hora, Daniel está turbado en sus pensamientos, el relato no lo dice, pero creo que él estaba orando, esperando que Dios le diera una respuesta para el rey.  Nabucodonosor percibe el estado abrumado de Daniel, pero Daniel comienza diciendo que su anhelo es que el sueño se aplique a los enemigos más que al rey mismo. Seguidamente, Daniel da su interpretación, al igual que la imagen del sueño del capítulo dos, el árbol representa al mismo rey Nabucodonosor y la forma en que éste amplio su imperio. La orden de derribar el árbol era profetizando una demencia temporal del rey conocida como licantropía, donde el que la padece, cree ser un animal.

La sentencia del Altísimo


"esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna." Daniel 4:24-26

La interpretación sobre la demencia del rey, es expresada por Daniel; el rey será echado de su palacio y habitará con las bestias del campo y comerá hierba como los bueyes. El rocío del cielo lo bañará y su estado permanecerá hasta pasados siete tiempos. No está claro que tipo de tiempo es este, ¿siete semanas, siete meses, siete años? no se sabe con certeza ya que la Biblia utiliza este vocablo para referirse a temporadas, periodos y años. Lo importante no es a cuánto tiempo equivale, sino el hecho de que era el tiempo preciso determinado por Dios. Recordemos que el número siete en la Biblia, significa completo. Por lo tanto, los siete tiempos corresponde al tiempo que Dios determinó,  para que la obra en Nabucodonosor fuera completa. Daniel le confirma al rey que su reino permanecerá para él a pesar de lo acontecido, esto es lo que la cepa del árbol con atadura de hierro y bronce significaba.

Cumplimiento de la profecía

Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad. Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere." Daniel 4:27-32

Daniel aconseja al rey de Babilonia redimir sus pecados, haciendo justicia, redimir sus iniquidades, haciendo misericordias para con los oprimidos. Un año después, estando el rey paseándose por su palacio y observando toda su grandeza; no dio gloria y honra al Dios del cielo, por todo lo que le había dado. En su lugar, su soberbia le hizo creer que todo eso era fruto de sí mismo, expresando que lo había edificado con la fuerza de su poder, y la gloria de su majestad. Esta arrogancia y soberbia, hizo que de inmediato, viniera de parte de Dios la sentencia:

"El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves." Daniel 4:31b-33

Nabucodonosor es restaurado en su trono

"Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida." Daniel 4:34-36


Después de pasado los siete tiempos establecidos por Dios, Nabucodonosor alzó sus ojos al cielo, humillándose ante la majestad de Dios. De su boca salió bendición para Dios, le adora reconociendo gloria y eternidad y además su soberanía sobre la tierra y la eternidad de su reinado. Este acto de humildad y reconocimiento ante Dios, le es reconocida y Dios lo restaura a su trono y le da mayor grandeza que la que tenía.


Nabucodonosor reconoce la soberanía de Dios


Finalmente, llegamos al último versículo de este capítulo cuatro de Daniel. Aquí encontramos a un Nabucodonosor que fue humillado por Dios, que pasó un periodo de tiempo habitando con las bestias y que al final reconoció que toda la grandeza que tenía, le había sido dado por el Rey del cielo.

"Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia." Daniel 4:37

Conclusión

De acuerdo con el relato que hemos analizado en este capítulo cuatro del libro del profeta Daniel, encontramos que, un rey tan poderoso y temido como Nabucodonosor, tuvo que dejar de lado su soberbia y reconocer, que sin Dios, nada somos. La arrogancia de este rey, lo hizo pensar que todo lo que había logrado, había sido por sus propios medios.  Pero al final tuvo que reconocer que todo había venido del Dios del cielo. Lamentablemente, hoy día, hay muchos que se creen merecedores de todo lo que tienen. Creen que lo han logrado por sus propios medios y no reconocen ni agradecen nada a Dios. Nuestra salud y fortaleza vienen de Dios, todo lo que tenemos, sea mucho o sea poco ha venido de Dios. Reconócelo y recibirás, al igual que Nabucodonosor, mayores bendiciones.

Para la próxima publicación, estaremos estudiando el capítulo quinto de Daniel. Aquí vamos a ver, el motivo por el cual Dios quita de Babilonia su imperio y lo da a los Medos y Persas. Hasta entonces, bendiciones!

miércoles, 22 de abril de 2020

Daniel capítulo 3


Introducción

En la última publicación concluimos con el capítulo dos de Daniel y dejamos a los amigos de éste, siendo puestos sobre los negocios de la provincia de Babilonia. Daniel se quedó en la corte del rey.

Vamos  a iniciar ahora con el capítulo tres del libro. Una nueva crisis está por desencadenarse, la cual afectará a los hebreos cautivos en Babilonia. No están claras las circunstancias por las cuales se presenta esta crisis, sin embargo, Nabucodonosor en un esfuerzo por lograr la unidad de la provincia, manda a erigir una estatua de oro, un coloso que se cree, era de sí mismo y esto da origen a la crisis de los hebreos. Ya que la orden del rey fue la obligatoriedad de adoración a dicha estatua. Esto violentaba los principios religiosos de los hebreos, ya que estaba prohibido en su ley, el inclinarse y adorar imágenes y dioses falsos.

Una fidelidad probada

El capítulo tres de Daniel inicia con el relato de lo sucedido, veamos:

"El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia." Daniel 3:1
El texto anterior nos muestra que la estatua tenía una altura de sesenta codos, un codo equivale aproximadamente a 46 cm (distancia entre el codo y el dedo corazón extendido), por lo tanto, la altura de la estatua era de 27 metros de alto y 2.8 metros de ancho. 

El relato nos indica que la estatua fue levantada en Dura, en la provincia de Babilonia. Por lo que alguno eruditos creen que esta llanura debió estar cerca de Babilonia y no se refiere a la ciudad con el mismo nombre, cercana a Asiria.

Dedicación de la estatua

El relato bíblico nos hace referencia a que el rey hizo reunirse a los principales funcionarios del imperio.

"Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado. Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor." Daniel 3:2-3
 Para esta dedicación, el programa incluía un saludo musical, el cual sería una señal para la adoración universal de la imagen.
"Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, que al oir el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Por lo cual, al oir todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado." Daniel 3:4-7
Vemos en el relato anterior, el gusto que tenía Babilonia por los cantos y la música. En el año 1978, el grupo musical Boney M, lanzó una canción basada en el Salmo 137, titulada "Ríos de Babilonia". La letra de este canto y la del Salmo, hacen referencia al cautiverio del pueblo hebreo en Babilonia y de cómo les pedían que cantaran y tocaran de sus cánticos, pero el pueblo no tenía ánimo de cantar. Otro aspecto que se desprende del texto mencionado, es que la desobediencia a la orden del rey, tenía como consecuencia ser echado dentro de un horno de fuego ardiente, de forma inmediata. 

Desacato de los amigos de Daniel

Ante la orden del rey de Babilonia, los administradores de la provincia, Sadrac, Mesac y Abed-nego, se rehusaron a cumplir con la misma, por lo tanto, al escucharse la música para la adoración de la estatua, ellos permanecían en sus pies. El escritor de La epístola a los Hebreos, escribió: 
"Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigosdespojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." Hebreos 12:1
Este texto de Hebreos, nos demuestra que, los que confiamos en Dios, estamos siendo observados constantemente por los demás, ya sea para criticarnos, señalarnos o buscar causarnos daño. Esto pasó con Sadrac, Mesac y Abed-Nego, conocidos por sus nombres Babilónicos y no por sus nombres judíos. Recordemos que en la cultura judía, los nombres tenían un gran significado, y los nombres de los amigos de Daniel, tenían relación con su Dios; por lo tanto, se quería quitar de ellos todo vestigio de su cultura y su Dios. Por tanto, les fueron cambiados sus nombres. Daniel, cuyo nombre hebreo significa "Dios es mi juez", fue cambiado a Beltsasar, cuyo significado babilónico es "Señora protege al rey", a Ananías, cuyo significado hebreo es "Dios ha mostrado su gracia" se le cambió a Sadrac, cuyo significado babilónico es "Soy muy temeroso (de dios)", a Misael, cuyo significado hebreo es "¿Quién es lo que es Dios? se le cambió a Mesac, cuyo significado babilónico es "Soy de poca estima" y finalmente, a Azarías, que en hebreo significa "El Señor ha ayudado", se le cambió por Abed-nego, que en babilónico significa "Siervo del resplandeciente" refiriéndose a "Nebo" una deidad babilónica (según el libro La Religión Babilónica, pag. 76). 

La envidia que se desató en los funcionarios babilónicos, cuando los amigos de Daniel fueron nombrados administradores de la provincia, hizo que éstos no desaprovecharan la oportunidad de acusarlos ante el rey.
"Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos. Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. Tú oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oir el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de too instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo. Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado." Daniel 3:8-12
Luego de la acusación ante el rey, éste se llena de ira y con enojo mandó llamar a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Estando éstos en presencia del rey, Nabucodonosor les pregunta si realmente es verdad, que ellos no rinden culto a su dios, ni dan honor la estatua de oro que él levantó.  Y les pregunta si están dispuestos a postrarse y adorar la estatua, tan pronto escuchen el sonido de la música, so pena de ser echados al horno de fuego, si no lo hacen.  Y la última pregunta desafiante que hace el rey es ¿Y qué dios será el que os libre de mis manos? 

Nabucodonosor ya había experimentado el poder de Dios, al revelar e interpretar el sueño que había tenido él. Sin embargo, la arrogancia del rey le hizo desafiar al Dios del cielo. La respuesta de Sadrac, Mesac y Abed-nego fue:
"No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado." Daniel 3:16-18
La confianza en Dios, demostrada por estos varones, hizo enfurecer al rey. Nunca se esperó que en su presencia, fueran capaces de negarse a cumplir con su mandato. El rey manda a calentar el horno siete veces más de lo acostumbrado, quería asegurarse que ellos no lograran sobrevivir al horno. Manda a hombres corpulentos de su ejército para atar a los varones y echarlos en el horno. Por lo tanto Sadrac, Mesac y Abed-nego, fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. 
"Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a  Sadrac, Mesac y Abed-nego. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo." Daniel 3:22
Me llama la atención ver a Nabucodonosor desafiando al Dios del cielo, pero a la vez tomar medidas para que los varones hebreos no puedan sobrevivir. Mandar a calentar siete veces más el horno demuestra que, de alguna manera, sabía que Dios podía proteger a estos varones. Tremendo susto se llevó al ver cuatro varones moverse dentro del horno y sueltos, cuando habían sido echados atados solo tres.
"Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses." Daniel 3:24-25
Nabucodonosor no da crédito a lo que sus ojos están viendo, tiene que preguntar y afirmar que si eran tres los varones atados que echaron dentro del horno, por qué está viendo a cuatro varones y sueltos. Además, el cuarto varón que ve, tiene un aspecto sobrenatural, su aspecto es semejante a hijo de los dioses. Aquí, no es que Nabucodonosor esté asociando al cuarto varón con uno de sus dioses, sino que el aspecto de este cuarto varón, es especial. Recordemos a Jesús cuando tomando a Pedro, Jacobo y Juan, los llevó a un monte alto y se transfiguró delante de ellos.
"Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve." Marcos 9:2-3a
El aspecto de Jesús en la transfiguración, mostraba a Jesús con vestiduras resplandecientes. Teológicamente, se cree que este cuarto varón en el horno de fuego ardiente, era el mismo Jesús, en lo que se conoce como una cristofanía. El resplandor de este varón celestial era tal, que sobresalía en medio de las llamas.

Nabucodonosor debe haberse dado cuenta que la presencia de este cuarto varón, solo significaba que Dios había protegido a sus siervos y acercándose a la puerta del horno llama a los varones hebreos.
"Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían." Daniel 3:26-27
Es interesante notar la manera en que Nabucodonosor se dirige a los varones, los llama siervos del Dios Altísimo. Lo que demuestra que, la experiencia tenida con Daniel, y la revelación que Dios le dió del sueño y su interpretación, sumado a esta nueva experiencia, de ver ante sus ojos, como Dios libró a sus siervos y observar a este varón celestial juntamente con ellos, caló en Nabucodonosor.
"Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar, por cuanto no hay dios que pueda librar como éste." Daniel 3:28-29
Nabucodonosor reconoce que el Dios de los hebreos, realmente es un Dios que libra a sus siervos. Y expresa una bendición sobre Dios y promulga un decreto que obliga a todos los pueblos de su imperio a no blasfemar contra Dios, so pena de ser descuartizado y destruida su casa. 

Llegamos al final de este capítulo tres con el rey Nabucodonosor engrandeciendo a los varones hebreos.
"Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia" Daniel 3:30

Conclusión

Hemos concluído con el capítulo tres del Libro de Daniel. Hasta aquí pudimos ver la fidelidad de Dios para con Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego. En tanto ellos pusieron su confianza en su Dios, Dios les respondió y los libró. Ante la situación actual que el mundo está pasando, con la pandemia que está afectando a nuestros países. Es refrescante recordar que, nuestra confianza está puesta en Jesucristo, autor y consumador de nuestra fe. Por lo tanto, así como Dios libró a estos siervos del horno de fuego ardiente, así Dios nos puede librar del Covid-19 y del Coronavirus.

 


lunes, 20 de abril de 2020

Daniel capítulo 2 - segunda parte.

Introducción

En el artículo anterior, iniciamos con el análisis de la visión que tuvo el rey Nabucodonosor. Como Dios le reveló a Daniel el sueño y la interpretación del mismo. El sueño del rey de Babilonia revelaba el correr de la historia desde el imperio babilónico, hasta el final de los tiempos.  Analizamos que la cabeza de oro, representaba al imperio babilónico, un imperio rico y poderoso, que Dios le dio a Nabucodonosor. Daniel es enfático en hacerle ver al rey que su poder, fuerza y majestad vienen de Dios. "Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad." Daniel 2:37.  

Si bien el oro es el de mayor valor, de todos los metales de la estatua  y muy preciado en todos los tiempos, es también el de menor fortaleza. Veremos en este artículo que los metales de la estatua de la visión de Nabucodonosor, aumentan en fuerza pero se degradan en valor.

El imperio representado por la plata

La segunda sección de la imagen vista por el rey babilónico, estaba formada de plata, material más fuerte que el oro, pero de un valor menor. Esta parte abarcaba los brazos y el pecho de la imagen. Los dos brazos representan los dos pueblos que se unieron para derrotar a Babilonia, se trata de los medos y los persas. Un imperio de mayor fuerza que el babilónico, pero inferior a éste.

EL imperio representado por el bronce

Seguidamente, el imperio representado por el bronce, que abarca el vientre y los muslos de la imagen, identifica a las arrasadoras legiones de Alejandro Magno y su imperio griego-macedonio. El bronce es un material más fuerte que la plata y el oro, pero de menor valor.  Los materiales de la imagen continúan degradándose.

El imperio representado por el hierro

Finalmente llegamos a la parte baja de la imagen, las piernas y los pies. Las piernas son de hierro, material más fuerte que los anteriores.  El hierro representa al imperio romano, el más poderoso de todos. Este imperio sobresalió por la fortaleza de su ejército, de sus leyes y de su organización política. También fue un imperio que desmenuzó y quebrantó a los pueblos que conquistó. Las dos piernas representan la división del imperio en dos: Oriente y Occidente. Los pies están formados de hierro y barro cocido, lo que implica que, en los últimos días del imperio, se irá degradando y finalmente se dará una confederación de alianzas que no lograrán la unidad, esto está representado por los diez dedos de los pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido, en otras palabras, una mezcla de fuerza y debilidad.

La piedra desprendida de la montaña

Finalmente en la visión de Nabucodonosor se ve una piedra que se desprende de una montaña, sin que medie mano humana, lo que implica que es un designio de Dios. Esta roca asesta un golpe certero a la combinación de hierro y barro de los pies, provocando que la imagen caiga y sea destrozada completamente. La piedra se convierte en una gran montaña y llena toda la tierra.

"Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra." Daniel 2:35 

Esta roca se asocia con el Mesías de Dios, en la Biblia se hace la comparación del Mesías con una roca. "Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure." Isaías 28:16

Daniel expresó: "El muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos." Daniel 2:21. Dios tiene control de los acontecimientos de la tierra, esto no quiere decir que todo lo que el hombre hace, tiene la aprobación de Dios. Lo que quiere decir, es que Dios está vigilante, en su soberanía el utiliza como instrumento al hombre, para cumplir con su plan Divino y Perfecto. Así como levanta reyes, también los quita, no arbitrariamente, sino que les da la oportunidad de hacer lo correcto. Cuando esto no se hace, Dios interviene y levanta otro rey. 

Todos los reyes e imperios que se levantaron, fueron voluntad de Dios. Todos ellos fracasaron, anteponiendo su ego y codicia antes que al Dios de los cielos. Esto les hizo caer y Dios demostró que el hombre es incapaz de gobernar con sabiduría y justicia. Al final se levantará un reino que será, divino, abarcará toda la tierra y será eterno. Dios establecerá su reino con los hombres. Esto lo veremos en el estudio de Apocalipsis.


Nabucodonosor engrandece a Daniel

Pese a que Daniel fue enfático con el rey, al decirle que no era él quien interpretaba el sueño y daba su significado. sino el Dios del cielo; Nabucodonosor, el poderoso rey emperador de Babilonia, se postró ante Daniel. "Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso." Es increíble que un hombre tan poderoso y temido como Nabucodonosor, se postre y se humille ante el joven Daniel. Esto demuestra cuanto caló en el rey de Babilonia, que a Daniel, Dios le haya revelado el sueño y mostrado su significado. El rey está reconociendo que Daniel es un hombre de Dios y en cierta medida, le temió por el poder de Daniel de comunicarse con Dios y ser escuchado. Además Nabucodonosor reconoció que el Dios de los judíos es real y poderoso.

Los compañeros de Daniel también fuero ascendidos

Daniel, en un acto de solidaridad con sus amigos que lo habían apoyado en oración, pide al rey que Sadrac, Mesac y Abed-Nego, fueran puestos por administradores de la provincia de Babilonia. Aquellos jóvenes judíos, que habían sido llevados al exilio a una tierra lejana de la suya, ahora estaban siendo bendecidos por Dios por su fidelidad. 


Con esto concluimos el capítulo dos de Daniel, para la próxima estaremos abordando el tema del tercer capítulo, en el cual veremos la fidelidad de Dios sobre los amigos de Daniel. Gracias por su visita y será hasta la próxima entrega. Bendiciones!

 

domingo, 19 de abril de 2020

Daniel capítulo 2

Introducción

El segundo capítulo del libro de Daniel, trata sobre el sueño que tuvo el rey de Babilonia, pero antes de iniciar con este estudio, quiero mencionar unos aspectos que omití en la entrega pasada, y que considero importante hacerlo.  Para el período del libro de Daniel, había tres profetas contemporáneos, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Cada uno de ellos ejerció su oficio de manera diferente, Jeremías lo hizo en Judá, aunque tuvo la oportunidad de ir a Babilonia, decidió quedarse en Judá para apoyar espiritualmente y anímicamente al remanente que fue dejado. Ezequiel, por otro lado, sí fue a Babilonia para acompañar a los exiliados y profetizar a los judíos. En el caso de Daniel, ejerció su oficio en las cortes; profetizando e interpretando sueños a los reyes gentiles, primeramente en la corte de Nabucodonosor, en el imperio babilónico, posteriormente con los medos-persas.  Dios designó a cada uno de estos profetas una labor específica en el ejercicio de su oficio.

El segundo aspecto importante de mencionar, es que el libro de Daniel fue escrito en dos idiomas, la primera y última parte fue escrito en hebreo y la sección intermedia, fue escrita en arameo. Desde el capítulo uno hasta el capítulo dos, versículo cuatro "a" y el capítulo ocho hasta el capítulo doce, versículo trece, se escribieron en hebreo.  Del capítulo dos versículo cuatro "b" hasta el capítulo siete, versículo veintiocho; se escribieron en arameo.

Finalmente, se estima que la edad de Daniel, cuando fue llevado a Babilonia, estaba entre los 15 y 17 años, un joven príncipe de Judá. El nombre hebreo Daniel, significa: Dios es mi juez.

El sueño de Nabucodonosor 

Daniel 2:1

"En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño."

El rey de Babilonia tuvo un sueño que lo dejó intranquilo, el sueño fue repetitivo, de ahí que la Biblia dice que tuvo sueños, no que tuviera varios sueños diferentes, sino que el mismo fue repetitivo. El rey hizo llamar a los magos, astrólogos, encantadores y caldeos (de todos los pueblos que había conquistado), para que le explicaran el sueño y su significado. De acuerdo con el relato bíblico de Daniel 2:1-11, el rey le solicitó a los sabios que le revelasen el sueño que él había tenido y su interpretación. Es muy probable que estos sabios ya le habían fallado al rey, puesto que astutamente, el rey solicita que le revelen el sueño, pues considera que si él declara su sueño, los sabios podrán inventar una interpretación; mientras que si son capaces de revelar el sueño, su interpretación será confiable.

En el versículo cinco de este segundo capítulo, la versión Reina-Valera lo traduce: "Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares." Aquí parece haber un error de traducción, algunos eruditos piensan que el rey no olvidó el sueño, sino que estaba intentando comprobar si realmente ellos eran capaces de hacer lo que decían. Otras versiones traducen este mismo pasaje de forma diferente. Por ejemplo, la Biblia de Estudio Siglo XXI, lo traduce de la siguiente manera: "El rey respondió y dijo a los caldeos: -De mi parte el asunto está decidido: Si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis descuartizados, y vuestras casas serán convertidas en ruinas."

El asunto era serio, Nabucodonosor no bromeaba, los sabios lo sabían y conocían que los reyes babilonios eran muy crueles. Si el rey descubría que ellos eran falsos, charlatanes y mentirosos, recibirían toda la ira del rey sobre ellos y sus familias. Nabucodonosor tomó la argumentación de ellos, como pretexto para tratar de convencerlo de lo irracional de su pedido, sin embargo, Nabucodonosor estaba determinado a no revelar su sueño.

Al final los sabios tuvieron que reconocer que: "No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo." Daniel 2:10

Por esta razón, el rey promulgó el edicto de que todos los sabios fueran llevados a la muerte. 

En el capítulo uno de Daniel, el rey Nabucodonosor había ordenado instruir a Daniel y sus compañeros, por un periodo de tres años, en la enseñanza de las letras y la lengua de los caldeos. Al final del capítulo, pasados los tres años, estos jóvenes fueron llevados ante la presencia del rey y evaluados por éste, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. (Daniel 1:20)

En el versículo uno del capítulo dos, se da un acontecimiento anterior al final del capítulo uno. Analicemos, al final del capítulo uno ya habían pasado tres años, puesto que este fue el plazo puesto por Nabucodonosor para la instrucción de Daniel y sus compañeros, según Daniel 1:5 ("Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.") El inicio del capítulo dos hace referencia al segundo año del reinado de Nabucodonosor, por lo tanto fue un año antes de que Daniel y sus compañeros fueran llevados a la presencia del rey, al final de su instrucción.

Con base en lo anterior, podemos deducir que Daniel era muy joven cuando tuvo que enfrentar la muerte decretada por el rey, para todos los sabios de Babilonia y el reto de poder interpretar el sueño del rey.

"Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos. Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había. Y Daniel entró y pidió al rey que se le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey."

Como ya mencioné anteriormente, Daniel a estas alturas, era un joven de aproximadamente 20 años y demostró ser sabio, prudente y osado al dirigirse al rey y solicitar tiempo y se compromete en revelar el sueño e interpretación al rey. Luego de obtener más tiempo, el cual no se menciona en la Biblia, pero deduzco, por la premura del rey, que no fue mucho el que se le concedió; Daniel busca a sus compañeros y los pone en autos y les solicita sus oraciones pidiendo misericordia a Dios, para que le sea revelado a Daniel el sueño del rey y su correspondiente interpretación. De acuerdo con las enseñanzas bíblicas, encontramos que Daniel era un hombre de oración, durante el día, sacaba tiempo para orar tres veces y buscar la dirección y voluntad de Dios.

El sueño del rey revelado a Daniel

Después de recibir de parte de Dios, la revelación e interpretación del sueño del rey (es posible que Dios le dio a Daniel el mismo sueño que le dio a Nabucodonosor, para que Daniel tuviera todos los aspectos del mismo y luego le fue revelado su significado). Daniel eleva una oración de agradecimiento a Dios. "Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora a luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey." Daniel 2:19-23

Después de recibir la revelación, por parte de Dios, Daniel va al capitán de la guardia y solicita que no mate a los sabios de Babilonia y que lo lleve ante la presencia del rey y que él le va a mostrar la interpretación del sueño. Daniel es llevado ante el rey y éste le pregunta: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? (Daniel 2:26) Ante esta interrogante, Daniel le contesta al rey Nabucodonosor: "El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días."

Daniel le revela al rey su sueño

Daniel está en la corte del rey de Babilonia, le hace saber que la revelación del sueño del rey procede de Dios, ya que es imposible para el hombre revelarle su sueño. Daniel comienza diciéndole al rey, que éste, estando en su cama, comenzó a pensar y deseo saber lo que habría de ser en lo por venir. Por lo tanto, Dios, que es quien revela los misterios, le mostró lo que ha de ser.

Daniel expresa que Dios le ha revelado a él el sueño del rey, no por ser más sabio que los demás, sino para que el rey conozca la interpretación y para que entienda los pensamientos de su corazón. Daniel procede a revelar el sueño: 



"Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación." Daniel 2:31-45


Análisis  de la visión y su interpretación

Dios en su soberanía escogió a un rey pagano, para mostrarle el futuro de la humanidad. El sueño que tuvo el rey de Babilonia, revela el final del tiempo de las naciones. La Biblia nos presenta dos líneas paralelas, una representa al pueblo de Israel y la otra representa a todas las naciones gentiles (no judías). La forma en que Dios trata con los israelitas y la manera en que Dios trabaja con las naciones, son diferentes. Estas dos líneas las podemos encontrar en las profecías de casi todos los profetas del Antiguo Testamento. 

El simbolismo de la estatua que vio Nabucodonosor en su sueño es el siguiente: La cabeza de oro representa al rey Nabucodonosor y su imperio babilónico. El pecho y brazos de plata, representa al imperio medo-persa iniciando con el rey Darío. El vientre y los muslos de bronce representan al imperio griego-macedonio al mando del Alejandro Magno. Las piernas de hierro representan al imperio romano en su plenitud, y los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, representa la degradación del imperio romano, el cual, de alguna manera, sigue en el mundo actual, pero con un poder mucho más limitado.

Como se puede apreciar, la estructura de la estatua se va degradando, comienza con oro, el metal más preciado de la época y termina con barro cocido. Esto representa la degradación que sufrirán los imperios. Babilonia y Nabucodonosor, fueron los de mayor esplendor, Nabucodonosor fue el primer gobernante mundial y de todos los imperios antiguos, el que mejor labor realizó.  Babilonia es mencionada por varios de los profetas bíblicos, por ejemplo, Jeremías habla de la grandeza que Dios le dio a este reino (Jeremías 27:5-11). Podemos notar al leer este pasaje del profeta Jeremías, que Dios es el que tiene el control de los reyes y gobernantes de esta tierra, que son usados como instrumentos de Dios para cumplir con el propósito de su plan Divino y que así como los levanta, también los hace caer. Daniel también menciona en su libro la grandeza de este imperio y el libro de Apocalipsis también hace referencia a Babilonia.

Más adelante, en este libro de Daniel, veremos como Dios quita el poder a Babilonia y lo da a los Medos y Persas, y la razón por la cual lo hace. Por el momento, vamos a dejar este estudio aquí, continuaremos luego con el análisis de los demás imperios. Hasta entonces, bendiciones!