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sábado, 11 de marzo de 2023

Ezequiel capítulo 6

 

Montes de Judea

Profecía contra los montes de Israel.


Introducción.

Vamos a continuar con el estudio de las profecías de Ezequiel. Anteriormente, estudiamos lo profetizado en relación con Jerusalén, en este capítulo la profecía que recibe Ezequiel, está enfocada en toda la tierra de Israel. El juicio que se proclama en esta profecía, está dirigido a todo el territorio de Israel.

Ezequiel había formado parte de la segunda delegación del pueblo que, Nabucodonosor había llevado cautiva a Babilonia. Este segundo grupo de cautivos eran esclavos de los babilonios. Fueron asignados al trabajo en zonas agrícolas, junto al río Quebar, en el gran canal que fluía del Río Éufrates. Sin embargo, gran parte del pueblo, aún se encontraba en Israel y Jerusalén todavía no había sido destruida. Los falsos profetas habían continuado diciendo al pueblo que pronto las cosas iban a estar muy bien, que los cautivos podrían regresar dentro de poco tiempo. Jeremías había profetizado que el cautiverio duraría 70 años; pero el pueblo no le prestó atención. Prefirieron escuchar lo que los falsos profetas decían, porque el mensaje que ellos les daban era mejor y era más optimista.

La profecía.

El capítulo 6 de Ezequiel, inicia con el profeta recibiendo las indicaciones y la profecía relacionada ahora con toda la tierra de Israel, leamos:

"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos. Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares altos." Ezequiel 6:1-3

Primeramente encontramos que Ezequiel inicia diciendo: "Vino a mí palabra de Jehová". A Pesar de que el profeta sabía que, el pueblo no le iba a escuchar, enfatiza que su mensaje no es de su autoría, sino, que lo que hablaba era lo que Dios le había dicho. Nuevamente encontramos que Dios se dirige a Ezequiel, como hijo del hombre, y la indicación que le da es, que ponga su rostro hacia los montes de Israel. Ezequiel está cautivo en Babilonia, muy lejos de los montes de Israel, ¿Cómo pues iba a poner su rostro en los montes de Israel? Esta expresión se relaciona con la idea de que el profeta recordara la tierra de Israel, sus montes, collados, arroyos y valles. Pero principalmente los montes de esa tierra, pues en ellos se colocaron los altares de adoración idolátrica.

Los "lugares altos", hace referencia a estos santuarios o altares ubicados en las cimas de las montañas. Estos "lugares altos" fueron condenados por Dios, ya que ellos estaban dedicados a la adoración de dioses paganos, o sea, a la idolatría del pueblo. Dios había establecido un solo lugar de adoración y culto el cual se encontraba en Jerusalén, sin embargo, antes de eso, hubo otros altares como en Silo y Ebal. El punto acá, es que sólo se podría adorar en los lugares establecidos por Dios. En el libro de Deuteronomio leemos lo siguiente:

"Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar." Deuteronomio 12:1-3

La instrucción de Dios fue clara, todos los altares de los pueblos paganos, debían ser destruidos. Pero el pueblo de Israel, cayó en la misma idolatría y construyeron altares en los "lugares altos", por lo tanto, el juicio de Dios estaba por llegar y castigar al pueblo por su idolatría.


El juicio por la idolatría.

Debido a la desobediencia del pueblo, Dios determina juicio sobre Israel, el profeta Ezequiel recibe de parte del Señor, la sentencia por sus actos idólatras.

"Vuestros altares serán asolados, y vuestras imágenes del sol serán quebradas; y haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos. Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros altares. Dondequiera que habitéis, serán desiertas las ciudades, y los lugares altos serán asolados, para que sean asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y vuestros ídolos serán quebrados y acabarán, vuestras imágenes del sol serán destruidas, y vuestras obras serán deshechas. Y los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy Jehová." Ezequiel 6:4-7

Dios está indignado con su pueblo, desde un principio, allá en el Monte Sinaí, Dios fue claro con su pueblo. Les dijo las bendiciones que recibirían, si eran fieles al pacto. También fue claro en las maldiciones que recibirían, si quebrantaban el pacto, alejándose de Él. Si se volvían a dioses falsos, cayendo en la idolatría, al igual que los pueblos que Él destruiría y echaría de la Tierra Prometida. El pueblo rompió su pacto con Dios, por lo tanto la sentencia del juicio de Dios fue proclamada en esta profecía. La profecía es clara, los adoradores del sol, caerían muertos en frente de sus ídolos ya destruhidos.  Las ciudades sería asoladas y los altares e ídolos serían quebrados.

Algunos se atreven a juzgar a Dios, por estos actos. Como si el hombre tuviese la capacidad de entender las profundidades de la sabiduría y la ciencia de Dios. El Señor Todopoderoso, no actúa livianamente, ni por orgullo, ni por vanidad. Debemos recordar que Dios es tres veces Santo, su Santidad no es comprendida por el hombre, ante la presencia de Dios no puede haber maldad. Lo que Él hace, es por la Justicia Divina, la cual es perfecta. El Señor, no actúa por venganza, sino en retribución de las obras del hombre. Dios puso en claro su decretos, leyes y mandamientos, si los obedecemos, recibimos bendición; por el contrario, si somos rebeldes, acarreamos maldición para nosotros. Cada uno recibe la retribución de sus actos.


Supervivencia de un remanente.

Ezequiel anticipó la supervivencia de un remanente. Algunos del pueblo, lograrían escapar hacia otras tierras, éstos serían la simiente para preservar la nación. La experiencia vivida por ese remanente, al pasar por el exilio, la falta de alimento, el fuego, enfermedades y la espada; purificaría y fortalecería su fe. En la historia de Israel, encontramos que en varias oportunidades, Dios se reserva un remanente fiel, aunque el castigo viene sobre toda la nación, unos pocos permanecen fieles, y Dios los preserva.

"Mas dejaré un resto, de modo que tengáis entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seáis esparcidos por las tierras. Y los que de vosotros escaparen se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de mí, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus ídolos; y se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones. Y sabrán que yo soy Jehová; no en vano dije que les había de hacer este mal." Ezequiel 6:8-10

Algunos de esos fieles, también fueron arrastrados por la idolatría. Dios en su misericordia, les permitirá vivir y les hará recordar y avergonzarse de sí mismos por la actitud que tuvieron y por su infidelidad. Termina el texto con la expresión: "Y sabrán que yo soy Jehová" esto se repite en este capítulo tres veces, el número tres se identifica con Dios, y al expresarse tres veces denota certeza de que el juicio vendrá, es Palabra de Dios.


Final de la profecía.

El final de este capítulo nos habla de una gran desolación, la cual es comparada con un desierto. Leamos los versículos del 11 al 14:
"Así ha dicho Jehová el Señor: Palmotea con tus manos, y golpea con tu pie, y di: ¡Ay, por todas las grandes abominaciones de la casa de Israel! porque con espada y con hambre y con pestilencia caerán. El que esté lejos morirá de pestilencia, el que esté cerca caerá a espada, y el que quede y sea asediado morirá de hambre; así cumpliré en ellos mi enojo. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus ídolos. Y extenderé mi mano contra ellos, y dondequiera que habiten haré la tierra más asolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y conocerán que yo soy Jehová." Ezequiel 6:11-14

El juicio de Dios es proclamado con un ¡Ay! "porque con espada y con hambre y con pestilencia caerán" nadie escapará del juicio de Dios. "El que esté lejos morirá de pestilencia, el que esté cerca caerá a espada, y el que quede y sea asediado morirá de hambre". Así cumplirá Dios su juicio, y termina nuevamente con la expresión "conocerán que yo soy Jehová". El propósito de Dios es darse a conocer, aún en nuestra era, en el siglo XXI, con todo la tecnología y avance científico, el mundo, en su mayoría, sigue negando a Dios. Algunos creen en un dios a su medida, dicen creer en Dios, pero su dios, no es el Dios de la Biblia, porque lo conciben a su manera. Esta forma de ver a Dios, es un tipo de idolatría, porque no es el verdadero Dios. Dios es Santo, Eterno, Soberano, Omnisciente y Todopoderoso, cualquier otra forma de concebirle, es idolatría.


Conclusión.

Hemos llegado al final del capítulo 6 del libro de la profecía de Ezequiel. Hemos estudiado en este capítulo, la profecía contra la nación de Israel. Los juicios de Dios por la idolatría de su pueblo. La Biblia nos enseña que Dios es celoso, en el buen sentido de la palabra, no podemos comparar el celo de Dios, con los celos egoístas del ser humano. Dios es Perfecto, por lo tanto su celo es Santo. Dios no comparte su gloria con nadie, por lo tanto, cuando nosotros le damos el lugar que le pertenece a Él, a otro, eso es idolatría. Vemos en este capítulo, como Dios aborrece la idolatría y su juicio viene sobre todos los idólatras.

Espero que este estudio le sea de bendición. Próximamente, estaremos estudiando el capítulo 7, donde nuevamente, se profetiza el juicio sobre la ciudad de Jerusalén. ¡Dios les bendiga!


Publicaciones anteriores:

viernes, 18 de septiembre de 2020

Apocalipsis 16 - Las copas de la ira de Dios

 


Apocalipsis 16 - Las copas de la ira de Dios

por José Daniel Quesada


Introducción

Los últimos acontecimientos mundiales, los encabezados de los noticieros y los temas que han proliferado en Internet; me hacen pensar en que la venida de Cristo por su Iglesia, está más cerca de lo que muchos piensan. Veo una apatía entre los cristianos y un razonamiento de esperanza de que esta pandemia pronto pasará, y de que pronto volveremos a la normalidad. Pero no creo que eso sea cierto. Las últimas noticias en relación con la pandemia, no son nada alentadoras. Se habla de una segunda ola mundial de contagios, los casos en Costa Rica ahora son de más de mil contagios diarios, cuando antes eran menores de quinientos. En Israel, los casos se incrementaron a más de cuatro mil contagios diarios, lo que trajo como consecuencia un nuevo confinamiento nacional. En otros países del mundo, se habla de volver a un confinamiento. Los expertos en economía, hablan de una debacle a nivel mundial de la economía. Son innumerables los artículos relacionados con la vacuna, contra la enfermedad de la pandemia; y sus efectos secundarios. No son tan optimistas los resultados que se esperan de dicha vacuna. En foros "cristianos" en Internet, no recomiendan aplicarse una vacuna; debido a los comentarios sobre una posible manipulación de la voluntad humana, y el desconocimiento de los componentes incluídos en las vacunas. Incluso se habla de la incorporación de un clip, que asocian con la marca de la bestia. Las noticias están llenas de anarquía en todo el mundo. Manifestaciones en todo el globo, la gente está disconforme por diferentes tópicos. Manifestaciones en Europa por el uso de las mascarillas, y el confinamiento. Manifestaciones en USA, por las elecciones; unos a favor y otros en contra del presidente Trump. Amenazas de guerras, China e India en tensión armada en su frontera, Irán amenaza a USA y viceversa. Para algunos, el acuerdo de paz entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, es una señal de que el fin está muy cerca. En fin, ¡Cristo viene pronto! y estos estudios sobre Apocalipsis, se hacen más necesarios, para aquellos que necesitan conocer los juicios que vendrán sobre la tierra y la humanidad. Es urgente volver la mirada hacia Dios, el tiempo para el arrepentimiento se acaba.

En esta oportunidad, vamos a iniciar con el estudio de las siete copas de la ira de Dios que están por derramarse sobre la tierra.

La orden para derramar las copas es dada

En el capítulo anterior, estudiamos la preparación de los siete ángeles que traerán las siete plagas postreras. Ahora estudiaremos la orden para la ejecución y consumación de ellas.
"Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios." Apocalipsis 16:1

El escritor del libro "El apocalipsis inminente" Hal Lindsey, en relación con estos juicios de las siete copas, escribió: "En su gran presciencia Dios sabe que cada incrédulo que esté vivo sobre la tierra por aquel tiempo habrá endurecido su corazón al evangelio y jamás se convertirá a Él. Por lo tanto se prepara para lanzar las siete copas finales del juicio sobre la tierra. Son enviados por la poderosa voz de Dios que surge del templo celestial lleno de humo." (pág. 265).

En este capítulo veremos la intervención directa de Dios, de formas sobrenaturales. Se trata de un capítulo muy solemne, donde la soberanía de Dios se impone. Sería totalmente inútil para nuestra mente finita, intentar explicaciones lógicas o científicas a lo que Juan nos va a describir. Dios es soberano sobre la tierra, es su creación. Su amor es tan grande, que a pesar del pecado humano, Él proveyó una salida para expiar nuestro pecado y buscar la reconciliación con Él. La Biblia nos relata la clase de amor que Dios tuvo por este mundo y los que lo habitamos:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16

No había nada que el hombre pudiera hacer para alcanzar salvación. Voluntariamente el hombre escogió pecar y hacer lo malo ante los ojos de Dios. No se trata de la opinión que cada uno tenga de sí. Se trata de cómo soy ante la Santidad de Dios. Jesús vino a pagar el precio de nuestro pecado, la Biblia dice que la paga del pecado es la muerte:

"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." Romanos 6:23

La paga de nuestro pecado es la separación eterna de Dios. Esto es lo que significa muerte espiritual, la muerte física es la separación de nuestro espíritu del cuerpo. Pero Dios, en su eterno amor por nosotros, nos dio a su único hijo, para que pagara el precio de nuestra transgresión, esa es la dádiva (regalo) de Dios a la humanidad.


El primer ángel derrama la primera copa sobre la tierra

"Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen." Apocalipsis 16:2
El primer juicio que se derrama sobre la tierra, va dirigido sobre aquellos que tenían la marca de la bestia, y que habían adorado su imagen. El juicio trajo una úlcera maligna y pestilente, aparte de lo repulsiva que serían las llagas, también traerán un olor repugnante, desagradable. Este juicio será una pandemia que afectará a todo el planeta. Debido al deterioro de la efectividad de los antibióticos, por el mal uso que se hizo de ellos, y al desarrollo de las superbacterias; no habrá tratamiento para esta plaga.

Esta plaga será similar a la decretada por Dios contra el Faraón en Egipto:
" Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón; y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto." Éxodo 9:8-9

La apariencia que tendrán los hombres y mujeres con esta plaga, es semejante a la forma en que el profeta Isaías dice que Dios ve al pecador:

" !!Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite." Isaías 1:4-6

Lo interesante en este juicio, es hacer notar que la bestia que tenía poderes, y el falso profeta que podía hacer caer fuego del cielo; no pudieron librar a la gente de esta plaga. Durante estos juicios, Dios, de forma sobrenatural, protegerá a los que huyeron de la marca de la bestia; ya sea que estén escondidos en las montañas o en cuevas, o fuera de las ciudades o dentro de ellas.


El segundo ángel derramó la segunda copa sobre el mar

"El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar." Apocalipsis 16:3

De forma similar a la segunda trompeta, el juicio de la segunda copa de la ira de Dios, va contra el mar, convirtiendo sus aguas en sangre. Creo que esto no es literal, sino alguna reacción química que pondrá las aguas de color sangre y tóxico. A diferencia de la segunda trompeta, donde solamente un tercio del mar se convirtió en sangre, y un  tercio de los seres que lo habitaban murieron. Ahora, en este juicio de la segunda copa, todo el mar se convertirá en sangre y todo ser viviente morirá. Es interesante que Juan describe la sangre de la escena, como sangre de muerto; dando la impresión de un muerto en medio de un charco de su propia sangre.

La imagen que podemos imaginar no es nada agradable. La brisa marina tan refrescante en la playa, será cambiada por un hedor putrefacto, tanto por las aguas, como por los seres muertos que lo habitaban y cuyos cuerpos son lanzados a la playa por las olas del mar de sangre. Si a esto le sumamos que más del 70% de la superficie del planeta, está formada por los mares y océanos, la contaminación de estas aguas, no solo darán un aspecto desagradable, sino que se acabará la provisión de alimento marino y la navegación será afectada, y por consiguiente el comercio marino y el transporte.  El paisaje del mundo tendrá un drástico cambio y solamente es la segunda copa de la ira de Dios.


El tercer ángel derramó la tercera copa sobre los ríos y las fuentes de las aguas

"El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre." Apocalipsis 16:4
Nuevamente se presenta un juicio con similitud a una de las trompetas. El juicio de la tercera copa es semejante a la tercera trompeta, a diferencia de aquella que puso amarga el agua; ahora el agua de los ríos y fuentes de aguas, se convierte en sangre. Y también a diferencia de la trompeta, este juicio afectará la totalidad de los ríos y fuentes de aguas, no solamente la tercera parte de ellos. Sabemos que el agua es un elemento esencial para la vida, por lo tanto, esta falta de agua creará un caos mundial sin precedentes.

La razón de este juicio

Juan nos relata ahora la razón por la cual este juicio ha venido sobre la tierra y sus habitantes:
"Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen. También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos." Apocalipsis 16:5-7

La razón por la que este juicio ha venido es: "por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen". El justo juicio de Dios ha juzgado el actuar de los hombres y desde el altar se escucha una vez de aprobación que dice: "Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos".  Dios da el pago a cada cual, según le corresponde. No sería justo que el malo sea sin castigo y que los inocentes no sean vengados con la justicia divina. En este mundo han habido infinidad de crímenes que han quedado impunes. Pero ante la justicia de Dios, todo acto criminal tendrá su justo pago. No sólo los crímenes atroces  serán castigados, pues ante la justicia de Dios todo pecado tiene sus consecuencias y la Biblia dice que hasta de cada palabra ociosa daremos cuenta. Jesús así lo dijo:

"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio." Mateo 12:36

Toda la sangre derramada, desde Abel el justo, hasta el último creyente asesinado en la gran tribulación, será vengada por el justo juicio de Dios. 

"El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" Hebreos 10:28-31

El cuarto ángel derramó la cuarta copa sobre el sol

"El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria." Apocalipsis 16:8-9

El juicio que se derrama con esta cuarta copa, es semejante a otros juicios al sol. Vimos que el sol se pone negro con el sexto sello (Apocalipsis 6:12). Con la cuarta trompeta, la tercera parte del sol se oscurece. Ahora el juicio es completo y afecta la totalidad del sol, el cual va a quemar a los hombres con fuego. Algunos interpretan esto como el efecto de una guerra nuclear, la cual afecta la totalidad de la atmósfera. También puede ser el efecto de que el sol se convierta en una supernova, ya que el sol dejará de existir según lo que Apocalipsis nos dice:

"No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos." Apocalipsis 22:5

De acuerdo con el texto, habrá un gran calor y los hombres se quemarán con él. El calor intenso que habrá, no solamente afectará a las personas, sino que también los glaciares sufrirán derretimiento y el nivel del mar aumentará, causando inundaciones a ciudades portuarias.

Como ya he mencionado varias veces en estos estudios, la correcta interpretación del libro de Apocalipsis debe hacerse a la luz de toda la Biblia. Y precisamente, recurrimos al profeta Malaquías donde se profetizó algo similar a lo descrito por Juan:

"Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama." Malaquías 4:1
No puedo imaginar el sufrimiento de las personas con estos juicios, llenos de úlceras, sin agua fresca para beber y con un calor insoportable que les quema. Pero lo que es más difícil de entender, es que a pesar de todos los juicios sobre la tierra, el texto nos dice, que "blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria."  Esta es una de las razones por las que no creo en la existencia de un  lugar que algunos llaman "purgatorio", pues si después de haber pasado por tantos juicios de parte de Dios, el corazón de los hombres no se arrepiente, y por el contrario, blasfeman el nombre de Dios; ¿Qué les hace creer que un tiempo en el "purgatorio" les hará cambiar? la otra razón por la que no creo en la existencia de ese lugar, es la principal, la Biblia no lo dice.


El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia

"El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras." Apocalipsis 16:10-11
Nuevamente tenemos aquí un juicio similar a una de las plagas de Egipto. Dios envió tinieblas sobre los egipcios por un lapso de tres días.
"Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe.Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días." Éxodo 10:21-22

Esta quinta copa es derramada sobre el trono de la bestia. El gobierno del anticristo recibe la respuesta de la pregunta hecha en el capítulo 13. Recordemos que toda la tierra se maravilló de la bestia, por haber estado herida de muerte y haber sanado:

"Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?" Apocalipsis 13:3-4
Y las gentes se dejaron decir: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? Pues aquí está la respuesta a esa pregunta, Dios pudo contra la bestia y trajo tinieblas sobre su reino demoníaco. La arrogancia de la bestia, que había establecido un trono en imitación al trono que Dios establecerá en la tierra; fue sumido en oscuridad absoluta. Es esplendor que todos vieron en el trono del anticristo, se opaca con este juicio. Todos estos juicios, son una antesala del infierno, sin embargo, lejos de arrepentirse; la humanidad blasfema contra Dios, por sus dolores y por sus úlceras.


El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates

"El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente." Apocalipsis 16:12

Con este sello, se prepara la batalla de Armagedón. La división natural entre oriente y occidente lo conforma el gran río Eufrates. Al ser derramada la sexta copa sobre este río y secar su caudal, prepara el camino a los reyes del oriente para pasar sin ningún obstáculo. Recordemos que ya en la sexta trompeta estudiamos que un gran ejército de doscientos millones de efectivos se prepara para atacar a Israel con todo su poderío militar. (si no ha leído ese estudio, pueda hacerlo aquí)


"Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso." Apocalipsis 16:13-14

El texto bíblico continúa con Juan diciendo que vio salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas. Nótese que el texto no dice que fueran ranas, sino a manera de ranas. O sea, semejante a ranas. Recordemos nuevamente las plagas en Egipto; los encantamientos de los sacerdotes egipcios, replicaron las plagas que Dios envió sobre los egipcios, hasta la plaga de las ranas. De ahí en adelante, no pudieron replicar las demás plagas. El poder que Dios le permitió a Satanás, llegó hasta las ranas; de manera que esto tiene un simbolismo. Satanás no tiene poder ilimitado, sino que Dios le puso límite. Cada una de las "ranas" que salen de la boca de estos seres demoníacos, representan la trinidad diabólica y sus poderes limitados, pero suficientes para engañar a los reyes de la tierra. Las artimañas satánicas van a convencer a estos líderes del mundo, para ir contra el Dios Todopoderoso, en la batalla del Armagedón. Pero no solamente van por la influencia satánica, sino por sus propios deseos de luchar contra Dios, el hecho de no haberse arrepentido, es una señal de que no reconocen la autoridad de Dios.

Esta batalla fue mencionada por el profeta Joel, quien escribió de este evento lo siguiente:

"reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber." Joel 3:2-3


"Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes. Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos. Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión." Joel 3:11-14
Finalmente, el juicio de la sexta copa termina con este texto:
"He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón." Apocalipsis 16:15-16

La expresión "he aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza" es una exhortación para los creyentes de la gran tribulación, de velar y estar vestidos y listos; porque el Señor vendrá en cualquier momento a reclamar lo que le pertenece legítimamente. El lugar donde se reunirán para la batalla, será en las montañas de Meguido, en hebreo Armagedón.

El Apóstol Pedro, también hizo mención de esta batalla en su segunda carta:

"Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas." 2 Pedro 3:10

El séptimo ángel derramó su copa por el aire

"El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está." Apocalipsis 16:17
El séptimo juicio de la última copa, es derramado sobre el aire; de inmediato, sale una gran voz del templo del cielo, el cual había sido llenado por la presencia de Dios, y del trono; diciendo: Hecho está. Dios está poniendo su sello final a sus juicios y culmina con las mismas palabras de Jesucristo en la cruz.
"Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra." Apocalipsis 16:18

Este último juicio es acompañado por elementos que enfatizan la solemnidad del mismo. Relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra, no me puedo imaginar la intensidad de este terremoto y la devastación que traerá.

"Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande." Apocalipsis 16:19-21

Parece haber un consenso de que la gran ciudad, a la que se refiere el texto anterior es Babilonia. Tema que es abordado por Juan en el capítulo dieciocho, y que lo examinaremos en este estudio. Continúa el texto diciendo que las ciudades de las naciones cayeron, por lo tanto, parece ser que habrá un colapso de la sociedad tal como la conocemos. El texto vuelve a hacer mención de la gran Babilonia y como Dios tiene presente sus abominaciones, y le dará el cáliz del vino del ardor de su ira. Esto es sólo un adelanto de lo que veremos en el capítulo dieciocho.

El relato de Juan nos pone en medio de cataclismos, que ya fueron anunciados en los versículos anteriores. Nos dice que toda isla huyó, si dice que toda, podemos pensar en las islas que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Irlanda, etc.), Japón, Taiwán, Cuba, Jamaica y las islas del Caribe, etc. desaparecerán. Los montes no fueron hallados, esto quiere decir, que la topografía del planeta será drásticamente cambiada por un terremoto sin precedentes. Como si esto fuera poco, del cielo caerá granizo de peso de un talento; si se trata del talento liviano, este corresponde a unos 30 kg, pero si se trata del otro talento, entonces sería de aproximadamente 60 kg. Ambos pesos son suficientes para matar, más si caen del cielo a gran velocidad. Recuerdo unos fragmentos de meteorito que cayeron en la zona norte de Costa Rica, que eran como de ese tamaño y perforaron los techos de las casas. Nuevamente, los hombres no dieron gloria a Dios, sino que blasfemaron contra Él, porque la plaga de granizo, era  sobremaneramente grande.


Conclusión

En la secuencia de juicios de parte de Dios, hemos estudiado los siete sellos, las siete trompetas y ahora las siete copas de la ira de Dios. Cada juicio va en aumento con respecto a la serie que le precede. Al final de cada serie, hemos tenido paréntesis que nos dan mayores detalles de algunos de los juicios. En esta última serie de las siete copas, también tenemos un par de capítulos que nos darán mayor información sobre los juicios sobre la "Condenación de la gran ramera" tema que estudiaremos en el capítulo diecisiete. Y "La caída de Babilonia" en el capítulo dieciocho. Les insto a continuar dando seguimiento a estos estudios y así poder tener un poco más claro el libro de Apocalipsis. Hasta la próxima. ¡Bendiciones!