Apocalipsis 9 - Quinta y sexta trompetas
por José Daniel Quesada
Introducción
El sonar de la quinta trompeta
"El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo." Apocalipsis 9:1-2
"El quinto ángel tocó la trompeta, y vi que una estrella había caído del cielo a la tierra; y le fue dada la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y fue oscureció el sol y también el aire por el humo del pozo." Apocalipsis 9:1-2
La diferencia entre las versiones, se encuentra en el tiempo verbal utilizado para caer. La versión RV1960 utiliza el Pretérito Perfecto de Indicativo, para el verbo "caer", el cual se utiliza para hablar de acciones que tuvieron lugar en el pasado y ya han concluido; por lo que utiliza "cayó". En cambio, la versión RVA2015 y otras, utilizan el tiempo Pluscuamperfecto, y se usa "había caído", tiempo que en griego enfatiza una acción pasada, con resultados que continuaban hacia el futuro. Este tiempo verbal contribuye a establecer la identidad de la "estrella", que mucho antes había sido expulsada de los lugares celestiales. Existen varias posiciones en relación con la identidad de esta estrella. Algunos interpretan que la estrella es Jesucristo, pero esto no tiene sentido, ya que el Señor no cayó del cielo, sino que el vino a sacrificarse por la humanidad. Otros interpretan que se trata de un ángel, pero esto solo tendría sentido si se tratase de un ángel caído. La interpretación con la que me siento identificado, es que la estrella es Satanás, cuya caída precósmica sigue atormentando a la humanidad. El texto nos dice que este ser, se le concede una llave, (entendiéndose como el poder para liberar) que da acceso al pozo del abismo. Este "abismo" es, al parecer, un lugar de encierro para los espíritus caídos (ángeles caídos). [basado en el comentario de la Biblia de Estudio Siglo XXI]
"Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra." Apocalipsis 9:3
"Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes." Apocalipsis 9:4
"Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre." Apocalipsis 9:5
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día" Judas 6
"Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos." Apocalipsis 9:6
El aspecto de las langostas
"El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses." Apocalipsis 9:7-10
- Semejante a caballos. La semejanza a caballos preparados para la guerra, denota que claramente no se trata de langostas terrestres, además su tamaño es considerablemente mayor. Los caballos usados para la guerra, estaban preparados para ir a la carga, había que ponerles freno, para evitar su embestida contra los hombres. Por lo tanto, estas "langostas demoníacas" están eufóricas por ir en contra de la humanidad, así como un caballo de guerra. El freno lo pone Dios. La comparación que se hace de semejante a caballos se refiere a que estas "langostas" son intrépidas.
- Tienen como coronas de oro. En la cabeza de las "langostas demoníacas" hay algo como una corona que denota victoria y dominio, sugiriendo el poder que van a ejercer sobre la humanidad, pero al decir que eran "como coronas" denota que el poder no es de ellas, sino que les fue dado por un período de tiempo.
- Tienen caras humanas. La apariencia de caras humanas, denota características propias del ser humano, como inteligencia y voluntad.
- Tienen cabello de mujer. La Biblia hace referencia de que el cabello de la mujer es su gloria, también denota cierta capacidad de seducción. Estos seres serán insidiosos.
- Tienen dientes como de león. Este aspecto tiene que ver con la ferocidad de su carácter y lo destructivo de su poder. Las "langostas demoníacas" serán inexorables.
- Tienen corazas como corazas de hierro. En el libro de Daniel, el hierro representaba al Imperio Romano. El hierro es símbolo de fortaleza, por lo tanto demuestra que estas criaturas conforman un ejército poderoso, al cual no se lo podrá hacer frente. Serán seres insensibles.
- Sus alas hacen mucho ruido. Juan describe que las alas de estas langostas, producen el ruido de muchos carros de caballos, corriendo para la batalla, lo que da a entender de que son muchos, así como una plaga de langostas normales. El ruido de las alas, producen terror y pánico.
- Tienen colas y aguijones como de escorpión. Semejante a los escorpiones, tienen colas con aguijones. Y es con éstos que herirán a los de la tierra, por un período de cinco meses. Serán ineludibles e injuriosos.
Estas características que describe Juan de las "langostas demoníacas", nos demuestra la ferocidad y poder con que vendrán sobre los habitantes de la tierra. Si bien es cierto que los demonios son espíritu, pueden manifestarse y lo descrito por Juan demuestra que tomarán una forma que será aterradora. Algunos al leer este pasaje bíblico, piensan en armamento militar, tales como helicópteros armados. Pero la descripción de Juan, de que son seres que salieron del abismo y que tuvieron que ser liberados, denota que son seres espirituales, demonios malvados que están encarcelados en este momento, y que serán libertados con el propósito de atormentar a los habitantes de la tierra por espacio de cinco meses."Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión." Apocalipsis 9:11
A diferencia de las langostas naturales, que no tienen rey, según lo manifiesta Salomón en el libro de los Proverbios:
"Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas" Proverbios 30:27
Estas "langostas demoníacas" si tienen un rey, y Juan dice que ese rey es el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. Tanto Abadón como Apolión, significa destrucción o destructor, lo que caracteriza el trabajo que realizará. Este rey que gobierna a estos espíritus del abismo, trae como misión destruir, pero no aniquilar. Algunos interpretan que este "rey" de las langostas, es Satanás, sin embargo, no creo que sea el caso; pues Satanás no está en el abismo y el texto indica que ese "rey" es el ángel del abismo. Por lo tanto, a mi manera de ver, ese es uno de los ángeles encarcelados en el abismo, que gobierna a esos demonios. Puede ser un ángel de mayor jerarquía que los tuvo bajo su dirección y aún ejerce dominio sobre ellos.
"El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto." Apocalipsis 9:12
El relato del capítulo 9:1-12, se abarca la quinta trompeta y con él se consume el primer ¡Ay! por lo que quedan dos ¡Ayes! pendientes.
El sonar de la sexta trompeta
"El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número." Apocalipsis 9:13-16
Mientras que con el sonar de la quinta trompeta y el primer ¡Ay!, solo se atormentó a la humanidad, con el sonar de la sexta trompeta, la situación empeora, pues ahora serán muertos.
En el texto bíblico leemos que el sexto ángel tocó la trompeta, y Juan oyó una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios. Recordemos que en el capítulo seis de Apocalipsis, específicamente en los versículos 9-10, cuando se abre el quinto sello, las almas que están debajo del altar son las que fueron muertas durante la Gran Tribulación. Por lo tanto, en el altar se encuentran las oraciones de los santos, y es de ahí que sale la voz que ordena desatar a los cuatro ángeles que están atados, junto al gran río Eufrates. Juan está exhortando a que no se deje la oración, clamando a Dios en todo momento.
En el estudio del libro de Daniel, concretamente en el capítulo 10, estudiamos que hay príncipados (reinos, países, etc.) que están dominados por demonios. En el texto de Apocalipsis 9:14 se menciona cuatro ángeles que están atados, esta condición de estar atados, nos indica que éstos son ángeles caídos y que, como dice el texto, estaban preparados precisamente para esa hora, día, mes y año. Esto nos demuestra que nada es casualidad, ni producto del azar; Dios tiene un plan desde el principio, y nada se escapa de su control. El propósito de estos ángeles caídos, es matar a la tercera parte de la humanidad.
El río Eufrates
Un gran ejército se levanta
Descripción del gran ejército
"Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban." Apocalipsis 9:17-19
El corazón de piedra de la humanidad
"Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos." Apocalipsis 9:20-21
Pese al juicio de Dios, y después de la mortandad que dejó el gran ejército, la humanidad no se arrepintió de sus malas obras. Continuaron adorando demonios, adorando imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera. La idolatría es abominable ante los ojos de Dios. En la Biblia encontramos que Dios abomina también las hechicerías, y todo pecado. La humanidad lejos de arrepentirse de sus homicidios, fornicación y hurtos, blasfeman contra Dios.
Conclusión