Introducción
Contexto histórico (Capítulo 1:1-3)
1 Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. 2 En el quinto año de la deportación del rey Joaquín, a los cinco días del mes, 3 vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; vino allí sobre él la mano de Jehová. Ezequiel 1:1-3
Lamento de los cautivos en Babilonia (Salmos 137)
Junto a los ríos de Babilonia,
Allí nos sentábamos, y aun llorábamos,
Acordándonos de Sion.
Sobre los sauces en medio de ella
Colgamos nuestras arpas.
Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.
¿Cómo cantaremos cántico de Jehová
En tierra de extraños?
Si me olvidare de ti, oh Jerusalén,
Pierda mi diestra su destreza.
Mi lengua se pegue a mi paladar,
Si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén
Como preferente asunto de mi alegría.
Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,
Cuando decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.
Hija de Babilonia la desolada,
Bienaventurado el que te diere el pago
De lo que tú nos hiciste.
Dichoso el que tomare y estrellare tus niños
Contra la peña.
Continuando en el versículo 3, el relato bíblico nos dice que estando Ezequiel junto al río de Quebar, vino, sobre él, la mano de Jehová. Luego, a partir del versículo 4, nos relata la visión de la gloria de Dios.
Visión de la gloria de Dios
4 Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente, 5 y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes.(A) Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre. 6 Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. 7 Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido. 8 Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. 9 Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. 10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.(B) 11 Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. 12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían. 13 Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos(C) que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos. 14 Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos. Ezequiel 1:4-14
- Ezequiel 1:5 (A) Los cuatro seres vivientes vistos por Ezequiel, son los mismos que Juan describe en Apocalipsis 4:6 "Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás." En el estudio de Apocalipsis, vimos la descripción de estos cuatro seres vivientes y analizamos que se trataba de un simbolismo de la creación animada (el hombre, animales domésticos, animales salvajes y las aves). Sin embargo, algunos también relacionan a estas cuatro caras de los querubines, como los cuatro evangelios, donde se presenta a Jesucristo como hombre, rey (león), servidor (buey) y como Dios (águila). También es importante recordar que el número cuatro es representativo de la Tierra (4 puntos cardinales, 4 estaciones) también el número cuatro se asocia con la creación.
- Ezequiel 1:10 (B) El aspecto de sus caras, es lo mismo descrito por Juan en Apocalipsis 4:7 "El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando" (ver pto. anterior)
- Ezequiel 1:13 (C) Describe a los seres vivientes como carbones de fuego encendidos, como hachones (antorchas) encendidos, lo mismo que describe Juan en Apocalipsis 4:5 "Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios."
La visión de la rueda
"15 Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados. 16 El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda. 17 Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban. 18 Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor(A) en las cuatro. 19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. 20 Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.(B) 21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas." Ezequiel 1:15-21
Nuevamente, esta parte de la visión es difícil de interpretar. Para algunos, lo que Ezequiel vio, es algo infinitamente mayor a lo que nos podamos imaginar. Creen que el profeta vio a los querubines sobre el planeta, extendiendo compasión y misericordia, sobre una tierra contaminada que se nueve en el espacio exterior. Algo similar al propiciatorio del arca del pacto. Donde los querubines extendían sus alas uniéndolas uno con el otro, y mirando al centro. Donde Dios se manifestaba.
El trono sobre la expansión
"22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía una expansión a manera de cristal(A) maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. 23 Y debajo de la expansión las alas de ellos estaban derechas, extendiéndose la una hacia la otra; y cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo. 24 Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas,(B) como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el ruido de un ejército. Cuando se paraban, bajaban sus alas. 25 Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la expansión que había sobre sus cabezas. 26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.(C) 27 Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor.(D) 28 Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor.Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba." Ezequiel 1:22-28
"6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás." Apocalipsis 4:6
El apóstol Juan nos describe a los cuatro seres vivientes, en relación con el trono, nos dice que están junto al trono y alrededor del trono; y delante del trono un mar de vidrio semejante al cristal. Nos describe también que los cuatro seres vivientes están llenos de ojos, delante y detrás. Ezequiel relata que esa expansión estaba sobre los querubines (los cuatro seres vivientes) y que es semejante al cristal. Debajo de la expansión están los querubines con sus alas extendidas, a semejanza del propiciatorio (ver imagen arriba).
Ezequiel también hace referencia a que, el sonido de las alas de los querubines al andar, semejaba el sonido de muchas aguas, al igual que la voz del Omnipotente. Lo mismo que describe Juan en Apocalipsis (B): (ver referencia en el estudio de Apocalipsis)
"14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas." Apocalipsis 1:14-15
Continuando con el texto de Ezequiel, vemos ahora en el versículo 26, que se muestra la figura de un trono, sobre la expansión que está sobre las cabezas de los querubines. El profeta nos dice que ese trono era parecido al zafiro, sobre el trono, uno semejante a hombre, sentado en él. Esto también se asemeja a lo descrito por Juan en Apocalipsis (C): (ver referencia en el estudio de Apocalipsis)
"2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda." Apocalipsis 4:2-3
"10 Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos." Ezequiel 10:1
"2 Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente." Ezequiel 8:2
Un comentarista de este pasaje escribió lo siguiente:
"En un fondo azulado, celeste, podemos contemplar un trono de color de ámbar. Un trono incrustado de zafiros que reflejan la luz como un diamante con los colores del arco iris. Y la luz enceguece y oscurece. Y ese trono está lleno de energía, como un cohete listo para despegar. Se está desplazando como un carro. Y no está saliendo de la tierra, sino que está viniendo a la tierra. Vemos a los querubines sobre el mundo, vemos una cruz, un Cordero y la sangre. Vemos el propiciatorio; allí está la misericordia del Señor."
Finalmente, llegamos al último de los versículos de este primer capitulo, el número 28, aquí el profeta compara toda esta experiencia de su visión y del resplandor alrededor del trono, como un arco iris en las nubes. Ezequiel está consciente de que, esta ha sido la visión de la semejanza de la Gloria de Dios, no ha visto a Dios, sino la semejanza de su Gloria. De inmediato, su reacción fue postrarse sobre su rostro. La experiencia de Ezequiel, al contemplar esta visión, fue extremadamente impactante. Ninguno de los profetas había tenido una experiencia tal, de ver la semejanza de la Gloria de Dios, en una visión.
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