La adoración celestial
Introducción
Ya hemos abarcado los primeros tres capítulos del libro profético de Apocalipsis. Hemos estudiado la introducción al libro, su bosquejo y las siete cartas enviadas a las iglesias de Asia Menor. Comenzamos ahora el estudio del capítulo cuatro, el cual junto con el capítulo cinco, forman una unidad que se vuelve la clave del libro. Con este capítulo cuarto, iniciamos la tercera y final sección, y la más extensa del libro. A partir de este capítulo, toda la profecía es futura (según la posición de este servidor, la cual expliqué en su oportunidad en la segunda entrega sobre este libro. Si no lo ha leído, puede hacerlo aquí).
El rapto de la iglesia
Para algunos teólogos y eruditos, el primer versículo del capítulo cuatro, es una referencia al arrebatamiento de la iglesia, pues a partir de éste, la iglesia no se vuelve a mencionar. Analicemos juntos lo que dice este primer versículo:
"Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas." Apocalipsis 4:1
"Después de esto miré" ¿A qué se refiere el Apóstol Juan con esta expresión? Juan se refiere a los capítulos anteriores, donde estuvo relatando el mensaje a cada una de las siete iglesias. Por lo tanto, después de esto miré, se refiere a después de la época de la iglesia, miré.
"Una puerta abierta en el cielo" Ahora Juan nos describe que al mirar, vio una puerta abierta en el cielo. Esto indica el acceso que tiene el creyente a entrar a la presencia de Dios. Recordemos que cuando Jesucristo murió, en el Gólgota. El velo del templo, que separaba el Lugar Santo, del Lugar Santísimo; se rasgó de arriba hacia abajo, dando la posibilidad de tener libre acceso a Dios. Ya no había necesidad de sacerdotes humanos, que intervinieran, porque Cristo sería nuestro Sumo Sacerdote para siempre.
Algunos místicos pensarán en un portal que se abre y da acceso a otra dimensión. Pues desde mi punto de vista, no sería algo descabellado, pues el cielo está como en otra dimensión, la cual no podemos ver, pero sabemos que existe. Al igual que los seres espirituales, son invisibles a nuestros ojos, pero ahí están.
"Y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo:" Esta expresión de Juan tiene gran significado. El Apóstol Pablo en su primera carta a la Iglesia de Corinto, dijo que para el arrebatamiento de la iglesia, se sonará la trompeta:
"en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados." 1 Corintios 15:52
Estas mismas palabras son reiteradas por Pablo en su primera carta a la iglesia de Tesalónica:
"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero." 1 Tesalonicenses 4:16
En estos dos pasajes bíblicos, encontramos la referencia a que para el arrebatamiento de la iglesia, se tocará la trompeta. Esto en el Antiguo Testamento, era una señal para la congregación del pueblo. Por lo tanto, mi opinión personal, es que solamente el pueblo de Dios (los santos de la iglesia) escucharán esa trompeta. Tanto así, que aún los muertos la escucharán y se levantarán de sus tumbas. El sonar de esta trompeta, es la señal para el creyente, de que Cristo ya vino. Para el mundo no tiene sentido, por lo tanto, no creo que sea percibida por ellos. Además, el arrebatamiento tomará por sorpresa al mundo. Será el inicio del caos de la tribulación, solo los que se queden, que tenían conocimiento de esto, pero no se habían entregado a Cristo, tendrán noción de lo acontecido. Para el mundo, será algo sin respuesta. El anticristo se aprovecha de esta incertidumbre, para dar sus argumentos de un rapto alienígena y unir al mundo para una posible invasión extraterrestre. Esto es una conjetura de mi parte, ya que la Biblia no nos dice nada de esto. Pero las últimas noticias de la NASA sobre OVNIS y la revelación de información sobre los mismos, dan base para una teoría de este tipo. Volviendo al pasaje de Apocalipsis, la referencia que hace Juan sobre la voz como trompeta, es asociada con la trompeta del arrebatamiento.
"Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas." Finalmente, a Juan se le dice que suba al cielo, otra referencia que se interpreta como el llamado de la iglesia al cielo en el arrebatamiento. Allí, se le muestra a Juan, las cosas que sucederán después del arrebatamiento.
El trono de Dios y los veinticuatro ancianos
Vamos ahora a ver lo que Juan nos describe, a partir del versículo dos de este capítulo cuatro de Apocalipsis:
"Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas." Apocalipsis 4:2-4
La transición de la tierra al cielo, fue inmediata, en un instante, ya Juan estaba en el Espíritu. Me parece interesante esto de que Juan fuera llevado al cielo, para ver lo que acontecerá, porque no solamente vio la corte celestial, sino que también vio lo que sucedería durante la Gran Tribulación.
El trono celestial
Cuando Juan traspasa la puerta, de inmediato ve en el cielo un trono. Algunos comentaristas bíblicos interpretan esto, no como algo físico, sino como un símbolo de autoridad soberana. Personalmente, no me parece algo extraño, por lo tanto, creo que sí se trata de un trono celestial. La majestuosidad del que está sentado, Juan la describe como semejante a piedra de jaspe (mármol) y de cornalina (ágata de color sangre). Juan no intenta describir al Santo Ser, sino que lo compara con piedras preciosas. Es interesante también, que la primera piedra del "pectoral del juicio" en la vestimenta del Sumo Sacerdote, es una piedra sárdica (cornalina) y la última piedra del pectoral es una jaspe (Éxodo 28:17-20). Primera y última piedra del pectoral del juicio, son las mencionadas por Juan para describir al que está sentado en el trono. Así como Jesucristo dijo ser el Alfa y la Omega (primera y última letras del alfabeto griego) (Apocalipsis 1:8)
Alrededor del trono había un arco iris. Si recordamos el pacto de Dios con Noé, después del diluvio, el arco iris fue puesto como señal de la fidelidad de Dios a su palabra, sus promesas y su pacto. Juan describe este arco iris, como semejante al aspecto de la esmeralda. Algunos interpretan esto como la esperanza del hombre en la misericordia de Dios.
Los veinticuatro ancianos
Después de describir el trono celestial, Juan menciona, que alrededor del trono principal, había otros veinticuatro tronos. Sentados en estos otros tronos, había veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas y con coronas de oro. La interpretación de estos veinticuatro ancianos en sus tronos, son tema de controversia. Para algunos, ellos representan a todos los redimidos de todas las épocas, para otros representan solamente la iglesia.
En el estudio del libro de Daniel, en el capítulo siete, toqué este tema de los veinticuatro ancianos, si no lo ha leído y quiere hacerlo, puede dar clic a este enlace: Daniel capítulo 7
Las siete lámparas de fuego y el mar de vidrio (Versículos 5 y 6)
Continuando con el texto bíblico de este capítulo cuarto, Juan continúa su descripción de lo que está viendo en el cielo:
"Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás." Apocalipsis 4:5-6
Juan nos describe que del trono salían relámpagos, truenos y voces. Los relámpagos y truenos se asocian con la manifestación de Dios. Cuando los israelitas salieron de Egipto y Moisés los llevó al monte Sinaí, Dios se manifestó en el monte, mediante truenos y relámpagos.
"Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte." Éxodo 19:16-17
Juan describe siete lámparas de fuego y aclara que se trata de los siete espíritus de Dios, en relación a estos siete espíritus, ya hice un comentario cuando estudiamos el capítulo primero de Apocalipsis. (si desea verlo de nuevo, dar clic a este enlace: Siete espíritus)
Delante del trono había un mar de vidrio semejante al cristal. Esta expresión nos hace pensar en el mar que conocemos, pero debemos entender que una de las razones del mar en la tierra, es la purificación del agua, mediante el ciclo de evaporación. Sin embargo, en el cielo esto no es necesario. Además, en el mismo libro de Apocalipsis se nos dice que el mar ya no existirá.
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más." Apocalipsis 21:1
Recordemos también que cuando Salomón construyó el templo, puso en él, un mar de bronce, al igual que había en el Tabernáculo. Este mar mencionado en 2 Crónicas 4:1-3; es la misma fuente de bronce, mencionada en Éxodo 30:17-21. La diferencia de este mar del cielo, con respecto al del Tabernáculo y del Templo, es que estos últimos eran de bronce y el del cielo es de cristal. Por lo tanto, debemos entender este mar como la santidad y justicia de Dios y no como una masa de agua en el cielo.
Los cuatro seres vivientes
Finalmente, encontramos en este pasaje bíblico, la mención de que junto al trono y alrededor de él, había cuatro seres vivientes, llenos de ojos por delante y detrás. ¿Quiénes son estos seres vivientes? la palabra usada en griego para describirlos es "zoa" de donde se deriva la palabra zoológico. Pero no se trata de bestias, como las mencionadas en el capítulo 13, para las cuales, la palabra griega usada es "therion".
Veamos el resto del texto bíblico relacionado con estos seres vivientes:
"El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos" Apocalipsis 4:7-9Para analizar el texto de este pasaje, voy a basarme en el comentario de la Bíblia de Estudio Siglo XXI:
Estos "seres vivientes" (zoa gr) en el cap. 4 no son animales brutos como los del cap. 13, sino que son totalmente diferentes. Los seres que describe Ezequiel son casi idénticos (Eze. 10:20). Más aún, Ezequiel menciona a los seres vivientes de su visión como "querubines", un orden de seres angelicales. Hay cuatro querubines en Ezequiel, lo cual indica su relación con el mundo. Aquí en Apocalipsis, la creación animada es representada mediante los "seres vivientes" con sus cuatro rostros. El hombre como el más elevado de los seres creados por Dios, el becerro como símbolo de la vida animal doméstica, el león como representación de los animales salvajes, y el águila que vuela como figura de las aves de los cielos, demuestran los propósitos de Dios en la vida por él creada. Estos querubines son los agentes de Dios para el cumplimiento de sus decretos en la creación. Numerosos ojos indican percepción, discernimiento y conocimiento espirituales.
La adoración de los veinticuatro ancianos
Finalmente, el capítulo cuatro termina con la adoración de los veinticuatro ancianos, por lo tanto analicemos estos últimos versículos.
"los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas." Apocalipsis 4:10-11
Los veinticuatro ancianos, en conjunto con los cuatro seres vivientes, protagonizan una primera escena de adoración celestial conjunta. Los seres vivientes ya vimos que representan a la creación animada y los veinticuatro ancianos, a los redimidos. Por lo tanto, esta alabanza y adoración conjunta representan la alabanza ininterrumpida de la eternidad.
De esta manera, la escena celestial representa a los mensajeros angélicos y a los seres humanos redimidos y resucitados, todos adorando, honrando y ensalzando al Dios eterno. (Biblia de Estudio Siglo XXI)
Conclusión
Como lo mencioné al inicio de este estudio, este capítulo cuatro junto al capítulo quinto, forman la unidad clave de Apocalipsis. El capítulo cuatro nos da una visión del Dios Creador. El capítulo cinco, por su lado, nos ofrece una visión del Dios Redentor. Por lo tanto, tenemos que en el capítulo cuatro, el Padre ocupa el lugar central del capítulo; mientras que el Hijo ocupa ese lugar central en el capítulo cinco. Esta visión nos prepara para los juicios terribles, que seguirán en los siguientes capítulos del sexto al décimo noveno y nos explica por qué Dios castiga a un mundo rebelde con semejante juicio.
Hasta aquí este estudio sobre el capítulo cuatro, próximamente daremos inicio con el capítulo complementario a este, el capítulo cinco. Bendiciones!
La adoración a Dios es la parte más importante para la iglesia de Cristo. La forma en que lo hacemos aquí es solo un ensayo de la eternidad de eternidades que le estaremos adorando en el cielo. Dios siempre ha sido celoso con la alabanza de su pueblo. Y vamos a encontrar en pasajes bíblicos como Dios quitó a personas porque le brindaban una alabanza falsa, está el caso de Nadab y Abiú que por brindar fuego extraño salió fuego de Dios y los consumió (Levítico 10). Te imaginas lo delicado que es adorar a Dios.
ResponderEliminarDios demanda de nosotros una adoración sincera, no una que salga simplemente de nuestros labios pero sí de nuestro corazón