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lunes, 17 de agosto de 2020

Apocalipsis 10 - El ángel con el librito

 

Apocalipsis 10 - El ángel con el librito

Por José Daniel Quesada


Introducción

Hasta este punto, ya hemos analizado que el libro sellado con siete sellos, forma una unidad de los juicios de Dios. También hemos estudiado, que estos juicios corresponden a la semana setenta, del juicio profetizado por el profeta Jeremías en el capítulo 25 (1-11) del libro que lleva su nombre, y mencionados en Daniel. (ver estudio en Daniel capítulo 9)

También ya estudiamos que, aparte de los siete sellos, el libro contiene en el último sello, los juicios de siete trompetas y que la séptima trompeta, incluye los juicios de siete copas. Algo así como un telescopio que se expande. En la última publicación, estudiamos los juicios de las trompetas quinta y sexta; ahora se nos abre un paréntesis en el capítulo 10, el cual trata sobre un ángel que tiene un librito en su mano.

El ángel con el librito

"Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego." Apocalipsis 10:1

 Analicemos este primer versículo del capítulo diez. Es interesante que la descripción que Juan hace de este "otro ángel", es semejante a la descripción que él mismo hizo de Cristo en el capítulo uno. Sin embargo Juan se refiere a él como "otro ángel fuerte"; recordemos que en el Antiguo Testamento, a las apariciones de Jesucristo, antes de encarnarse, se le conocen como Teofanías o Cristofanías; y por lo general se refieren a Él como "el Ángel de Jehová". Es posible que este "otro ángel fuerte" sea el mismo Jesucristo, pero también puede ser un ángel con las características del caracter de Cristo y enviado por Él y que le representa.  Si recordamos, Juan estaba en el cielo, viendo la apertura de cada sello y oyendo el sonar de cada trompeta. Ahora la visión cambia, pues Juan nos dice que vio descender del cielo a ese otro ángel. Por lo tanto, Juan está ahora en la tierra, viendo lo que va a acontecer.

"Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces." Apocalipsis 10:2-3

Continuando con el texto bíblico, Juan nos relata, que este ángel tenía en su mano un librito abierto. Al llamarlo "librito" nos da a entender que era de menor tamaño. También Juan nos dice que estaba abierto, entendiendo esto, como que no estaba sellado y por lo tanto, su contenido ya había sido revelado. Para algunos intérpretes bíblicos, puede tratarse de la porción de los juicios ya revelados en los primeros seis sellos y las seis trompetas. Otros interpretan que se refiere a las profecías sobre los juicios de Dios, ya revelados por los antiguos profetas. 

EL texto también nos indica que este ángel se manifiesta con un gran tamaño, pues pone su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra. El clamar a gran voz, como ruge un león, es consecuente con su tamaño y con la autoridad con la que ha venido del cielo, y la importancia de su mensaje.  Cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces, lo que implica que esas voces tenían significado y Juan entendió lo que los truenos dijeron.

"Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas." Apocalipsis 10:4
Luego de que los siete truenos emitieron sus voces, Juan se dispuso a escribir lo que había oído y entendido. Pero vino una voz del cielo que se lo impidió, diciéndole que sellara las cosas que los truenos habían dicho. Estos siete truenos emitieron otros siete juicios, adicionales a los sellos y trompetas ya revelados. Los juicios de estos truenos, podrán ser pavorosos, pero Dios no los quiso revelar. La Biblia no nos dice la razón por la cual, lo manifestado por los truenos quedó sellado, y no voy a especular sobre algo que Dios mismo no quiso que se revelara. Dios es soberano y lo que no quiera revelar, es una prerrogativa suya.

El juramento del ángel

"Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas." Apocalipsis 10:5-7

Esta porción del juramento del ángel, es sumamente interesante. Consideremos primero la postura del ángel, él levanta su mano al cielo; todos los que en algún momento hemos tenido que dar juramento, sabemos que esta es la manera de hacerlo. Se nos pide levantar la mano derecha y jurar. Esta fue la posición del ángel, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos.

Otro aspecto a considerar, es el fin del tiempo. En el griego original, se usa la palabra "cronos" la cual se tradujo tiempo, pero debe entenderse como una forma ilustrativa, ya que el juramento del ángel, es que el "tiempo" no sería más. Debido a que aún faltan acontecimientos por suceder, no se puede interpretar este juramento, como el fin del tiempo cronológico, sino más bien, como la terminación del plazo, el fin de cualquier demora adicional para los juicios venideros.  Esto me recuerda la promesa dicha por Jesús en Mateo:

"Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados." Mateo 24:22

Los sucesos de la Gran Tribulación ocurrirán rápidamente a partir de este punto, y se dirigirán inevitablemente hacia el retorno glorioso de Cristo y la instauración de su reino milenial. ¡Amén! ¡¡Aleluya!!


Juan come el librito

"La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes." Apocalipsis 10:8-11
Juan nuevamente escucha la voz del cielo que, previamente había hablado con él. La voz le indica que tome el librito que está abierto en la mano del ángel. Cuando Juan pide el librito, el ángel le dice que se lo coma. El ángel le aclara, que el librito será dulce en su boca, pero que le amargará el vientre. Esto me recuerda el pasaje del llamamiento de Ezequiel:
"Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel. Luego me dijo: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras." Ezequiel 3:3-4
Cuando el ángel le dice a Juan que se coma el librito, es un símbolo de que debe asimilar las palabras del librito. Recordemos que asimilar las palabras de la Biblia, es alimento para nuestro espíritu. El ángel le dice al Apóstol que el comer el librito le será dulce en su boca, esto simboliza lo que nos dice el salmista:
"!!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!! Más que la miel a mi boca." Salmos 119:103

Pero luego de comer el librito, el ángel le dice a Juan que le amargará el vientre. Esto simboliza lo amargo de los juicios de Dios sobre la humanidad, debido a la desobediencia y rebeldía.  Finalmente, Juan recibe la instrucción de profetizar otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.  El comer el librito, implicaba asimilar las palabras de las profecías que Dios le estaba revelando a Juan, lo cual fue dulce a su paladar. Pero el proclamar los juicios de Dios a una multitud incrédula, desobediente, rebelde y pecadora; sería amargo para su alma. Juan cumplió con su encomienda, pues el libro de Apocalipsis es la proclamación de la profecía recibida. Si vemos detenidamente, esta profecía dada a Juan, no era solo para judíos, sino, para toda la humanidad, sin distinción de raza, credo o reino.


Conclusión

Este interludio que se abre entre la sexta trompeta y séptima, abarca dos temas importantes, el primero de ellos lo acabamos de estudiar. El ángel con el librito, nos muestra la importancia de los justos juicios de Dios, y como la misericordia de Dios, envió a Juan a profetizar sobre los mismos. A pesar de que Juan ya era un anciano, y estaba exiliado en la isla de Patmos, podría pensarse que muy poco podría hacer con su profecía. Sin embargo, Dios le permitió escribirla y fue el mismo Dios, quién se encargó que la profecía llegara a todos los rincones del planeta. Por lo tanto, podemos concluir que Juan cumplió con su encomienda satisfactoriamente.

Próximamente estaremos abordando el tema del capítulo once, donde estudiaremos la segunda parte de este interludio, titulado "Los dos testigos" y también estaremos estudiando la séptima y última trompeta. Hasta entonces, Dios les bendiga!!