domingo, 19 de mayo de 2019

Apocalipsis 2:18-29 - Carta a la Iglesia de Tiatira


Carta a la Iglesia de Tiatira


Introducción

En esta oportunidad vamos a estudiar la cuarta carta de Apocalipsis. Esta es la última del capítulo dos del libro. Recordemos la numerología mencionada en la primera entrega de este estudio (ElApocalipsis), donde mencioné que el número 4 es asociado con el mundo. Pues en esta carta vamos a ver un poco de eso, donde la iglesia ya asociada con el mundo, mediante la incursión del paganismo en ella, se ve afectada por el oscurantismo de la inquisición. Además esta carta es la más extensa y la ciudad, la menos importante.


La ciudad de Tiatira

Tiatira (en griegoΘυάτειραThuateira) fue una ciudad de Asia Menor, en los límites de Lidia y Misia, actual Turquía. Fue especialmente famosa por su industria gremial tintorera, atestiguado por un pasaje de los Hechos de los apóstoles (Hechos 16:14) e inscripciones del gremio de tintoreros. Posteriormente se levantó sobre ella la moderna ciudad de Akhisar. 

Tiatira fue una antigua ciudad lidia, sobre el río Lico, tributario del Hermo, en la parte norte de Lidia, pero tan cerca de Misia que algunos autores antiguos se referían a ella como «el extremo de Misia».2​ De su oscuro origen se sabe que fue ciudad santa de Tirimnos, dios solar de los lidios, generalmente representado como un dios jinete.  

Parte de la leyenda de Tiatira habla de la existencia de un templo dedicado a una deidad llamada Sambate, donde una profetisa daba sus oráculos. Algunos analistas del Nuevo Testamento han pensado que las palabras de Juan Evangelista “toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos” (Apoc. 2: 20) se refieren a ella. (Tomado de Wikipedia.)
Tiatira (la moderna Akhisar), era una ciudad de relativamente poca significación en comparación con las otras seis ciudades; sin embargo, tenía importancia comercial como centro de teñido de telas. Era allí donde una sacerdotisa denominada Sambathe presidía un lucrativo comercio basado en la adivinación. Los énfasis de este culto pueden haber obrado como preparación para el ministerio corrupto de Jezabel en la iglesia.  (Comentario tomado de la Biblia de Estudio Siglo XXI)

Tiatira, la iglesia víctima de la inquisición


La Iglesia de Tiatira, se ubica en la historia, aproximadamente, entre los años 606 al 1517 d. C. periodo en el cual se da la llamada “Santa inquisición” una de las páginas negras de la historia. Con una iglesia romana que abarcó todo el imperio, el poder que ella obtuvo, le permitió dominar reinos y reyes. Con este dominio, extendieron sus tentáculos por toda Europa y atacaron a los no profesantes de la fe romana, acusándolos de herejes.

Los cristianos apostólicos

Muchos de los cristianos apostólicos, que seguían la fe pura enseñada por los apóstoles en las iglesias fundadas en el Asia Menor, se extendieron a Europa, y fueron perseguidos, debido a que no aceptaban las nuevas enseñanzas de la iglesia romana. La adulteración de las doctrinas apostólicas, no fueron aceptadas por los grupos cristianos fundamentalistas. Por lo tanto estuvieron bajo la lupa del inquisidor.
Debido a la manipulación de la historia, ya que la iglesia universal romana, era la que influía en el poder de los reinos y reyes. Quedó registrado que tales grupos no eran cristianos verdaderos, sino herejes que se oponían a las enseñanzas de la iglesia y por lo tanto merecían la muerte.

Los albigenses

Si buscamos en la historia información sobre los albigenses o cátaros, vamos a encontrar información como la siguiente:
Los albigenses fueron una secta herética de los siglos XI y XIII, que se extendió desde la ciudad de Albi (Occitania) de la que toma su nombre, por toda Europa. También conocida como “cátara” -del griego kataros (puro).
Era una comunidad que se distinguía por su pobreza y que se nutría en las fuentes de la primitiva Iglesia de los apóstoles. Estos hombres, animados por unas sólidas creencias, no dudaban en utilizar los textos de las Sagradas Escrituras en defensa de sus posiciones teológicas, lo que resultaba muy peligroso para la Iglesia romana.
El catarismo fue un evangelismo que propugnaba la necesidad de llevar una vida ascética y la renuncia al mundo para alcanzar la perfección.
Sus principales centros de desarrollo fueron Tolosa de Languedoc, Narbona, Carcassona, Besiers y Foix. Sus militantes extendieron sus creencia por el Reino de Aragón y por el norte de Italia. Los Albigenses (Cátaros)
En el texto anterior, encontramos que a los albigenses se les cataloga como una “secta herética”, pero ¿quién les dio ese calificativo? La iglesia en el poder, la “iglesia romana”. Entonces, la historia manipulada por la iglesia romana, que adquirió tal poder, que hasta se daba el lujo de estar por encima de reyes, encasilló a los cristianos apostólicos como los albigences (cátaros) como herejes y fueron torturados y asesinados por la seudo iglesia cristiana romana. (ver El poder de la manipulación y las enseñanzas erróneas.)


El mensaje a la Iglesia de Tiatira

“Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.
Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”   
Apocalipsis 2:18-29

La presentación de Cristo


En esta carta, Cristo se presenta a la iglesia como el Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido. Juan vuelve a retomar su visión del Hijo del Hombre, presentado en el capítulo 1, del cual ya comenté en su oportunidad lo relacionado con los ojos de llama de fuego y los pies de bronce bruñido (ver el estudio sobre la visión del Hijo del Hombre: aquí).

La alabanza

“Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras”.  Apocalipsis 2:19
El Señor le alaba a la iglesia seis aspectos: sus obras, el amor, la fe, el servicio, la paciencia, y su constancia. Primeramente reconoce las obras de la iglesia. Es importante ampliar un poco este concepto. La Biblia claramente enseña que la salvación no es por obras, sino por fe. Sin embargo, el apóstol Santiago, en su carta escribe lo siguiente:
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?“  Santiago 2:14
Santiago está hablando en su carta sobre la fe muerta, la cual es una fe sin obras. En otras palabras, la fe se manifiesta mediante las obras. Las obras sin fe, no salvan, pero la fe sin obras es muerta. Para explicarme mejor, la fe en el creyente le impulsa a obrar, donde las obras de su fe, son señal de su salvación. Por este motivo, Jesús alaba las obras de la Iglesia de Tiatira, porque son obras producto de la fe.


El amor


También Jesús les alaba su amor, este punto también lo quiero aclarar. El apóstol Pablo en su carta a la Iglesia en Corinto, les escribió:

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”  I Corintios 13:1-3
Por lo tanto, si las obras que hacemos son producto de nuestra fe, las mismas deben ser hechas en amor, de lo contrario, no sirven de nada. La Iglesia de Tiatira, obraba por su fe y lo hacía con amor y Jesús, que todo lo escudriña, lo sabía y se los alaba.

La fe


Otra de las virtudes alabados por el Señor a la Iglesia de Tiatira, es la fe. Como ya mencioné, las obras, el amor y la fe, están vinculados entre sí. La fe, al igual que el amor, deben estar presentes a la hora de obrar.

La Iglesia de Tiatira demostraba su fe en el Señor, a la hora de obrar con amor. Nosotros como cristianos debemos imitar a esta iglesia. Nuestro obras deben ser realizadas en amor, como manifestación de la fe que tenemos en Jesús, nuestro Señor y Salvador.

El servicio

El Señor le alaba a la iglesia de Tiatira su servicio, esto debemos interpretarlo como la entrega de la iglesia hacia los demás. Una iglesia que no se comportó indiferente hacia las necesidades de los demás. Jesús nos dejó el ejemplo del servicio, durante su ministerio terrenal. Los evangelios recogieron sus palabras:
“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.”  Marcos 9:35
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”  Marcos 10:45

La paciencia

Una virtud que nos falta mucho es la paciencia. Sin embargo, Jesús le alaba a la Iglesia de Tiatira, su paciencia. La vida cristiana no es fácil, está llena de pruebas y éstas producen en nosotros la paciencia. La época en la que la Iglesia de Tiatira existió, fue una llena de muchas pruebas difíciles. Pero la perseverancia en la fe y amor, rindieron fruto el fruto de la paciencia.

El apóstol Santiago escribió en su carta:
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”  Santiago 1:2-3

Obras postreras mejor que las primeras

Finalmente, la última alabanza que hace el Señor a la Iglesia de Tiatira, es que sus últimas obras eran mejor que las primeras. Esta alabanza denota crecimiento en la iglesia, madurez espiritual. La iglesia había crecido en la calidad de sus obras como iglesia, al punto que el Señor la alaba diciendo que sus obras finales habían superado las primeras.

Toda iglesia debe seguir este camino de crecimiento. Nunca debe quedarse estancada y atrofiada. Debe madurar espiritualmente y crecer en su obra social y de extensión a la comunidad. Demostrando así su fe y amor cristiano.

El mérito de la iglesia


Todas estas alabanzas que el Señor Jesús le hace a la Iglesia de Tiatira, tienen gran mérito. Pues recordemos la época de oscurantismo por la que está pasando esta iglesia. Y a pesar de esto, tiene grandes cualidades que son exaltadas por su Señor. Sin embargo, no es suficiente.


El reclamo de Jesús


Después de reconocerle a la iglesia lo bueno que ha venido haciendo, Jesús le señala sus fallas y le hace el siguiente reclamo:

“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.“ Apocalipsis 2:20
El reclamo de Jesús va en el sentido de la adulteración doctrinal de la iglesia. Las prácticas paganas de la nueva iglesia romana, pseudo cristiana, se introdujeron en la Iglesia de Tiatira. La mención de Jezabel, es una alusión a la mujer que fue esposa del rey Acab. Esta mujer era hija del rey de Tiro y Sidón, era pagana e influenció al reino del norte, Israel, a la idolatría y prácticas inmorales de su religión. Obviamente, no se trata aquí de la misma mujer, ya que Jezabel vivió en la época del profeta Elías (I Reyes 16).
“Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.”  I Reyes 16:31
Debemos entender entonces, que se trata de un tipo de mujer semejante a Jezabel en su comportamiento y enseñanzas paganas dentro de la iglesia. Los sacrificios a ídolos era una práctica condenada por Dios, por lo tanto la iglesia no debía participar de éstas. En el caso de la fornicación, no debemos de tomarla en el sentido literal, sino más bien en un sentido metafórico. En la Biblia, la infidelidad hacia Dios se cataloga como fornicación y adulterio espiritual y es en ese sentido que se debe interpretar este texto. 



Tiempo para arrepentirse

Dios siempre ha dado oportunidad al hombre para que se arrepienta. Como parte del reclamo que Jesús le hace a la Iglesia de Tiatira, él menciona que le ha dado tiempo a “Jezabel” y a los que han seguido sus enseñanzas, para que se arrepientan, pero al no haber respuesta, vendrá entonces el juicio sobre ellos.
“Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.”  Apocalipsis 2:21-23
En el texto anterior, vemos que el juicio sobre los que comulgan con las enseñanzas falsas, participando de lo sacrificado a ídolos y siendo infieles al Señor, recibirán como castigo enfermedad y hasta muerte. Recordemos que para Dios, el pecado de idolatría del creyente es muy grave, así como la infidelidad, pues dice su palabra: 

“Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.” 2 Pedro 2:20-21

Una esperanza


Jesús no incluye a toda la iglesia, dentro de su juicio contra los idólatras e infieles de la Iglesia de Tiatira. Sino que hace una salvedad.

“Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.“  Apocalipsis 2:24-25
Los miembros de la iglesia que se han mantenido fieles, que perseveran en la sana doctrina y que no se ha dejado influenciar por las falsas enseñanzas que se introdujeron en la iglesia. Jesús les da una esperanza, de que no recibirán más carga de la que ya han soportado, pero les advierte que retengan su posición y se mantengan fieles e inamovibles de su posición.
La expresión “lo que ellos llaman las profundidades de Satanás” se refiere a una enseñanza de las pretensiones de los gnósticos de ser los únicos en conocer las profundidades de Dios. Esta enseñanza permitía practicar todo tipo de pecado carnal, sin que ello afectara al espíritu. Estos enseñaban que en el interior de cada ser humano hay las posibilidades de ser bueno. Enseñaban que como ya el espíritu era salvo, podían hacer con sus cuerpos lo que quisieran.
Estas enseñanzas contradicen al Evangelio, que enseña que el hombre (raza humana) es malo por naturaleza y que necesita, para regenerarse, de la gracia de Dios. No es mirando a nuestro interior que ganamos la victoria sobre el mal, sino mirando a la cruz y dependiendo del poder de Dios. 


Las promesas del Señor


Finalmente, la carta termina con las promesas del Señor Jesús, para aquellos que permanezcan fieles hasta el fín.
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”  Apocalipsis 2:26-29
El premio a la fidelidad para con el Señor, es que recibiremos autoridad sobre las naciones. Esto será en el milenio, durante el reinado del Mesías en la Tierra. Y también dice que recibiremos la estrella de la mañana. En Apocalipsis 22:16 leemos que esta estrella de la mañana es Cristo mismo. Así como en el estudio anterior, vimos que Jesús les dijo a la Iglesia de Pérgamo, que le daría a comer del maná escondido y que este maná era Él mismo. Aquí, la estrella de la mañana que se le ofrece a la Iglesia de Tiatira, es también Jesucristo mismo, que se entrega a toda su iglesia. 



Exhortación final


La carta termina con la misma exhortación de las anteriores: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Jesús está dando un mensaje importante a cada iglesia, el cual debe ser atendido por cada uno de nosotros. No se trata de atender lo que se le dice a una iglesia específica, sino a todas en general. La exhortación es sobre lo que el Espíritu Santo dice a todas las iglesias. Ya hemos estudiado cuatro cartas y hemos visto lo que le agrada al Señor y lo que no. Por lo tanto no hay excusa, ya estamos enterados.

Gracias por seguir estos estudios, nos faltan tres cartas más y el estudio se pondrá más interesante aún. Después de terminar con las cartas a las iglesias, entraremos al estudio del preámbulo de los juicios de Dios.
Hasta entonces!!
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