lunes, 13 de julio de 2020

Apocalipsis 5 - El rollo y el Cordero



El rollo y el Cordero

Introducción

Como mencioné en el estudio anterior, el capítulo cuatro de Apocalipsis, nos da una visión del Dios Creador; por lo tanto, el Padre ocupa el lugar central del capítulo. En el presente estudio, vamos a tener una visión del Dios Redentor. Ahora el Hijo, será quien ocupe el lugar central del capítulo.

Iniciemos con el estudio del capítulo cinco de Apocalipsis, veamos la descripción de la escena que nos presenta el Apóstol Juan:

El libro con los siete sellos

"Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos." Apocalipsis 5:1
El libro al que se hace referencia aquí, debe ser entendido como un rollo. En la antigüedad, se dejaba constancia de los escritos en un rollo o pergamino. Como ha sido el caso de los libros del Antiguo Testamento. En este caso, el libro está escrito por ambos lados y tiene siete sellos, los cuales impiden que sea abierto. Solamente la persona con autoridad para abrir un libro sellado, podría hacerlo legalmente. 

Este rollo tiene siete sellos, cada sello al ser abierto permite ir leyendo lo que ha sido escrito, hasta llegar al siguiente sello. El contenido que se encuentra oculto bajo cada sello, solo podrá ser revelado al romper su sello. En general, el rollo contiene la revelación del programa y propósito de Dios para la tribulación. Algunos estudiosos piensan que este libro, puede tener relación con el rollo de lamentos de Ezequiel:
"Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro. Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones y ayes." Ezequiel 2:9-10
O con la profecía de Daniel:
"Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará." Daniel 12:4

¿Quién con la autoridad de abrir el libro y sus sellos? 

"Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo." Apocalipsis 5:2-3
Es interesante notar que Juan dice que, quien pregonaba a gran voz, fue un ángel fuerte. Esto puede indicar que no era cualquier ángel, sino uno con poder y autoridad, probablemente uno de los arcángeles, la Biblia no lo aclara. La pregunta que hizo el ángel fue ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Esto indica claramente, que no era cualquiera, el que podía tomar aquel libro, abrirlo y romper los sellos. El Apóstol Juan nos revela que ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. El que no fuese hallado a ninguno digno, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, se refiere a que ningún ser creado, era digno de tomar el libro y proceder a abrirlo y romper sus sellos. Solamente Dios, en la persona del  Hijo, tenía la autoridad, porque Él vino al mundo y venció a Satanás, al pecado y a la muerte.  Ahora, me llama la atención que el texto dice, que nadie en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra. Esta expresión debajo de la tierra a qué se refiere, a ¿demonios? creo que es obvio que un demonio no es digno de hecho, entonces ¿a qué se refiere? no quiero entrar en polémicas, pero hay teorías que hablan de que la tierra es hueca y que debajo de la tierra hay un sol central y océanos y vegetación (vídeo sobre la tierra hueca). La entrada a esa parte hueca, se encuentra en los polos. Estados Unidos tiene bases en ambos polos y no permite que nadie se acerque. Incluso los satélites artificiales y las rutas aéreas, tiene prohibido el pasar por la zona donde están las entradas. Google Earth, tiene parchada esa parte en sus mapas. Estaría Julio Verne usando solo su imaginación, en su libro Viaje al Centro de la Tierra , o tenía algún conocimiento extra. Exploradores del siglo pasado, dieron testimonio de situaciones, en sus viajes a los polos, que nos ponen a pensar. La Biblia no nos dice que haya vida humana debajo de la tierra, pero este tipo de referencias, como las que leemos en Apocalipsis 5:3 nos inquietan. Pero esto es tema para otro estudio.
"Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos." Apocalipsis 5:4-5
La reacción de Juan, fue llorar, al ver que no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. La Biblia nos dice que no hay justo, ni aun uno. (Romanos 3:10) Esto provocó gran tristeza en Juan y lloró mucho, hasta que uno de los ancianos le dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.  Esta referencia al León de la tribu de Judá, es una referencia directa a Jesucristo, quien es la raíz de David. El Hijo de Dios, es el que venció, como lo mencioné anteriormente, por lo tanto, el único con la autoridad de abrir el libro y desatar sus sellos.

El Cordero inmolado

"Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra." Apocalipsis 5:6-10
Después de que uno de los ancianos le dijo a Juan que no llorara, Juan miró, él esperaba ver un león fuerte y feroz, pero vio que en medio del trono principal, y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos; estaba en pie un Cordero como inmolado. Este Cordero como inmolado, es Jesucristo con las señales de su crucificción. Inmolado es sacrificado, Jesucristo fue el Cordero de Dios, sacrificado en la Pascua, para el perdón de pecados de la humanidad. El texto mismo explica el significado de los siete cuernos, y los siete ojos. Significan la plenitud del Espíritu Santo, recordemos que el número siete, significa algo completo. Los siete cuernos son también símbolo de poder y autoridad. Los ojos simbolizan discernimiento, vigilancia y comprensión. El hecho de ser siete de cada uno, simbolizan las cualidades de Dios, omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia. Juan nos describe que, una vez que el Cordero toma el libro, tanto los cuatro seres vivientes, como los veinticuatro ancianos, se postran en adoración, reconociendo la deidad del Cordero. Las arpas es señal de alabanza y las copas de oro, llenas de incienso, significan las oraciones de los santos. El texto siguiente, es otra clave que demuestra que el arrebatamiento de la iglesia tiene lugar antes de la tribulación. Pues el cántico nuevo que se entona en el cielo, dice:
Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
 Los veinticuatro ancianos, que ya anteriormente expliqué que se trata de los redimidos, entonan un canto que revela su identidad, pues se refieren al Cordero que fue inmolado y que su sangre los redimió para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y les hizo para Dios reyes y sacerdotes y reinarán sobre la tierra. Esta promesa es dada a los creyentes, los que hemos depositado nuestra confianza en Jesús como el Mesías, el Ungido de Dios, nuestro Señor y Salvador.

El Cordero digno de tomar el poder, la honra y la gloria

"Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos." Apocalipsis 5:11-14
Los últimos versículos de este capítulo cinco, nos describen el reconocimiento que toda la corte celestial, le hace al Cordero. Millones de millones de ángeles, y los seres vivientes, y los ancianos, clamaban a gran voz, reconociendo que todo el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza, le pertenecen a nuestro Señor Jesucristo, el Cordero inmolado. Terminamos este capítulo, con una escena de alabanza y adoración de toda la corte celestial al Señor Jesús.

Conclusión

Hemos terminado con el estudio, de este hermoso capítulo cinco de Apocalipsis. La imagen hermosa que nos queda en la retina, es la de la alabanza y adoración en el cielo, reconociendo a Jesucristo como el merecedor de ella. En el siguiente capítulo, las escenas que se verán ya no serán tan gratas. Jesucristo inicia con la apertura del libro y romperá cada unos de los sellos que lo guardan. En este capítulo seis, se abrirán seis de los siete sellos, estudiaremos sobre los cuatro jinetes del Apocalipsis. Los espero para que juntos estudiemos, lo que vendrá en la Gran Tribulación, la Semana Setenta de Daniel. Hasta entonces, bendiciones!