domingo, 19 de abril de 2020

Daniel capítulo 2

Introducción

El segundo capítulo del libro de Daniel, trata sobre el sueño que tuvo el rey de Babilonia, pero antes de iniciar con este estudio, quiero mencionar unos aspectos que omití en la entrega pasada, y que considero importante hacerlo.  Para el período del libro de Daniel, había tres profetas contemporáneos, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Cada uno de ellos ejerció su oficio de manera diferente, Jeremías lo hizo en Judá, aunque tuvo la oportunidad de ir a Babilonia, decidió quedarse en Judá para apoyar espiritualmente y anímicamente al remanente que fue dejado. Ezequiel, por otro lado, sí fue a Babilonia para acompañar a los exiliados y profetizar a los judíos. En el caso de Daniel, ejerció su oficio en las cortes; profetizando e interpretando sueños a los reyes gentiles, primeramente en la corte de Nabucodonosor, en el imperio babilónico, posteriormente con los medos-persas.  Dios designó a cada uno de estos profetas una labor específica en el ejercicio de su oficio.

El segundo aspecto importante de mencionar, es que el libro de Daniel fue escrito en dos idiomas, la primera y última parte fue escrito en hebreo y la sección intermedia, fue escrita en arameo. Desde el capítulo uno hasta el capítulo dos, versículo cuatro "a" y el capítulo ocho hasta el capítulo doce, versículo trece, se escribieron en hebreo.  Del capítulo dos versículo cuatro "b" hasta el capítulo siete, versículo veintiocho; se escribieron en arameo.

Finalmente, se estima que la edad de Daniel, cuando fue llevado a Babilonia, estaba entre los 15 y 17 años, un joven príncipe de Judá. El nombre hebreo Daniel, significa: Dios es mi juez.

El sueño de Nabucodonosor 

Daniel 2:1

"En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se perturbó su espíritu, y se le fue el sueño."

El rey de Babilonia tuvo un sueño que lo dejó intranquilo, el sueño fue repetitivo, de ahí que la Biblia dice que tuvo sueños, no que tuviera varios sueños diferentes, sino que el mismo fue repetitivo. El rey hizo llamar a los magos, astrólogos, encantadores y caldeos (de todos los pueblos que había conquistado), para que le explicaran el sueño y su significado. De acuerdo con el relato bíblico de Daniel 2:1-11, el rey le solicitó a los sabios que le revelasen el sueño que él había tenido y su interpretación. Es muy probable que estos sabios ya le habían fallado al rey, puesto que astutamente, el rey solicita que le revelen el sueño, pues considera que si él declara su sueño, los sabios podrán inventar una interpretación; mientras que si son capaces de revelar el sueño, su interpretación será confiable.

En el versículo cinco de este segundo capítulo, la versión Reina-Valera lo traduce: "Respondió el rey y dijo a los caldeos: El asunto lo olvidé; si no me mostráis el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos, y vuestras casas serán convertidas en muladares." Aquí parece haber un error de traducción, algunos eruditos piensan que el rey no olvidó el sueño, sino que estaba intentando comprobar si realmente ellos eran capaces de hacer lo que decían. Otras versiones traducen este mismo pasaje de forma diferente. Por ejemplo, la Biblia de Estudio Siglo XXI, lo traduce de la siguiente manera: "El rey respondió y dijo a los caldeos: -De mi parte el asunto está decidido: Si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis descuartizados, y vuestras casas serán convertidas en ruinas."

El asunto era serio, Nabucodonosor no bromeaba, los sabios lo sabían y conocían que los reyes babilonios eran muy crueles. Si el rey descubría que ellos eran falsos, charlatanes y mentirosos, recibirían toda la ira del rey sobre ellos y sus familias. Nabucodonosor tomó la argumentación de ellos, como pretexto para tratar de convencerlo de lo irracional de su pedido, sin embargo, Nabucodonosor estaba determinado a no revelar su sueño.

Al final los sabios tuvieron que reconocer que: "No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey; además de esto, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo." Daniel 2:10

Por esta razón, el rey promulgó el edicto de que todos los sabios fueran llevados a la muerte. 

En el capítulo uno de Daniel, el rey Nabucodonosor había ordenado instruir a Daniel y sus compañeros, por un periodo de tres años, en la enseñanza de las letras y la lengua de los caldeos. Al final del capítulo, pasados los tres años, estos jóvenes fueron llevados ante la presencia del rey y evaluados por éste, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. (Daniel 1:20)

En el versículo uno del capítulo dos, se da un acontecimiento anterior al final del capítulo uno. Analicemos, al final del capítulo uno ya habían pasado tres años, puesto que este fue el plazo puesto por Nabucodonosor para la instrucción de Daniel y sus compañeros, según Daniel 1:5 ("Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.") El inicio del capítulo dos hace referencia al segundo año del reinado de Nabucodonosor, por lo tanto fue un año antes de que Daniel y sus compañeros fueran llevados a la presencia del rey, al final de su instrucción.

Con base en lo anterior, podemos deducir que Daniel era muy joven cuando tuvo que enfrentar la muerte decretada por el rey, para todos los sabios de Babilonia y el reto de poder interpretar el sueño del rey.

"Y se publicó el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos. Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. Habló y dijo a Arioc capitán del rey: ¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había. Y Daniel entró y pidió al rey que se le diese tiempo, y que él mostraría la interpretación al rey."

Como ya mencioné anteriormente, Daniel a estas alturas, era un joven de aproximadamente 20 años y demostró ser sabio, prudente y osado al dirigirse al rey y solicitar tiempo y se compromete en revelar el sueño e interpretación al rey. Luego de obtener más tiempo, el cual no se menciona en la Biblia, pero deduzco, por la premura del rey, que no fue mucho el que se le concedió; Daniel busca a sus compañeros y los pone en autos y les solicita sus oraciones pidiendo misericordia a Dios, para que le sea revelado a Daniel el sueño del rey y su correspondiente interpretación. De acuerdo con las enseñanzas bíblicas, encontramos que Daniel era un hombre de oración, durante el día, sacaba tiempo para orar tres veces y buscar la dirección y voluntad de Dios.

El sueño del rey revelado a Daniel

Después de recibir de parte de Dios, la revelación e interpretación del sueño del rey (es posible que Dios le dio a Daniel el mismo sueño que le dio a Nabucodonosor, para que Daniel tuviera todos los aspectos del mismo y luego le fue revelado su significado). Daniel eleva una oración de agradecimiento a Dios. "Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora a luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey." Daniel 2:19-23

Después de recibir la revelación, por parte de Dios, Daniel va al capitán de la guardia y solicita que no mate a los sabios de Babilonia y que lo lleve ante la presencia del rey y que él le va a mostrar la interpretación del sueño. Daniel es llevado ante el rey y éste le pregunta: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación? (Daniel 2:26) Ante esta interrogante, Daniel le contesta al rey Nabucodonosor: "El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días."

Daniel le revela al rey su sueño

Daniel está en la corte del rey de Babilonia, le hace saber que la revelación del sueño del rey procede de Dios, ya que es imposible para el hombre revelarle su sueño. Daniel comienza diciéndole al rey, que éste, estando en su cama, comenzó a pensar y deseo saber lo que habría de ser en lo por venir. Por lo tanto, Dios, que es quien revela los misterios, le mostró lo que ha de ser.

Daniel expresa que Dios le ha revelado a él el sueño del rey, no por ser más sabio que los demás, sino para que el rey conozca la interpretación y para que entienda los pensamientos de su corazón. Daniel procede a revelar el sueño: 



"Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación." Daniel 2:31-45


Análisis  de la visión y su interpretación

Dios en su soberanía escogió a un rey pagano, para mostrarle el futuro de la humanidad. El sueño que tuvo el rey de Babilonia, revela el final del tiempo de las naciones. La Biblia nos presenta dos líneas paralelas, una representa al pueblo de Israel y la otra representa a todas las naciones gentiles (no judías). La forma en que Dios trata con los israelitas y la manera en que Dios trabaja con las naciones, son diferentes. Estas dos líneas las podemos encontrar en las profecías de casi todos los profetas del Antiguo Testamento. 

El simbolismo de la estatua que vio Nabucodonosor en su sueño es el siguiente: La cabeza de oro representa al rey Nabucodonosor y su imperio babilónico. El pecho y brazos de plata, representa al imperio medo-persa iniciando con el rey Darío. El vientre y los muslos de bronce representan al imperio griego-macedonio al mando del Alejandro Magno. Las piernas de hierro representan al imperio romano en su plenitud, y los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, representa la degradación del imperio romano, el cual, de alguna manera, sigue en el mundo actual, pero con un poder mucho más limitado.

Como se puede apreciar, la estructura de la estatua se va degradando, comienza con oro, el metal más preciado de la época y termina con barro cocido. Esto representa la degradación que sufrirán los imperios. Babilonia y Nabucodonosor, fueron los de mayor esplendor, Nabucodonosor fue el primer gobernante mundial y de todos los imperios antiguos, el que mejor labor realizó.  Babilonia es mencionada por varios de los profetas bíblicos, por ejemplo, Jeremías habla de la grandeza que Dios le dio a este reino (Jeremías 27:5-11). Podemos notar al leer este pasaje del profeta Jeremías, que Dios es el que tiene el control de los reyes y gobernantes de esta tierra, que son usados como instrumentos de Dios para cumplir con el propósito de su plan Divino y que así como los levanta, también los hace caer. Daniel también menciona en su libro la grandeza de este imperio y el libro de Apocalipsis también hace referencia a Babilonia.

Más adelante, en este libro de Daniel, veremos como Dios quita el poder a Babilonia y lo da a los Medos y Persas, y la razón por la cual lo hace. Por el momento, vamos a dejar este estudio aquí, continuaremos luego con el análisis de los demás imperios. Hasta entonces, bendiciones!