Introducción
Ya hemos abarcado los primeros cuatro capítulos del libro de Daniel. Estudiamos los acontecimientos narrados sobre el reinado de Nabucodonosor, hasta que éste reconoció la soberanía de Dios sobre los reinos de la tierra. Muchos consideran que al final, Nabucodonosor fue un fiel creyente en el Dios de los judíos, sin embargo no lo puedo afirmar, aunque las evidencias del libro dan a entender que eso es posible.
Sentencia divina contra Babilonia
Vamos a iniciar con el estudio del capítulo cinco. En este capítulo se menciona como rey de Babilonia a Belsasar, lo cual por muchos años fue considerado un error histórico en la narración de Daniel, ya que no se lograba ubicar en la historia de Babilonia, un rey con ese nombre. Sin embargo, numerosos descubrimientos arqueológicos más recientes, han proporcionado tablillas que establecen claramente la existencia de un rey de nombre Belsasar y además, se ha podido establecer un bosquejo de la monarquía babilónica.
Con base en lo anterior, tenemos que Nabucodonosor murió en el año 562 a. de J.C. y fue sucedido por su hijo, Evil-morodac (Amel-marduc en babilónico, ver 2 Reyes 25:27), quien fue asesinado por Neriglisar, su propio cuñado. Neriglisar reinó durante cuatro años, y luego murió en 556 a. de J.C., dejando el trono a su pequeño hijo Labasi-marduc. Después de nueve meses, Labasi-marduc fue depuesto por una revolución sacerdotal anti marduc, y Nabónido fue hecho rey en 556 a. de J.C. Nabónido era una persona erudita y amante de lo antiguo, a la vez que adorador del dios-luna Sin, más que de Marduc, el dios de Babilonia. Pasó la mayor parte de su tiempo en Tema, en el norte de Arabia, tratando de apaciguar a su dios, por cuanto consideraba que había sido ofendido (por el reconocimiento hecho por Nabucodonosor de Dios como soberano). Si bien Nabónido era el rey oficialmente, éste entregó Babilonia y su gobierno en manos de su hijo Belsasar en 550 a. de J.C.
(Fuente: Comentario de la Biblia de Estudio Siglo XXI)
La escritura en la pared
El relato del capítulo cinco inicia de la siguiente manera:
"El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas, Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra." Daniel 5:1-4
Ya quedó claro quién era este rey Belsasar. Otra argumentación que pretende desvirtuar la historicidad del libro de Daniel, es el hecho de que el relato anterior dice que Belsasar era hijo de Nabucodonosor. Entiéndase aquí que Nabucodonosor era el predecesor, no el padre biológico de Belsasar. Esto es semejante a lo que se dice de Jesucristo, que era hijo del rey David. Esta referencia, no indica que David fuera el padre biológico de Jesús, sino que David era su predecesor en el trono que la profecía, atribuye como heredero al Mesías.
El relato de Daniel de los primeros cuatro versículos, narra la orgía que el rey Belsasar realizó con sus nobles, el texto dice que con ellos estaban sus mujeres y concubinas. La expresión "con el gusto del vino" indica que estaban borrachos y la ebriedad del rey, lo hizo enviar por los vasos de oro y plata que Nabucodonosor había traído del templo de Jerusalén. El hecho de que estos vasos o copas de oro y plata no estuvieran en el palacio del rey, puede indicar el respeto que Nabucodonosor tenía de ellos, cuando comprendió la soberanía de Dios. Así que, el que Belsasar los enviara a traer, fue un acto de profanación de los utensilios sagrados del templo, dedicados a Dios. Sumado a esta profanación, el rey y sus nobles y demás congregados en la celebración, alabaron a sus dioses paganos, incrementando así la deshonra a Dios.
"En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía. Entonces el rey palideció, y sus pensamientos lo turbaron, y se debilitaron sus lomos, y sus rodillas daban la una contra la otra." Daniel 5:5-6
Nabucodonosor había llegado al conocimiento de Dios como soberano sobre la tierra. Cuando murió, lo sucedió su hijo, Evil-morodac, es probable que Nabucodonosor le haya trasmitido a su hijo el conocimiento adquirido sobre Dios, además de que éste habría sido testigo de los acontecimientos vividos por su padre. Este hecho, del conocimiento del Dios verdadero, pudo ser el motivo por el cual fue asesinado por Neriglisar, su propio cuñado. Este Neriglisar, se cree que se casó con una de las hijas de Nabucodonosor.
La profanación realizada por Belsasar, trajo el juicio inmediato de Dios. Una mano de apariencia humana, aparece escribiendo en la pared y deja atónitos y espantados a todos en el palacio real. Las experiencias de Nabucodonosor en relación con Dios, deben de haberse documentado y ser del conocimiento de Belsasar, puesto que esta señal lo turbó en gran manera.
"El rey gritó en alta voz que hiciesen venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de Babilonia: Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino. Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación. Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos. La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete, y dijo: Rey, vive para siempre; no te turben tus pensamientos, ni palidezca tu rostro. En tu reino hay un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará la interpretación." Daniel 5:7-12En el texto anterior, vemos a Belsasar, llamando a magos, caldeos y adivinos, de la misma manera que había hecho Nabucodonosor; para que leyeran e interpretaran la escritura de la pared. El rey ofrece vestir de púrpura, y poner un collar en el cuello de aquél que lea las palabras escritas en la pared y le de su interpretación. Es probable que aquella señal no le diera buen sentimiento al rey.
Vinieron los magos, caldeos y adivinos y no pudieron leer ni interpretar la escritura. Esto sólo sirvió para que el terror de todos los presentes aumentara. Todos estaban perplejos y llenos de una gran confusión. Ya era hora de que hubieran aprendido que las respuestas que el hombre busca acerca de Dios y las cuestiones vitales que le preocupan, no las pueden dar los sabios de este mundo, se necesita el Espíritu de Dios; él es el único que las puede revelar de forma fiable. El texto dice que "no pudieron leer la inscripción". No sabemos la razón de esto, tal vez no era un idioma que ellos conocieran, o se trataba de la forma de la escritura. Aunque pudiera ser que sí podían leer la escritura, pero eran incapaces de entender el carácter profético de las palabras.
El relato bíblico menciona a la reina, sin embargo la identidad de esta mujer no está clara, pues de ser la esposa del rey Belsasar, era joven como para conocer de Daniel, algunos piensan que se trataba de la reina madre y otros piensan que podía ser la esposa de Nabucodonosor. El asunto es que esta mujer al escuchar la preocupación del rey, ingresó al salón y le refirió al rey que había un hombre en su reino en el cual moraba el espíritu de los dioses santos. Nuevamente encontramos esta referencia a dioses santos, como lo había expresado Nabucodonosor antes de reconocer a Jehová como el Dios soberano. La mujer le menciona al rey que, Nabucodonosor había nombrado a ese hombre, jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas. De inmediato, el rey manda llamar a Daniel.
El relato bíblico menciona a la reina, sin embargo la identidad de esta mujer no está clara, pues de ser la esposa del rey Belsasar, era joven como para conocer de Daniel, algunos piensan que se trataba de la reina madre y otros piensan que podía ser la esposa de Nabucodonosor. El asunto es que esta mujer al escuchar la preocupación del rey, ingresó al salón y le refirió al rey que había un hombre en su reino en el cual moraba el espíritu de los dioses santos. Nuevamente encontramos esta referencia a dioses santos, como lo había expresado Nabucodonosor antes de reconocer a Jehová como el Dios soberano. La mujer le menciona al rey que, Nabucodonosor había nombrado a ese hombre, jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas. De inmediato, el rey manda llamar a Daniel.
Es interesante notar que Daniel, no había ido al ser convocados todos los magos, caldeos y adivinos. ¿Estaría Daniel en otra ubicación en ese momento? o sería acaso que había sido removido de su cargo con el nuevo rey? El relato bíblico no lo aclara, el hecho es que tuvieron que ir a buscar a Daniel.
"Entonces Daniel fue traído delante del rey. Y dijo el rey a Daniel: ¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea? Yo he oído de ti que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz, entendimiento y mayor sabiduría. Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretación; pero no han podido mostrarme la interpretación del asunto. Yo, pues, he oído de ti que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer esta escritura y darme su interpretación, serás vestido de púrpura, y un collar de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino."
El rey interroga a Daniel, para cerciorarse de que se trata de la misma persona, de la cual tuvo referencias, y si es el Daniel que Nabucodonosor trajo cautivo de Judá. En este momento habían pasado casi setenta años, desde que Daniel y sus compañeros habían sido llevados cautivos a Babilonia. Tenía que ser ya un anciano entre 80 y 85 años. Para ese tiempo, la mayoría ya ni siquiera le conocería. Fue por la recomendación de la "reina" que fue mandado llamar. Notemos que la reina lo conocía bien y se lo presenta como "un hombre en el cual mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre se halló en él luz e inteligencia y sabiduría, como sabiduría de los dioses; al que el rey Nabucodonosor tu padre, oh rey, constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y adivinos, por cuanto fue hallado en él mayor espíritu y ciencia y entendimiento, para interpretar sueños y descifrar enigmas y resolver dudas".
A pesar de su avanzada edad, Daniel seguía siendo fiel a Dios y conservaba intactas sus dotes espirituales, mostrando la misma dignidad y valentía que le habían caracterizado en su juventud. Ahora bien, cuando fue presentado ante el rey, éste parece que se refirió a él con cierto desprecio:
"¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá, que mi padre trajo de Judea?".
De algún modo busca recordar a Daniel, delante de todos, que pertenecía a un pueblo conquistado por Babilonia, pero al mismo tiempo, es probable que también estuviera sorprendido y que hasta tuviera cierto temor, puesto que era al Dios de Judá al que él acababa de menospreciar profanando los vasos de oro del templo. Al fin y al cabo, tanto aquellos elementos del templo de Jehová como el mismo Daniel, habían llegado a Babilonia en el mismo tiempo y de la misma forma. Rápidamente Belsasar iba a comprobar que había en todo esto mucha más relación de la que él podía imaginar en un principio.
El rey Belsasar le habla a Daniel de las recompensas que recibirá si lee e interpreta la escritura. Nótese aquí que como parte de la recompensa a Daniel, el rey le ofrece ser nombrado el tercer señor en el reino. Si se preguntan ¿por qué el tercero y no el segundo?recordemos que el rey oficial era Nabónido, pero este estaba en Tema al norte de Arabia y había dejado a su hijo Belsasar como regente. Por lo tanto, el primer señor era el rey Nabónido, el segundo, su hijo Belsasar y Daniel sería el tercero. La actitud de Daniel parece reflejar que, ya conocía para qué se le había llamado. La primera vez que interpretó un sueño a Nabucodonosor, no sabía nada del asunto y tuvo que pedir ayuda a sus amigos para que oraran a Dios. La segunda vez, lo toma por sorpresa y le hace estar casi una hora en presencia del rey, divagando. Ahora, parece ser que Dios ya le había revelado lo que iba a suceder, pues Daniel rechaza los dones del rey, sabiendo pues que el reino Babilónico iba a caer ese día.
"Entonces Daniel respondió y dijo delante del rey: Tus dones sean para ti, y da tus recompensas a otros. Leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación." Daniel 5:17
Nótese la seguridad de Daniel, ahora ya no era un jovencito temeroso delante del rey, había pasado muchos años en la corte real, ya era un estadista con experiencia, su relación con Dios, también se había fortalecido. Su respuesta al rey es en un todo de autoridad, "leeré la escritura al rey, y le daré la interpretación".
Daniel le reseña a Belsasar quién es Dios
Daniel ahora se prepara para leer e interpretar la escritura que la mano "humana" escribió en la pared, pero antes, le hace una reseña a Belsasar de quién es Dios. Esto es una predicación de Daniel, momentos antes, nadie hubiera puesto atención a estas palabras, estaban ebrios en vino, pero el susto de la mano escribiendo en la pared, los había dejado sobrios y listos para escuchar:
"El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto". Daniel 5:18-22
El texto es claro y deja ver que Belsasar, tenía conocimiento de lo sucedido con su antecesor Nabucodonosor. Daniel se lo recuerda y también le recuerda que Dios es quien está en control, que Dios es quien pone a los reyes y también los quita. Finalmente le dice al rey que conociendo todo eso, él no se humilló ante Dios. El apóstol Pablo nos habla de este tipo de personas:
"Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén." Romanos 1:21-25
Daniel le muestra a Belsasar su pecado
"Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura." Daniel 5:22-24
La profanación de los utensilios del templo, y la adoración de los dioses paganos, fue la gota que derramó el vaso. Usar lo sagrado del templo de Jerusalén, que había sido consagrado a Dios, y usarlos para una orgía, trajo el juicio de Dios sobre el imperio babilónico.
Lectura e interpretación de la escritura
Después de que Daniel le recuerda a Belsasar, quién es Dios, y le muestra su pecado, procede a la lectura de la escritura:
"Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino. La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos." Daniel 5:25-30
Esto es lo que la escritura de la pared anunciaba. Veamos la explicación que Daniel dio a cada una de las palabras. En total, el mensaje consistía en tres palabras diferentes (la primera se repetía dos veces, enfatizando el hecho). Cada una de ellas era un sustantivo relacionado con alguna medida de peso antigua, pero que también se relacionaban con verbos, que son los que Daniel utiliza al interpretar su significado. La idea que nos transmite en conjunto es que Dios anunciaba a Belsasar que a causa de su degradación moral y espiritual, Dios había puesto fin a su reino y lo iba a entregar a los medos y a los persas. Veamos cada una de las palabras y su interpretación:
MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.
"Mene" es un sustantivo arameo que se refiere a un peso de 50 siclos, pero que proviene de un verbo que significa "enumerar", "contar". Como si se tratara de una mercancía que había sido contada y estaba lista para ser liquidada, Daniel le dice al rey que Dios había contado los días de su reino y la suma estaba completa, de tal forma que estaba preparado para ser entregado. Era una forma de decirle que "tenía las horas contadas". Además, el hecho de que esta palabra se repita dos veces trasmite la idea de que su fin era inminente. Belsasar, como muchos otros, pensaba que él era el dueño de su vida, pero iba a descubrir que es Dios quien determina la duración de nuestros días.
TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.
"Tekel" es un sustantivo que se refiere a un peso de 1 siclo (13 gramos), pero que proviene de un verbo que significa "pesar". En la interpretación de Daniel, Belsasar había sido puesto en balanza y hallado deficiente según el sistema de medidas de Dios. En otras palabras; Belsasar era un fraude. Esto nos recuerda que Dios mide la calidad moral y espiritual de cada hombre de acuerdo con los requisitos de su justicia. Como diría Samuel, a Dios "toca pesar las acciones" (1 Samuel 2:3). No es difícil entender por qué Dios encontró insuficiente a Belsasar: él había profanado los utensilios de la casa de Dios, participó en actos de idolatría y tampoco honró a Dios, sino que se ensoberbeció contra él.
PARSIN: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.
"Parsin" es otro sustantivo que designa media mina (25 siclos), y proviene de un verbo que significaba "romper en dos" o "dividir". Cuando Daniel interpretó la tercera palabra cambió el plural "parsin" (la "u" de "uparsin" significa "y") al singular "peres" (de cuya raíz proviene el nombre de Persia). Lo que se le estaba anunciando es que su reino pasaría en su totalidad a las manos de la alianza medo persa.
Quizás los sabios de Babilonia sí que habían podido identificar las palabras, pero no pudieron interpretarlas correctamente porque no sabían qué era lo que había sido contado, pesado y dividido. Ahora tanto ellos como el rey Belsasar entendieron su significado.
Comentario final
Los acontecimientos de este capítulo cinco de Daniel, se han de fechar en 539 a. de J.C. Nabónido había dejado el reino de Babilonia en manos de su hijo Belsasar y se había marchado a Arabia, ya que creía que ciudad era inexpugnable. Herodoto dice que contemplaban el sitio persa "con indiferencia", dado que habían aprovisionado adecuadamente la ciudad. La celebración que menciona el relato bíblico, es posible que haya sido la actividad en la que estaba la corte de Babilonia, cuando, según Herodoto, fue tomada la ciudad. Los medos-persas habían desviado secretamente el curso del río Eufrates que atravesaba la ciudad. El rey y la corte estaban en la fiesta, cuando se enteraron de la caída de la ciudad. De acuerdo con el relato bíblico, esa misma noche fue muerto Belsasar y Dario el medo tomó el reino a la edad de 62 años.
Para la próxima publicación, Dios primero, estaremos abordando el capítulo seis de Daniel. Donde analizaremos la historia de Daniel en el foso de los leones. Hasta entonces. Bendiciones!