Apocalipsis 18 - La caída de Babilonia
Introducción
El clamor del ángel
"Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites." Apocalipsis 18:1-3
Al igual que en las ocasiones anteriores, un ángel es el llamado a dar el aviso del inicio de los sucesos. Juan nos hace la narración de lo que vio y relata que otro ángel descendió del cielo con gran poder; la tierra fue alumbrada con su gloria. Recordemos que con la quinta copa (Apocalipsis 16:10-11), la tierra fue cubierta de tinieblas. Apocalipsis no nos aclara si esta circunstancia estaba presente cuando este ángel hace su aparición, de ser así, su resplandor en medio de las tinieblas, debe ser majestuoso. El ángel clama con voz potente, proclamando dos veces la caída de la gran Babilonia; recordemos también que en la Biblia, cuando se repite algo dos veces, es para reafirmar el cumplimiento de ello. Por lo tanto, la proclama del ángel de la caída de Babilonia, indica un hecho confirmado. Podemos tomar esta proclama como una ampliación de lo estudiado en la séptima copa (Apocalipsis 16:17-21) y los juicios allí decretados.
Postrer estado de Babilonia
Razón de la destrucción de Babilonia
Un llamado para salir de Babilonia
"Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga." Apocalipsis 18:4-8
"!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios." Santiago 4:4
Por lo tanto, ni ahora, ni durante la gran tribulación, se puede negociar con el mundo. Debemos recordar que nuestra ciudadanía no es de este mundo, sino del reino celestial.
"Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo" Filipenses 3:20
La actitud de Babilonia antes del juicio
"Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos. Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo. Dijiste: Para siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería. Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad. Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos. Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más." Isaías 47:5-10
Vemos en el texto anterior lo que Babilonia se creía y como Dios expresa su juicio sobre ella, al igual que encontramos en Apocalipsis.
El lloro y lamento por Babilonia
"Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: !!Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!" Apocalipsis 18:9-10
Los primeros en llorar y lamentarse, serán los gobernantes que como amantes de Babilonia, han fornicado con ella y han vivido en sus deleites. Sin embargo, estarán de lejos viendo la destrucción de la ciudad, por temor a ser incluídos en el castigo y el juicio decretado sobre ella. Su lloro y lamento no tiene nada que ver con arrepentimiento.
"Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: !!Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: !!Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!" Apocalipsis 18:11-19
Los segundos en llorar y lamentarse por la caída de Babilonia, serán los mercaderes de la tierra. Quienes con la caída de la ciudad, ven frustradas sus ganancias financieras, pues ya nadie les compra sus mercaderías. Al igual que los gobernantes, el lloro y lamento de los comerciantes y mercaderes, no tiene ninguna relación con el arrepentimiento. Sus lamentos son por la pérdida de la fuente de sus ganancias. Pues Babilonia les permitía gran variedad de mercancías de lujo y opulencia con las cuales negociar y todo se ha perdido. Al igual que los gobernantes, miran de lejos el juicio sobre la ciudad evitando que algo de la desgracia caiga sobre ellos.
Finalmente se menciona en el texto a los marinos, los encargados de transportar todas aquellas mercaderías que los mercaderes negociaban en Babilonia. Una ciudad que era un importante centro religioso, político y económico, que también era un gran centro de distribución de todo tipo de mercaderías; por lo tanto, los marineros se lamentaban de la destrucción de la gran ciudad con la cual se habían enriquecido.
La alegría en el cielo
"Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella." Apocalipsis 18:20
"Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan" 2 Tesalonicenses 1:5-6
Destrucción final de Babilonia
"Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Apocalipsis 18:21-23
"Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia. Y dijo Jeremías a Seraías: Cuando llegues a Babilonia, y veas y leas todas estas cosas, dirás: Oh Jehová, tú has dicho contra este lugar que lo habías de destruir, hasta no quedar en él morador, ni hombre ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado. Y cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates, y dirás: Así se hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí son las palabras de Jeremías." Jeremías 51:60-64
La profecía de Jeremías se cumplió en la Babilonia antigua, y si lo que Dios ya determinó una vez y se cumplió, podemos estar seguros que la profecía de Apocalipsis, también se cumplirá.
Tres razones para el juicio sobre Babilonia
"Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra." Apocalipsis 18:23-24
Finalmente el final del texto de Apocalipsis capítulo dieciocho, da tres razones por las que vino el juicio sobre la gran ciudad de Babilonia.
- "Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra". El materialismo se había apoderado de la sociedad, había un desenfreno por los bienes materiales, que terminaron dando culto a la riqueza y al lujo, olvidando a Dios. Los mercaderes fueron los responsables de que esta influencia fuera extendida al resto del mundo.