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domingo, 23 de agosto de 2020

Apocalipsis 12 - La mujer y el dragón



Apocalipsis 12 - La mujer y el dragón

Por José Daniel Quesada


Introducción

En la entrega anterior, concluímos con las siete trompetas; sin embargo, antes de iniciar con las siete copas de la ira de Dios. Juan hace una pausa en su narrativa, y nos presenta una serie de acontecimientos que abarcan los capítulos del doce al quince. En esta oportunidad vamos a estudiar el capítulo doce, donde Juan nos introduce varios personajes importantes en la culminación de la historia. 

Recordemos que el género literario usado por Juan, es el conocido como apocalíptico. En el cual se hace uso de simbolismos. Por lo tanto, la presentación de los personajes de este capítulo, se hace bajo símbolos extraídos del Antiguo Testamento. El lector podrá fácilmente identificar a algunos, mediante el mismo pasaje; pero en otros casos, es necesario un conocimiento y estudio de las sagradas escrituras.


La señal en el cielo 

"Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas." Apocalipsis 12:1
El capítulo doce inicia indicando que en el cielo apareció una señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Vamos a analizar este primer versículo de este capítulo.

Algunos eruditos creen que esta, fue la posición astronómica de los cuerpos celestes; a la hora del nacimiento de Jesús. La mujer representa la Constelación de Virgo, la corona de doce estrellas, es la Constelación de Leo, más los planetas Marte, Mercurio y Venus. Una conjunción que anunció a los astrónomos de Oriente, el nacimiento del Rey de los Judíos.

La Constelación de Virgo, representa el nacimiento virginal de Jesús. Por lo que algunos interpretan que la mujer es María la madre de Jesús. Otros han interpretado que la mujer es la iglesia, sin embargo, esta posición no tiene sentido; puesto que Jesús dio origen a la iglesia, no la iglesia a Cristo. En el texto de Apocalipsis, debemos interpretar que la mujer es Israel. Más adelante veremos detalles que fundamentan esta posición.

La Constelación de Leo, representa la tribu de Judá; recordemos lo visto en Apocalipsis 5:5  ("He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos." ). Remembremos que Jesús nació en Belén de Judea, región de la tribu de Judá. Esta constelación consta de nueve estrellas, más los planetas Marte, Mercurio y Venus, complementan la corona de las doce estrellas que se ubica sobre la cabeza de la Constelación de Virgo.

En la imagen que ilustra este estudio, vemos que el Sol aparece dentro de la Constelación de Virgo. A sus pies está la Luna y sobre su cabeza, la Constelación de Leo, junto con los planetas ya mencionados. Al lado izquierdo, por los pies de Virgo, está la Constelación de la Serpiente, que también en mencionada más adelante.

Si bien es cierto que el pasaje de Apocalipsis 12:1 perfectamente encaja en el nacimiento del Mesías; también es aplicable a su segunda venida y es posible que esta conjunción se vuelva a dar, anunciando nuevamente la venida de Cristo como el Rey Mesiánico. Al estar este pasaje intercalado en Apocalipsis, y al considerar las otras señales en el cielo que Juan ha mencionado; no podemos obviar su relación con los acontecimientos futuros, relacionados con el Reino del Mesías, en el milenio.


La mujer vestida del sol

Anteriormente, dije que la mujer representa a Israel. Para fundamentar esto, veamos como Juan se refiere a otras supuestas mujeres, mencionadas en Apocalipsis: En el capítulo 17, Juan menciona a la "gran ramera", pero obviamente, no se trata de una mujer, sino de un sistema religioso corrupto, que persigue a los siervos de Dios. En el capítulo 19, nos habla de la "esposa del Cordero" y esta referencia está relacionada con la Iglesia. Ambas referencias, no se trata de una mujer, sino de una agrupación de personas. Por lo tanto, asociar a la mujer con Israel es coherente con estos otros casos.

Pese a lo anterior, podemos también usar otras referencias que Juan nos da. En el texto de Apocalipsis, Juan usa los símbolos del sol, la luna y doce estrellas. Como en la Biblia no existen las coincidencias, esta misma simbología la encontramos en el Génesis. Cuando José, uno de los hijos menores de Jacob, tuvo unos sueños que le revelaban de parte de Dios; su futuro. Él tuvo este sueño:
"Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí." Génesis 37:9
Este sueño de José, hace referencia a su condición futura como gobernador de Egipto, luego de que sus hermanos lo vendieran. Recordemos que Jacob y los hermanos de José, se trasladaron a Egipto y allí se constituyeron en la nación de Israel. Además, el Mesías nació en Israel.


La mujer clamaba con dolores de parto

"Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento." Apocalipsis 12:2
Otro de los aspectos que nos permite identificar a la mujer, como el pueblo de Israel, es este versículo dos; en él vemos que la "mujer" que nos menciona Juan, estaba encinta y clamaba con dolores de parto. Más adelante, en el versículo cinco, nos dice que la mujer dio a luz un hijo varón, el cual regirá con vara de hierro a toda las naciones. Esto hace referencia al Mesías y su reino milenial.


El dragón escarlata

"También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas" Apocalipsis 12:3

Juan hace referencia a otra señal en el cielo. Aparece un dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos y en sus cabezas siete diademas. Esta referencia encaja con la Constelación de Ofiuco u Ophiuchus (el portador de la serpiente o Serpentario) o también conocido como "El cazador de serpientes".  De acuerdo con lo que Juan nos declara en el versículo nueve, este dragón es Satanás.

Por la referencia de que este dragón escarlata, tenía diez cuernos; se asocia con la bestia de Daniel 7:7 que profetiza el reino que se levantará en los últimos tiempos.
"y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese." Apocalipsis 12:4

En el versículo cuatro, Juan hace referencia que, la cola del dragón arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo. Para los eruditos, esta es una referencia relacionada con las huestes angelicales (probablemente la tercera parte de los ángeles que, se supone, Satanás unió a sus huestes, en su rebelión contra Dios). También esta referencia se asocia con Daniel 8:10.

El dragón se paró frente a la mujer, esperando devorar al niño que está por nacer. Satanás desde un principio, quiso dar muerte al Mesías recién nacido. Recordemos la orden dada por Herodes, donde se le dio muerte a todos los niños menores de dos años, en Belén y los pueblos a su alrededor.

"Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días." Apocalipsis 12:5-6

Como ya mencioné anteriormente, este hijo varón que da a luz la mujer, es Jesús, el Mesías prometido. Quien vendrá a regir con vara de hierro, a todas las naciones; en el milenio; en su segunda venida corporal. 

Nuevamente, la referencia del texto nos recuerda el nacimiento de Jesús. Cuando el ángel le anuncia a José, en un sueño, que huya a Egipto:

"he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo." Mateo 2:13

El texto de Apocalipsis, nos menciona nuevamente, el plazo de tiempo de mil doscientos sesenta días, los cuarenta y dos meses o tres años y medio. En este caso, el consenso es que se trata de la segunda mitad de la gran tribulación. Este es el tiempo en que el anticristo perseguirá al pueblo de Israel, pero Dios los va a proteger, por el tiempo mencionado.

"Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él." Apocalipsis 12:7-9
Juan continúa su relato, y ahora nos presenta una gran batalla en el "cielo"; pongo cielo entre comillas, porque no estoy tan seguro de que esta batalla se lleve a cabo en la corte de Dios. Mi pensamiento, muy personal, es que esta batalla se lleva a cabo en el segundo cielo; o sea en el universo o el cosmos. La razón por la que pienso de esta manera, es la siguiente: Ante la presencia de Dios, tres veces Santo, no puede haber maldad. Por esta misma razón, no creo que Satanás, en el caso del relato del libro de Job, llegara a la presencia del trono de Dios. Pienso que quién lo recibía era la Segunda Persona de la Divinidad, en otras palabras, Jesús.

Volviendo al relato de Apocalipsis, la batalla que Juan nos describe, se efectúa entre el Arcángel Miguel y sus huestes de ángeles. Quienes luchan contra el dragón y sus ángeles. La buena noticia, es que Satanás y sus ángeles son derrotados y se les hecha definitivamente del cielo. Finalmente, son arrojados a la tierra. Este hecho es lo que desencadena las atrocidades de los juicios.

Hay algunas grupos religiosos que, toman este pasaje, para argumentar que esta batalla fue lo que ocasionó que, la tierra estuviera desordenada y vacía, según el relato de Génesis 1:2; estos son los que defienden la teoría de la brecha literaria. Sin embargo, mi postura es contra la teoría de la brecha (ver el estudio sobre el diluvio, donde hablo sobre esta teoría).  Como ya hemos comentado, estos textos hacen referencia a hechos del pasado, pero que también van a tener cumplimiento futuro. Por lo tanto, esta batalla se dará en los tiempos del fin.
"Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. !!Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo." Apocalipsis 12:10-12

En esta parte del texto de Apocalipsis doce, se hace una referencia al trabajo que ha estado realizando Satanás. Acusando día y noche a los hermanos de la fe. La expresión día y noche, se refiere a la constancia de esa acusación. La alabanza en el cielo, se da porque ya el enemigo ha sido vencido por el poder de la sangre del Cordero y del testimonio de ellos. Ahora se da un ¡Ay! para los moradores de la tierra y del mar, porque el diablo (acusador) sabe que ya le queda poco tiempo, y desciende a la tierra con gran ira. 

"Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo." Apocalipsis 12:13-14

Como vimos anteriormente, Satanás intentó destruir al hijo varón de la mujer, o sea, al Mesías. Desde el principio del pueblo de Israel, Satanás ha tratado de destruirlo. Cuando Cristo nació, intentó matarlo, pero como ya lo estudiamos, fracasó. Ahora, que Satanás fue derrotado en su lucha contra Miguel y los ángeles de Dios, se vuelve a perseguir a Israel. El texto nos dice que, a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila. Esta es una metáfora ya utilizada en el pasado. En Éxodo la encontramos de la siguiente manera:

"Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí." Éxodo 19:4
Dios se encargó de su pueblo durante la salida de Egipto, nuevamente promete volver ha hacerlo. Durante la persecución que Satanás desatará sobre Israel, en la segunda mitad de la gran tribulación; Dios sustentará a su pueblo.
"Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo."  Apocalipsis 12:15-17 
Cuando Satanás ve escaparse de sus manos, al pueblo de Israel (la mujer), envía contra ella a un numeroso ejército (agua como un río); esta metáfora también la encontramos en Jeremías:
"¿Quién es éste que sube como río, y cuyas aguas se mueven como ríos? Egipto como río se ensancha, y las aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré, cubriré la tierra, destruiré a la ciudad y a los que en ella moran." Jeremías 46:7-8

Vemos en el pasaje anterior, como el profeta Jeremías compara al ejército de Egipto con un río. De la misma manera se usa la metáfora en Apocalipsis, para describir un numeroso ejército que Satanás envía contra Israel.

El texto bíblico de Apocalipsis, continúa diciendo que la tierra, ayudó a la mujer, pues abrió su boca y tragó el río. Esto lo podemos entender, si recordamos la manera en que Dios actuó; cuando su pueblo se encontró acorralado, entre el ejército egipcio y el mar Rojo. Dios abrió el mar para que el pueblo pasara en seco y luego, cuando los egipcios quisieron hacer lo mismo; Dios cerró el mar, ahogando al ejército egipcio. 

Otra vez Satanás fracasa en su cometido. Lleno de ira se vuelve contra los descendientes de la mujer. Debemos entender acá como descendientes, al remanente de los judíos convertidos al cristianismo. Pues el texto nos dice que, son los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.


Conclusión 

Este capítulo doce de Apocalipsis, nos revela todo un panorama de la historia del Mesías. Desde su nacimiento y la ascensión de Jesús, hasta los tres años y medio de persecución de la nación de Israel.

Varias promesas en Apocalipsis tienen que ver con los que salen vencedores. El método para "vencer" es la expiación de Cristo y el testimonio con respecto al sacrificio efectuado por Él. Sólo Él es suficiente para expulsar a Satanás. (tomado del comentario de la Bíblia de Estudio Siglo XXI) 

Con esto terminamos el estudio del capítulo doce, próximamente continuaremos con el capítulo trece, donde estudiaremos "Las dos bestias". Continuando con esta pausa de la narrativa de Juan, que abarca aún los siguientes capítulos hasta el quince. ¡Bendiciones!


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martes, 11 de agosto de 2020

Apocalipsis 9 - Quinta y sexta trompetas


Apocalipsis 9 - Quinta y sexta trompetas 

por José Daniel Quesada



Introducción

En la entrega anterior terminamos con la primera sección de las cuatro trompetas. Ahora vamos a estudiar las tres trompetas restantes, conocidas como los tres ¡Ayes!. La primera sección, con el sonar de cada trompeta, se vio afectado los elementos climáticos, los mares, los ríos y las fuentes de las aguas. Finalmente, los astros son afectados en la cuarta trompeta, oscureciendo su luz en una tercera parte. A continuación vamos a estudiar los sucesos que vienen sobre la tierra, al sonar de la quinta trompeta y el inicio del primer ¡Ay!

El sonar de la quinta trompeta

"El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo." Apocalipsis 9:1-2
A partir de esta trompeta, la interpretación se vuelve más difícil y encontraremos diferentes posiciones aún dentro del cristianismo evangélico. En el texto anterior, el cual ha sido tomado de la versión Reina-Valera de 1960, se traduce que Juan vio una estrella que cayó del cielo a la tierra. Sin embargo, una revisión de dicha versión, realizada en el 2015, traduce el mismo pasaje de la siguiente manera:
"El quinto ángel tocó la trompeta, y vi que una estrella había caído del cielo a la tierra; y le fue dada la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y fue oscureció el sol y también el aire por el humo del pozo." Apocalipsis 9:1-2
Analizando varias versiones más, encuentro que esta última es la más aceptada en la mayoría. En mi caso, para efectos de estudio, prefiero la versión de la Biblia de Estudio Siglo XXI (como ya lo habrán notado en mis comentarios, en publicaciones anteriores), esta versión está basada en la Reina-Valera de 1909, cotejada con diversas traducciones y con los mejores textos en los idiomas originales hebreo, arameo y griego.  Esta versión, también traduce el texto como la versión RVA 2015.

La diferencia entre las versiones, se encuentra en el tiempo verbal utilizado para caer. La versión RV1960 utiliza el Pretérito Perfecto de Indicativo, para el verbo "caer", el cual se utiliza para hablar de acciones que tuvieron lugar en el pasado y ya han concluido; por lo que utiliza "cayó". En cambio, la versión RVA2015 y otras, utilizan el tiempo Pluscuamperfecto, y se usa "había caído", tiempo que en griego enfatiza una acción pasada, con resultados que continuaban hacia el futuro. Este tiempo verbal contribuye a establecer la identidad de la "estrella", que mucho antes había sido expulsada de los lugares celestiales. Existen varias posiciones en relación con la identidad de esta estrella. Algunos interpretan que la estrella es Jesucristo, pero esto no tiene sentido, ya que el Señor no cayó del cielo, sino que el vino a sacrificarse por la humanidad. Otros interpretan que se trata de un ángel, pero esto solo tendría sentido si se tratase de un ángel caído. La interpretación con la que me siento identificado, es que la estrella es Satanás, cuya caída precósmica sigue atormentando a la humanidad. El texto nos dice que este ser, se le concede una llave, (entendiéndose como el poder para liberar) que da acceso al pozo del abismo. Este "abismo" es, al parecer, un lugar de encierro para los espíritus caídos (ángeles caídos). [basado en el comentario de la Biblia de Estudio Siglo XXI]

La apertura del pozo del abismo ocasiona que, un humo similar al de un gran horno, suba y oscurezca el sol y el aire. Lo que me hace pensar en un humo denso y oscuro que sube afectando el aire y la visibilidad de la luz.
"Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra." Apocalipsis 9:3
Con la apertura del abismo, ocultas en el humo, salieron langostas sobre la tierra. A estas "langostas" se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Podemos entender esto, como que el poder que se les otorgó, fue limitado por Dios. (recordemos el caso de Job, donde Dios le permite a Satanás actuar contra Job, pero de manera limitada). La naturaleza de estas "langostas" no es la de un insecto físico.  Se les prohíbe expresamente que infrinjan la clase de destrucción que es característica de este insecto.
"Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes." Apocalipsis 9:4
Las "langostas" son enviadas a la tierra no para destruir la vegetación, sino para dañar a la humanidad y específicamente a aquellos que no tengan el sello de Dios en sus frentes. De esta manera, Dios protege a los "144.000" sellados. 
"Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre." Apocalipsis 9:5
La naturaleza de estas "langostas" es demoníaca, de acuerdo con la carta de Judas, sabemos que Dios tiene prisioneros en el abismo, a cierta clase de ángeles caídos (demonios). 
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día" Judas 6
La razón del por qué a estos ángeles caídos, se les encarceló y a otros se les permitió estar en la tierra y ser agentes de Satanás, no se tiene referencia bíblica concluyente. Algunos, basados en el libro de Enoc (libro no incluído en el canon bíblico), concluyen que estos ángeles caídos, son los hijos de Dios que tuvieron relaciones con las hijas de los hombres, según el relato de Génesis 6:1-4. Desde mi punto de vista, esto no tiene sentido, ya que el sexo fue creado por Dios para que el hombre se procreara y llenara la tierra. No hay referencia bíblica que indique que haya género entre los ángeles, ni que ellos se procrearan. Por lo tanto, el deseo sexual no es parte de los ángeles, entonces no pudieron ver a las hijas de los hombres y desearlas. Mi teoría, es que estos ángeles caídos eran de una alta jerarquía dentro de la corte celestial y por tal razón, estarían muy cerca de Dios. Su traición, al irse en pos de Satanás, les meritó un mayor castigo, por esa causa, están en prisiones en el abismo. Pero esto es un pensamiento muy personal, la Biblia no da referencia alguna.

Apocalipsis 9:5 nos dice que el poder que se les dio a estas "langostas" fue que atormentaran a la humanidad, por cinco meses, no se les permitió matarlos.  El hecho de que se menciona que el tormento será por cinco meses, puede interpretarse por el significado del número cinco en la Bíblia, el cual representa al hombre. Por lo tanto, como en este juicio, el destinatario es la humanidad, puede asociarse a ese período de cinco meses, pero también puede ser literal su duración.  Por otra parte se menciona que el tormento que infringen, será  como el del escorpión cuando hiere al hombre. Por lo general la picadura de escorpión es muy venenosa, sin embargo, hay algunos tipos de escorpión que su veneno no mata al hombre, pero si le causa sumo dolor. Según el texto, las "langostas" no matarán a los hombres, pero si les causara mucho tormento.
"Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos." Apocalipsis 9:6
El dolor del tormento que las "langostas demoníacas" traerán sobre la humanidad, hará que ésta busque la muerte, pero la misma huirá de ella. Las personas en su intento de buscar la muerte, podrán quedar muy heridas, pero no lograrán matarse. Para algunos comentaristas bíblicos, los efectos de esta quinta trompeta asemejan a la experiencia del infierno. Una convivencia demoníaca, un gran tormento, no habrá muerte y alejados de la presencia de Dios.

El aspecto de las langostas

"El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses." Apocalipsis 9:7-10
Ya estamos claros que estas "langostas" son demonios que salen del abismo, extremadamente malignos, que Dios los mantuvo hasta ese momento, en prisiones. Aclaro esto, porque al leer el aspecto de ellas que Juan describe, nos puede hacer pensar en armamento militar. Pero no es así, al ser seres espirituales que se manifiestan, Juan nos describe su ferocidad y características, más que su aspecto meramente visual.

  • Semejante a caballos.    La semejanza a caballos preparados para la guerra, denota que claramente no se trata de langostas terrestres, además su tamaño es considerablemente mayor. Los caballos usados para la guerra, estaban preparados para ir a la carga, había que ponerles freno, para evitar su embestida contra los hombres. Por lo tanto, estas "langostas demoníacas" están eufóricas por ir en contra de la humanidad, así como un caballo de guerra. El freno lo pone Dios. La comparación que se hace de semejante a caballos se refiere a que estas "langostas" son intrépidas.
  • Tienen como coronas de oro.  En la cabeza de las "langostas demoníacas" hay algo como una corona que denota victoria y dominio, sugiriendo el poder que van a ejercer sobre la humanidad, pero al decir que eran "como coronas" denota que el poder no es de ellas, sino que les fue dado por un período de tiempo.
  • Tienen caras humanas. La apariencia de caras humanas, denota características propias del ser humano, como inteligencia y voluntad.
  • Tienen cabello de mujer.   La Biblia hace referencia de que el cabello de la mujer es su gloria, también denota cierta capacidad de seducción. Estos seres serán insidiosos.
  • Tienen dientes como de león.  Este aspecto tiene que ver con la ferocidad de su carácter y lo destructivo de su poder.  Las "langostas demoníacas" serán inexorables.
  • Tienen corazas como corazas de hierro.  En el libro de Daniel, el hierro representaba al Imperio Romano. El hierro es símbolo de fortaleza, por lo tanto demuestra que estas criaturas conforman un ejército poderoso, al cual no se lo podrá hacer frente. Serán seres insensibles.
  • Sus alas hacen mucho ruido.   Juan describe que las alas de estas langostas, producen el ruido de muchos carros de caballos, corriendo para la batalla, lo que da a entender de que son muchos, así como una plaga de langostas normales. El ruido de las alas, producen terror y pánico.
  • Tienen colas y aguijones como de escorpión. Semejante a los escorpiones, tienen colas con aguijones. Y es con éstos que herirán a los de la tierra, por un período de cinco meses. Serán ineludibles e injuriosos.
Estas características que describe Juan de las "langostas demoníacas", nos demuestra la ferocidad y poder con que vendrán sobre los habitantes de la tierra. Si bien es cierto que los demonios son espíritu, pueden manifestarse y lo descrito por Juan demuestra que tomarán una forma que será aterradora. Algunos al leer este pasaje bíblico, piensan en armamento militar, tales como helicópteros armados. Pero la descripción de Juan, de que son seres que salieron del abismo y que tuvieron que ser liberados, denota que son seres espirituales, demonios malvados que están encarcelados en este momento, y que serán libertados con el propósito de atormentar a los habitantes de la tierra por espacio de cinco meses.
"Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión." Apocalipsis 9:11

A diferencia de las langostas naturales, que no tienen rey, según lo manifiesta Salomón en el libro de los Proverbios:

"Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas" Proverbios 30:27

Estas "langostas demoníacas" si tienen un rey, y Juan dice que ese rey es el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. Tanto Abadón como Apolión, significa destrucción o destructor, lo que caracteriza el trabajo que realizará. Este rey que gobierna a estos espíritus del abismo, trae como misión destruir, pero no aniquilar. Algunos interpretan que este "rey" de las langostas, es Satanás, sin embargo, no creo que sea el caso; pues Satanás no está en el abismo y el texto indica que ese "rey" es el ángel del abismo. Por lo tanto, a mi manera de ver, ese es uno de los ángeles encarcelados en el abismo, que gobierna a esos demonios. Puede ser un ángel de mayor jerarquía que los tuvo bajo su dirección y aún ejerce dominio sobre ellos.

"El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto." Apocalipsis 9:12

El relato del capítulo 9:1-12, se abarca la quinta trompeta y con él se consume el primer ¡Ay! por lo que quedan dos ¡Ayes! pendientes.


El sonar de la sexta trompeta

"El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número." Apocalipsis 9:13-16

Mientras que con el sonar de la quinta trompeta y el primer ¡Ay!, solo se atormentó a la humanidad, con el sonar de la sexta trompeta, la situación empeora, pues ahora serán muertos. 

En el texto bíblico leemos que el sexto ángel tocó la trompeta, y Juan oyó una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios. Recordemos que en el capítulo seis de Apocalipsis, específicamente en los versículos 9-10, cuando se abre el quinto sello, las almas que están debajo del altar son las que fueron muertas durante la Gran Tribulación. Por lo tanto, en el altar se encuentran las oraciones de los santos, y es de ahí que sale la voz que ordena desatar a los cuatro ángeles que están atados, junto al gran río Eufrates. Juan está exhortando a que no se deje la oración, clamando a Dios en todo momento.

En el estudio del libro de Daniel, concretamente en el capítulo 10, estudiamos que hay príncipados (reinos, países, etc.) que están dominados por demonios. En el texto de Apocalipsis 9:14 se menciona cuatro ángeles que están atados, esta condición de estar atados, nos indica que éstos son ángeles caídos y que, como dice el texto, estaban preparados precisamente para esa hora, día, mes y año. Esto nos demuestra que nada es casualidad, ni producto del azar; Dios tiene un plan desde el principio, y nada se escapa de su control. El propósito de estos ángeles caídos, es matar a la tercera parte de la humanidad.


El río Eufrates

El versículo 14 de Apocalipsis 9, nos dice que los cuatro ángeles atados, estaban junto al río Eufrates. En el pasado este río marcaba el límite de la Tierra Prometida por el este (Génesis 15:18). Al otro lado del río Eufrates, se ubicaron los grandes imperios Asirio y Babilonio. Recordemos que en el estudio de Daniel, estos imperios conquistaron a los israelitas y los sometieron. Puede ser que estos cuatro ángeles tengan relación con lo que ocurrió en el pasado, y ahora anuncian nuevas pruebas para Israel. Cuando estudiemos las copas de la ira de Dios, veremos que cuando se derrame la sexta copa, las aguas del gran río Eufrates se secarán para que los reyes del oriente puedan pasar con sus ejércitos para la gran batalla de Armagedón (Apocalipsis 16:12-16)

Un gran ejército se levanta

Al ser desatados los cuatro ángeles que estaban junto al río Eufrates, el texto bíblico nos narra el levantamiento de un gran ejército (Apocalipsis 9:16). El número de efectivos de esas tropas armadas, era doscientos millones. Un poderío militar que vendrá del oriente, en una invasión armada. Este pasaje es asociado con Daniel 11:44 (ver estudio del capítulo 11 de Daniel) Para que un ejército tan numeroso se levante, debe unir fuerzas militares de países como China y Rusia.

Descripción del gran ejército

"Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban." Apocalipsis 9:17-19
La descripción que nos hace Juan, del gran ejército que se levanta, debe tomarse como un simbolismo de la moderna maquinaria militar. La referencia al fuego, humo y azufre, denotan el resultado de fuertes explosiones, causadas por bombas o misiles de gran poder destructivo. Según los comentaristas bíblicos, se descarta el uso de armamento nuclear. Tenemos que tener en cuenta que, ninguna fuerza demoníaca puede actuar sin la autorización de Dios. El Señor se vale incluso de los demonios, para cumplir con su plan perfecto, Dios es soberano y está en control de todo y su plan se desarrolla en su tiempo.


El corazón de piedra de la humanidad

"Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos."   Apocalipsis 9:20-21

Pese al juicio de Dios, y después de la mortandad que dejó el gran ejército, la humanidad no se arrepintió de sus malas obras. Continuaron adorando demonios, adorando imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera. La idolatría es abominable ante los ojos de Dios. En la Biblia encontramos que Dios abomina también las hechicerías, y todo pecado. La humanidad lejos de arrepentirse de sus homicidios, fornicación y hurtos, blasfeman contra Dios.


Conclusión

Ya han venido sobre la tierra los juicios de los siete sellos, y los juicios de seis trompetas. Cada juicio va incrementando su destrucción e influencia sobre la tierra y sus habitantes. Con cada juicio, Dios está dando aún, oportunidad de arrepentimiento. Sin embargo, el corazón humano es tan duro como la piedra, y lejos de reconocer la soberanía y señorío de Dios sobre este planeta; se oponen a Él y blasfeman su nombre.  Es doloroso ver estas profecías y que pese a las oportunidades que Dios da, la humanidad no se vuelve en pos de Él. 

Antes de la séptima trompeta, veremos otro paréntesis, donde se abordan dos temas. El primero corresponde al capítulo diez y se trata de "El ángel y el librito". Y el segundo corresponde al capítulo once y trata sobre "Los dos testigos". Con los dos testigos, el segundo ¡Ay! ya pasó, queda el tercer ¡Ay! Les invito a seguir con este estudio de Apocalipsis y los eventos de los últimos tiempos, los cuales, por lo que se ha presentado en el mundo, están ya muy cerca. Bendiciones! 

 

viernes, 24 de abril de 2020

Daniel capítulo 4

La locura de Nabucodonosor


Introducción

En este capítulo cuatro del libro de Daniel, encontramos al rey de Babilonia narrando un acontecimiento de su vida. Esta narrativa en forma de proclamación, trata de la serie de acontecimientos que tuvieron lugar en la vida de Nabucodonosor, donde sufrió una humillación por intervención divina. Algunos cuestionan que esta proclamación haya venido directamente del rey, ya que consideran que un rey tan arrogante y orgulloso, que se mandó a erigir una estatua de oro de sí mismo; fuera capaz de narrar su propia humillación. Sin embargo, nada es imposible para Dios y perfectamente Él pudo cambiar el corazón de este rey soberbio. El caso es que el libro presenta este capítulo cuarto, como una carta enviada por el rey a todo su imperio, exaltando y alabando al Dios Altísimo.

La proclamación de Nabucodonosor

"Nabucodonosor rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su señorío de generación en generación." Daniel 4:1-3
En el texto Nabucodonosor se identifica como el rey, y dirige su proclamación a todos los pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la tierra. En otras palabra a todo su imperio, deseándoles: Paz os sea multiplicada. Imagino la cara de asombro de todos los que escucharon este saludo, viniendo de Nabucodonosor, pareciera algo increíble.

Nabucodonosor relata su sueño

"Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio. Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación, hasta que entró delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo: Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se te esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y su interpretación. Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne. Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos." Daniel 4:4-18
 Nuevamente encontramos a Nabucodonosor, turbado por un sueño que tuvo, el cual lo espantó. Al igual que con el sueño de la estatua, manda a llamar a todos los sabios de Babilonia, para que interpretaran su sueño. Nuevamente, los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, a pesar de que esta vez si se les dijo el sueño, fallaron a la hora de dar su interpretación. El relato bíblico no lo dice, pero creo que Dios intervino en esto, para que los supuestos magos no dieran al rey una interpretación falsa. Daniel aparece en escena, y el rey reconoce que en Daniel está el espíritu de los dioses santos, y que ningún misterio se le esconde. Le cuenta a Daniel el sueño y éste le da su interpretación.

La interpretación del sueño de Nabucodonosor

"Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren. El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos" Daniel 4:19-23
Notamos en el texto anterior, que el asunto toma a Daniel por sorpresa y lo deja atónito. Por espacio de casi una hora, Daniel está turbado en sus pensamientos, el relato no lo dice, pero creo que él estaba orando, esperando que Dios le diera una respuesta para el rey.  Nabucodonosor percibe el estado abrumado de Daniel, pero Daniel comienza diciendo que su anhelo es que el sueño se aplique a los enemigos más que al rey mismo. Seguidamente, Daniel da su interpretación, al igual que la imagen del sueño del capítulo dos, el árbol representa al mismo rey Nabucodonosor y la forma en que éste amplio su imperio. La orden de derribar el árbol era profetizando una demencia temporal del rey conocida como licantropía, donde el que la padece, cree ser un animal.

La sentencia del Altísimo


"esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna." Daniel 4:24-26

La interpretación sobre la demencia del rey, es expresada por Daniel; el rey será echado de su palacio y habitará con las bestias del campo y comerá hierba como los bueyes. El rocío del cielo lo bañará y su estado permanecerá hasta pasados siete tiempos. No está claro que tipo de tiempo es este, ¿siete semanas, siete meses, siete años? no se sabe con certeza ya que la Biblia utiliza este vocablo para referirse a temporadas, periodos y años. Lo importante no es a cuánto tiempo equivale, sino el hecho de que era el tiempo preciso determinado por Dios. Recordemos que el número siete en la Biblia, significa completo. Por lo tanto, los siete tiempos corresponde al tiempo que Dios determinó,  para que la obra en Nabucodonosor fuera completa. Daniel le confirma al rey que su reino permanecerá para él a pesar de lo acontecido, esto es lo que la cepa del árbol con atadura de hierro y bronce significaba.

Cumplimiento de la profecía

Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad. Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere." Daniel 4:27-32

Daniel aconseja al rey de Babilonia redimir sus pecados, haciendo justicia, redimir sus iniquidades, haciendo misericordias para con los oprimidos. Un año después, estando el rey paseándose por su palacio y observando toda su grandeza; no dio gloria y honra al Dios del cielo, por todo lo que le había dado. En su lugar, su soberbia le hizo creer que todo eso era fruto de sí mismo, expresando que lo había edificado con la fuerza de su poder, y la gloria de su majestad. Esta arrogancia y soberbia, hizo que de inmediato, viniera de parte de Dios la sentencia:

"El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves." Daniel 4:31b-33

Nabucodonosor es restaurado en su trono

"Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida." Daniel 4:34-36


Después de pasado los siete tiempos establecidos por Dios, Nabucodonosor alzó sus ojos al cielo, humillándose ante la majestad de Dios. De su boca salió bendición para Dios, le adora reconociendo gloria y eternidad y además su soberanía sobre la tierra y la eternidad de su reinado. Este acto de humildad y reconocimiento ante Dios, le es reconocida y Dios lo restaura a su trono y le da mayor grandeza que la que tenía.


Nabucodonosor reconoce la soberanía de Dios


Finalmente, llegamos al último versículo de este capítulo cuatro de Daniel. Aquí encontramos a un Nabucodonosor que fue humillado por Dios, que pasó un periodo de tiempo habitando con las bestias y que al final reconoció que toda la grandeza que tenía, le había sido dado por el Rey del cielo.

"Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia." Daniel 4:37

Conclusión

De acuerdo con el relato que hemos analizado en este capítulo cuatro del libro del profeta Daniel, encontramos que, un rey tan poderoso y temido como Nabucodonosor, tuvo que dejar de lado su soberbia y reconocer, que sin Dios, nada somos. La arrogancia de este rey, lo hizo pensar que todo lo que había logrado, había sido por sus propios medios.  Pero al final tuvo que reconocer que todo había venido del Dios del cielo. Lamentablemente, hoy día, hay muchos que se creen merecedores de todo lo que tienen. Creen que lo han logrado por sus propios medios y no reconocen ni agradecen nada a Dios. Nuestra salud y fortaleza vienen de Dios, todo lo que tenemos, sea mucho o sea poco ha venido de Dios. Reconócelo y recibirás, al igual que Nabucodonosor, mayores bendiciones.

Para la próxima publicación, estaremos estudiando el capítulo quinto de Daniel. Aquí vamos a ver, el motivo por el cual Dios quita de Babilonia su imperio y lo da a los Medos y Persas. Hasta entonces, bendiciones!

viernes, 17 de abril de 2020

El libro de Daniel



Preámbulo

Anteriormente estuve escribiendo sobre el Apocalipsis. En ese estudio abarqué los primeros tres capítulos de este libro, terminando esa primera parte con las cartas a las Iglesias. Debido al paralelismo que se da entre el libro del profeta Daniel y el Apocalipsis, he decidido hacer una pausa en el estudio de este último, para iniciar con el estudio del Libro de Daniel y las profecías que se mencionan en este libro, con sus homólogas en Apocalipsis. Por tal motivo, a partir de este momento, inicio con el estudio del Libro de Daniel, para que cuando continúe con Apocalipsis, se tenga ya la base de las profecías de Daniel.

Introducción


El estudio de este libro es importante, si se desea entender mejor el Apocalipsis, ya que, de acuerdo con lo revelado a Daniel, su visión corresponde a los tiempos del fin. Apocalipsis revela lo que Daniel vio en su visión, pero que no escribió en su libro debido a que se le impidió hacerlo. (Él respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.”  Daniel 12:9).

La autoría del libro se le atribuye a Daniel el profeta, y así fue confirmado por el mismo Jesús, cuando hablaba sobre las señales antes del fin en Mateo 24:15 (Por lo tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel [el que lee, entienda]”).

El exilio de Daniel y sus compañeros: Ananías, Misael y Azarías, a la tierra de Babilonia, se dio en el año 605 a. de J.C. a consecuencia de la primera vez que el rey Nabucodonosor descendió contra el reino de Judá, siendo ésta gobernada por el rey Joacín. Tanto Daniel como sus compañeros eran de simiente real (ver Daniel 1:3). Se considera que estos jóvenes, fueron convertidos en eunucos, basados en la profecía que Isaías le dio al rey Ezequías, como consecuencia de la imprudencia de éste, ante los mensajeros enviados por el rey de Babilonia, ya que el rey Ezequías les mostró todos los tesoros que había en Judá.  (“Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia” 

2 Reyes 20:18)

El libro de Daniel se cuenta dentro de los cinco libros denominados Profetas Mayores, esta denominación se da, no por la importancia de dichos profetas, sino, por el volumen de sus escritos. Dentro del canon judío, el libro de Daniel era considerado parte de los “hagiógrafos” en otras palabras, los escritos sagrados. Para los judíos, Daniel fue más un estadista que un profeta, sin que esto desmerite sus dichos proféticos. Daniel sobrevivió a la caída del imperio babilónico y vio el surgimiento del imperio medo-persa, sus escritos abarcan aspectos biográficos, históricos y proféticos. Se estima que Daniel pudo haber alcanzado la edad de 90 a 100 años, ya que su profecía abarca segmentos del período de la dominación persa.

Estructura del libro

El libro de Daniel se divide en dos secciones. La primera abarca desde el capítulo uno hasta el capítulo seis y se le titula: La providencia de Dios durante el exilio. Esta primera sección, cubre aspectos del marco histórico y la interacción de Daniel con los reyes de Babilonia: Nabucodonosor y Belsasar. También abarca la interacción de Daniel con el rey Medo, Dario.

La segunda sección del libro, abarca los capítulos siete al doce, esta sección se le titula: El propósito de Dios en la historia. Esta sección trata sobre las visiones proféticas de Daniel.

El tema

El tema central del libro de Daniel se relaciona con la providencia de Dios y los días postreros. Daniel experimenta la providencia de Dios para su pueblo, aun en el exilio y cómo Dios protegió a sus compañeros del horno de fuego, y a él mismo, del foso de los leones.

Controversia

El libro de Daniel, al igual que el libro de Génesis, han sido objeto de muchos ataques en contra de ellos. Sin embargo, los descubrimientos arqueológicos posteriores han reivindicado en buena medida las afirmaciones del libro de Daniel.  El descubrimiento de los rollos en las cuevas de Qumrán ha servido para demostrar que el libro de Daniel es más antiguo de lo que se pensaba. La mayor parte del libro fue escrito en hebreo, pero una porción del mismo se escribió en arameo. De acuerdo con estudios realizados y el análisis comparativo, se demuestra que el arameo utilizado en Daniel, no corresponde al arameo occidental del periodo macabeo tardío, sino al arameo oriental del siglo VI a. de J.C. (cita tomada del comentario de la Biblia de Estudio Siglo XXI).

Nabucodonosor saquea el templo

El capítulo uno del libro inicia con una referencia histórica que nos ubica en el marco correspondiente. En Daniel 1:1 leemos: "En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia fue a Jerusalén, y la sitió. Joacim ascendió al trono de Judá en 608 a. de J.C. por lo tanto esta referencia que nos hace Daniel, ubica este acontecimiento en el año 605 a. de J.C. lo cual coincide con la profecía de Jeremías: "Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual era el año primero de Nabucodonosor rey de Babilonia." Jeremías 25:1  y continuemos con el versículo once del mismo capítulo veinticinco de Jeremías: "Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años."  Jeremías 25:11

El relato de Daniel parece ser contradictorio con lo que menciona Jeremías, ya que Daniel se refiere al tercer año del reinado de Joacim, mientras Jeremías se refiere al mismo periodo como el cuarto año. Acá hay que tomar en cuenta que Daniel se regía por el sistema babilónico, que designaba la porción de un año, como el año de ascenso del rey, mientras que Jeremías seguía el sistema judío en el que no había el año de ascenso, sino que se contaba como año de ascenso, el último del rey anterior.

Nabucodonosor reinó en Babilonia desde el 605 hasta el 562 a. de J.C. y en su primer año como rey, vino sobre Jerusalén, según los escritos de Jeremías y Daniel. El relato bíblico no especifica la duración del sitio de Jerusalén,  sin embargo históricamente se sabe que estos sitios duraban mucho tiempo. Al final del asedio, Dios entrega en manos del rey de Babilonia al rey Joacim y con él a todo Judá. En el versículo dos de este primer capítulo leemos: "El Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios." Daniel 1:2


Daniel en la corte de Nabucodonosor 

A partir del versículo tres del primer capítulo, se narra la experiencia de Daniel y sus compañeros: Ananías, Misael y Azarías; como escogidos para ser instruidos en las letras y la lengua de los caldeos. De este relato destaca el versículo ocho "Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse." Daniel 1:8. Este pasaje también reafirma el pensamiento de que tanto Daniel, como sus tres compañeros, fueron hechos eunucos para estar en la corte del rey. Para Daniel, participar de la comida del rey, que era un idólatra pagano, era motivo de contaminación, basado en las leyes judías. Por lo tanto pidió ser alimentado con legumbres y agua. Actualmente sabemos por la enseñanza de Jesús, que no es lo que entra al vientre por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de su boca. (Mateo 15:11)

Con esto concluimos el primer capítulo del libro de Daniel, en el capítulo dos entramos a la parte de interpretación de sueños por parte de Daniel y las revelaciones que Dios le dio sobre el futuro. Hasta entonces, bendiciones!